lunes, 31 de enero de 2011

Taquilla USA: Anthony Hopkins limpia las almas desde el primer puesto


El cine de terror no suele fallar. Incluso cuando una película se queda corta en cuanto a lo que se esperaba de ella, sus reducidos presupuestos consiguen que no llegue a ser un fiasco. No siempre sucede, pero en el 90% de los casos se podría decir que es así. De ahí que cada año lleguen decenas de películas de terror a las carteleras (y muchas decenas más directas a video y/o en festivales especializados), y que sea uno de los géneros más rentables de la historia. Dicho esto, comentar lo que ha sucedido con el estreno de El rito, película basada en presuntos hechos reales (no por nada adapta un un libro famoso en Estados Unidos, en el que un experto en exorcismos cuenta sus vivencias) con el mismísimo Anthony Hopkins en el papel principal. En sus primeros tres días se ha hecho con unos decentes 15 millones de dólares. Son cinco menos de los que ingresó en tal periodo, hace unos meses, El último exorcismo (The Last Exorcism, 2010), misteriosamente inédita todavía en España. En aquel caso, con un presupuesto de 2 millones (¡!) terminó con 42 en el banco. Es posible que El rito termine su carrera con una recaudación similar, aunque en este caso el presupuesto ha sido de 40 millones, algo mayor a la media del género. Es por ello que, hasta que no se estrene en el resto del mundo, no se podrá valorar si ha sido un éxito o se tiene que conformar con salvar los muebles.

El bueno de Jason Statham también estrenaba película el pasado fin de semana. Se trata de The Mechanic, un thriller de acción que remakea nada menos que un pequeño clásico del mítico Charles Bronson. Los 10 millones ingresados son más o menos los que se esperaban de ella, y lo habitual en la carrera en solitario de Statham. Al ser una producción de presupuesto ajustado (entre 25-35 millones) y con poco gasto en publicidad, no deberían temer ninguna perdida. Aparte, como ya he comentado en otras ocasiones, este tipo de productos (ahora es Statham, antes eran Van Damme, Seagal o Norris) funcionan mucho mejor en su vida fuera de las salas.

The Green Hornet parece gustar más en Estados Unidos que en el resto de mercados. Los descensos controlados del segundo y el tercer fin de semana así lo corroboran. Ahora, con 78 millones acumulados, tiene cerca la meta de los 100 millones, y es posible que llegue a los 120. El problema sigue estando presente en su presupuesto (150 millones) y que en el resto del mundo la acogida, como apunté, no está siendo igual de correcta.

Las nominaciones a los Oscar han ayudado a las películas con mayores papeletas. Como era de esperar, Cisne negro, The Fighter, El discurso del rey, 127 horas o Valor de ley han salido beneficiadas. En algunos casos ya podríamos hablar de fenómeno, pues los 90 millones que lleva ingresados una película tan difícil como Cisne negro son doblemente meritorios, por no hablar de los casi 150 millones de un western como Valor de ley. Esperemos que estas nominaciones den el empujón a la magnifica 127 horas, pues de todas ellas es la única que ha pasado más bien inadvertida. Hasta la fecha, lleva acumulados 13 millones, aunque los 20-25 no son una meta complicada.

Puedes ver la lista completa en Boxofficemojo.com

F (2010)


Un profesor de secundaria es agredido por un alumno. Divorciado, solitario y con el total desprecio por parte de su hija adolescente, de la cual también es profesor, está llegando al límite. Una noche en el instituto, acompañando a su hija en un castigo que él mismo la ha impuesto, unos extraños visitantes comienzan a acechar las aulas. El profesor, su hija, algunos empleados más del centro y otros alumnos que permanecían dentro, tendrán que intentar sobrevivir a unos despiadados psicópatas.

Diez años. Hace diez años, vuestro amigo John Trent terminó el instituto. Y hay algo que los de mi quinta y los de más atrás ya sabréis: esto ha cambiado mucho desde entonces. Me refiero a la educación de los chavales. Vale que servidor no era un ejemplo precisamente, y que también tenía sus comportamientos traviesos, hacía sus “pellas” y demás. Pero lo que sucede ahora tiene poco que ver con travesuras o no asistir algunos días a clase; aparte que esto último se ha masificado y transformado en un 31% de fracaso escolar en España. Ahora algunos institutos parecen una jungla, y la educación se ha ido perdiendo hasta rallar lo surrealista. Del extremo de que los profesores pusieran a los alumnos castigos incluso físicos, al extremo de que haya alumnos que se permitan pegar a sus profesores. Así es como empieza F.

Aunque no nos equivoquemos. F, que hace referencia a la nota más baja que puede obtener un alumno en Estados Unidos, no es un análisis concienzudo de la situación estudiantil. Más bien, se trata de un nuevo thriller con psicópatas juveniles de la vertiente “iniciada” con la genial Funny Games (1997), desarrollada bajo el prisma más comercial de cosas como Los extraños (The Strangers, 2008). Por tanto, las lecturas sociales, que están ahí, quedan reducidas a una idea más que a una resolución, pues ésta se debe a los estandartes del slasher adolescente (salvo ciertos detalles) más bien tópico.

No se trata, en ningún momento, de un slasher seminal. Ni de lejos. Lo que no quiere decir que se trate de un producto mediocre. Dentro de su irregularidad (altibajos de ritmo), su director, un tal Johannes Roberts, sabe crear tensión. La atmosfera invita a ello, aunque después surge un problema: los personajes no importan un carajo. Todo lo bueno de su puesta en escena (bastante superior a la media en estos directos a video), de su cuidado por el detalle, se echa a perder en no pocos momentos por unos personajes sin interés (los estudiantes-victima) y alguno risible (el vigilante de seguridad). Se salva el personaje del profesor, más que nada por la buena interpretación de David Schofield. Eso, la atmosfera, alguna escena gore (aunque son pocas) muy efectiva y un desenlace abrupto, y sin embargo acertado si lo miramos dentro del contexto pesimista e irracional que mueve la trama. Aunque también pudiera ser un desenlace abrupto porque su guionista no tenía idea de cómo cerrar la historia…

En ningún momento se explica porque sucede lo que sucede. No se trata de un error del guión. Está demostrado, o al menos es algo que suele funcionar, que en el cine de terror cuanto menos se sepa del asesino, mayor miedo produce. Ya sabemos que siempre hay y habrá gente que prefiere tragar todo bien masticadito, pero cualquier adepto y conocedor de la materia sabrá que, en general, se saca mejor partido a los villanos del slasher sin contar su vida en verso. Cuando se trata de psicópatas realistas (no los cuasi sobrenaturales tipo Michael Myers o Jason Vorhees), el contar poco o nada adquiere aún más sentido. Son esos crímenes sin logica aparente, desconociendo sus motivaciones, los que provocan mayor desasosiego. Los responsables de esto, supongo, valoran esta teoría, y es un acierto que sus locos encapuchados (nunca se les ve la cara) aparezcan en escena sin más y se pongan a recolectar cadáveres.

En definitiva, F no deja de ser una película modesta en resultados. Seguramente, más modesta aún si comparamos dichos resultados con las pretensiones del relato. Ahora bien, como alumno de la escuela Funny Games y derivados, quedando obviamente lejos del profesor, se encuentra a un nivel aceptable entre los alumnos. Podría haber sido mejor, pero sus setenta y cinco minutos (si, sólo dura eso) se dejan ver sin causar daño.

jueves, 27 de enero de 2011

Más allá de la vida (Hereafter, 2010)


Tres historias. La de una mujer superviviente del tsunami que arrasó Indonesia; la de un parasicólogo retirado; y la de un niño que acaba de perder a su hermano gemelo. Aunque no se conocen, todos comparten, de algún modo, experiencias cercanas a la muerte. Y todos ellos están destinados a cruzar sus caminos para hallar un significado a sus vidas.

A sus ochenta años, Clint Eastwood ha hecho una película para exteriorizar lo que, probablemente, debaten en su cabeza la mayoría de los que lleguen a dicha edad. Podría decirse que se ha sacado de la manga un ejemplar debate interior sobre la fragilidad de esta, nuestra vida, y que lo ha contado a través de la cámara y unos intérpretes. Y es que, sirva de anticipo para los posibles espectadores despistados, Más allá de la vida no es una película de intriga, ni un thriller, ni mucho menos contiene elementos terroríficos relacionados con el mundo paranormal. A decir verdad, las connotaciones sobrenaturales son pequeñas excusas para dar paso a lo que verdaderamente le interesa a Eastwood: contarnos, a partir de unas vivencias más o menos cotidianas, el devenir del ser humano en su camino hacia la irremediable muerte. ¿Qué hay después?, ¿por qué suceden ciertas cosas durante nuestra vida?, ¿casualidades o marcas del destino?

Mal acostumbrados estamos a que el bueno de Clint nos regale obras maestras o, cuanto menos, obras notables. Lo digo porque, a veces, y el ejemplo podría ser su propuesta del año pasado, Invictus, las expectativas que creamos en torno a su trabajo son injustamente elevadas. Cuando la película no cubre esas expectativas tan elevadas se suele utilizar aquello de “es un Eastwood menor”. No quiere decir que estemos ante algo malo, aunque para muchos puede que sí se trate de una decepción. Algo parecido está sucediendo con Más allá de la vida. Pero, incluso siendo otro de esos Eastwood menores, tenemos cine de sobra a lo largo de dos horas.

Igualmente, hay que dejar de lado ideas preconcebidas en cuanto al tono que tendrá el filme. Aquí no hay un in crescendo vertiginoso, sino todo lo contrario. La película arranca con una espectacular set piece: uno de los personajes, el interpretado por Cécile de France, sufre en sus propias carnes el tsunami que a finales de 2004 causó miles de victimas. Eastwood filma esta secuencia con un pulso y elegancia que harían palidecer a artesanos del blockbuster trash como Roland Emmerich. Aparte, no se regodea en ella para crear comentarios a posteriori, sino que la utiliza como coherente introducción para dar, llegados al desenlace, un sentido metafórico optimo.

Las otras dos historias, la del parapsicólogo y la del niño que ha perdido a su hermano gemelo, son, sin embargo, las más interesantes. Matt Damon está esplendido interpretando al primero (ver las diferentes escenas en las que realiza “lecturas” a otros personajes), al igual que una sorprendente Bryce Dallas Howard en un agradecido rol secundario. En cuanto a los niños, Frankie y George McLaren (si os digo la verdad, no sé cual de los dos es el gemelo “vivo” y cual el “muerto” durante la película, pero tengo entendido que se alternan), cumplen sobradamente. Digamos que, en general, y es algo común en los trabajos de su director, toda interpretación raya a buen nivel.

En el caso del guión, firmado por el reputado Peter Morgan, habría que destacar el curioso anti-crescendo comentado anteriormente. Casi, convierte Más allá de la vida en algo anárquico en los tiempos que corren. Sumándose a la pausada y clásica dirección de Eastwood, la trama avanza sin puntos elevados, pero tampoco altibajos. Se traza una línea en la que, a modo coral, los personajes entran y salen de escena sin hacer ruido, pero, aún así, dejando un poso que responde a cada momento: amargo u optimista. Más bien lo segundo, pues a fin de cuentas, estamos ante una oda a la vida, que no a la muerte. No obstante, hay que reconocer que peca de alargar ciertas situaciones, o de dilatar excesivamente el tempo dramático. Tal vez así sea la vida misma, pero en la butaca de una sala dicha levedad puede llegar a ser cansina. Afortunadamente, el conjunto se valora por encima.

martes, 25 de enero de 2011

Taquilla España: Clint Eastwood deja K.O al resto


Clint Eastwood sigue siendo muy querido entre nosotros. Tanto, que su última película como director, Más allá de la vida (Hereafter), se ha saldado con un magnifico estreno de 2,8 millones de euros (casi 10.000 euros de media por sala). Un mejor dato que los ya de por sí excelentes arranques vistos con Gran Torino (2008) e Invictus (2009), ambas rondando los 2,3 millones. El éxito es aún mayor si se compara con las mediocres cifras vistas en Estados Unidos. Y es que por allá tuvo que conformarse con un total de 32 millones de dólares al finalizar su carrera. Dado que su presupuesto se encuentra cercano a los 60 millones, hablando en dólares, debería recaudar 90-100 millones en el resto del mundo para salvar los muebles. Tarea difícil, pero los datos vistos en países como Francia y ahora en España son lo suficientemente buenos para creer en ello.

La gran aceptación de Más allá de la vida ha dejado K.O al resto de novedades importantes. La que peor parte se ha llevado, por aquello de se esperaba más, ha sido Carne de neón. Este thriller español con la estrella juvenil de moda, Mario Casas, dirigido por Paco Cabezas, se venía publicitando de forma insistente en todo tipo de medios, y el rostro popular de su protagonista hacía prever buenas cifras. Finalmente, Carne de neón se tiene que conformar con algo más de 400 mil euros en sus tres primeros días. Las opiniones no están siendo malas, pero no es probable que haya un boca-oreja suficiente para que remonte el vuelo en las próximas semanas

Más de lo mismo con Morning Glory. La comedia romántica con Harrison Ford, Diane Keaton y Rachel McAdams, despierta el mismo interés que despertó en Estados Unidos: ninguno. Los casi 600 mil euros ingresados no ayudan a la decaída carrera de Harrison Ford, el cual, sin contar la cuarta de Indy, lleva demasiados años anclado en fiascos. Ya veremos que sucede con Cowboys and Aliens.

Destacar que The Green Hornet cae más de un 50% en su segundo fin de semana, por lo que no recupera el terreno perdido con su mediocre estreno. En diez días suma 1,4 millones, y va quedando por debajo de su rival de la semana pasada, Amor y otras drogas, que sólo cae un 31% y en los diez días suma 1,7 millones.

Puedes ver la lista completa en Labutaca.net

domingo, 23 de enero de 2011

Ip Man 2 (Yip Man 2, 2010)


Ip Man llega al Hong Kong sometido por el dominio colonial británico. Allí, intenta empezar de cero, ganando dinero con una nueva escuela de artes marciales. Poco a poco se va labrando una fama en las cercanías, y decenas de jóvenes acuden a él para aprender. Sin embargo, la llegada de un agresivo luchador británico que no respeta la cultura oriental dará un giro a su nueva vida.

Ip man (Yip Man, 2008) es una de las mejores películas de artes marciales de la historia. Sin más. Aquella delicia de dos horas cosechó un éxito abrumador en China.  Tal era la confianzaza de su productor, Raymond Wong, que antes del estreno confirmó que una secuela estaba en marcha. Y no sólo una secuela. También durante 2010 nos ha llegado (es un decir, porque aquí siguen todas inéditas, al menos dentro de lo que llaman “distribución legal”) una precuela de titulo The Legend is Born: Ip Man (Yip Man chinchyun). El éxito de Ip Man 2 fue incluso superior al de la primera, y crítica y público, pese a no mostrarse tan exageradamente entusiasmados, le dieron el beneplácito. No faltaba razón para ello.

Para el que ande perdido, recordaré de qué trata la cosa. Esta saga, con la superestrella china Donnie Yen protagonizando las dos primeras entregas, trata de reflejar, de forma un tanto libre, la vida del Gran Maestro del Wing Chun, que no es otro que el Ip Man del titulo. Muy popular por haber sido maestro del mismismo Bruce Lee, Ip Man enseñó este arte marcial desde 1945 hasta 1969, y su nombre sigue siendo hoy en día referencia absoluta, además de una leyenda. En todo caso, hay que entender las películas como lo que son; no tanto biopics como entretenimientos de acción bien diseñados y con coreografías que erizan los bellos más íntimos. Como tal, Ip Man 2 sigue siendo intachable.

Puestos a comparar, es obvio que, en conjunto, la calidad de esta secuela se encuentra un escalón por debajo de su antecesora. No son exactamente lo mismo. Si bien se mantiene parte del interés por ofrecer una historia dramática bien llevada y no sólo la acción por la acción, es en esto último donde en determinados momentos se deja llevar demasiado; las coreografías casi siempre realistas de la primera, ahora están más cercanas al género wuxia.

La historia, no sé si con interés sarcástico o simplemente plagiador, deriva en un calco de Rocky IV (1985). No es broma; en ocasiones el parecido es tan surrealista que cuesta aguantar la carcajada. Aún así, todo está tan bien realizado, interpretado, coreografiado, contagia tan buen rollo y entretiene de tal modo, que es imposible quitarle puntos. Al fin y al cabo, lo de calcar historias y planos es algo que en Hollywood llevan haciendo la tira de años y muchas veces incluso han sido premiados -ejemplo, Martin Scorsese con su Infiltrados (The Departed, 2006), aunque fuese previo pago de derechos para remakear-. A lo mejor no es excusa, pero coño, me lo pasé genial con esta película.
Siempre que se acepte el cambio a una acción más irreal, y que se de por hecho que la verdadera historia es únicamente algo en lo que basarse, Ip Man 2 nos regala algunas de las mejores set pieces del pasado año y un entretenimiento de primer orden, además de visionado obligatorio para todo fan que se precie del cine de artes marciales.

Taquilla USA: La comedia romántica vuelve al primer puesto


La sequía de éxitos en cuanto a comedia romántica, o más o menos romántica, empezaba a ser preocupante. En las últimas semanas, cosas como ¡Qué dilema!, ¿Cómo sabes si…?, o Morning Glory, habían despertado un menor interés de lo esperado. Además, sus presupuestos, sobretodo en el caso de la segunda citada, estaban bastante por encima de lo habitual (y coherente) en este tipo de producciones. Pero, ha tenido que llegar una comedia más económica (25 millones de dólares, que vienen a ser 100 menos que ¿Cómo sabes si…?) y con estrellas jóvenes (Ashton Kutcher y Natalie Portman) para encontrar el camino adecuado. En su primer fin de semana, Sin compromiso, que así se titula, ingresa unos notables 20 millones, a la espera de que un buen boca-oreja entre su público potencial le haga mantenerse sin problema hasta los 70-80 millones. En realidad, los 20 millones son sólo 3 más de los que recaudó en el mismo periodo ¡Que dilema!, con la diferencia de que el presupuesto de aquella fué tres veces mayor.

En el segundo puesto nos encontramos con The Green Hornet, la particular apuesta “superhéroica” de Michel Grondy que, como era de esperar, desciende alrededor de un 50% en su segundo fin de semana. Aún así, acumula unos decentes 63 millones, por lo que los 100 millones pueden ser una realidad al final de su recorrido. De todos modos, la floja aceptación que está teniendo fuera de Estados Unidos, además de un presupuesto cercano a los 150 millones, la podrían condenar al club de los primeros fiascos (o decepciones) del año.

Salvo la antes comentada Sin compromiso, ninguna de las novedades ha entrado en el top ten. Las películas con las principales papeletas para los inminentes Oscar continúan arrascando millones sin prisa pero sin pausa; Cisne negro (83 millones), El discurso del rey (58 millones) y The Fighter (73 millones), son prueba de ello.

También con posibilidades para los Oscar tenemos a Valor de ley, el western de los hermanos Coen que ha arrasado de forma inesperada. A estas alturas, después de un mes en cartel, lleva ingresados 138 millones. Cifra aún más extraordinaria si tenemos en cuenta que su presupuesto es de 35 millones.

Puedes ver la lista completa en Boxofficemojo.com

viernes, 21 de enero de 2011

Splice: Experimento mortal (Splice, 2009)


Los brillantes ingenieros genéticos Clive y Elsa, se especializan en combinar ADN de diferentes animales para crear nuevos híbridos sorprendentes. Ahora quieren utilizar ADN humano en un hibrido que podría revolucionar la ciencia y la medicina. Cuando la empresa que financia su investigación se lo prohíbe, Clive y Elsa deciden actuar por su cuenta. El resultado es una criatura que en un principio supera todas sus expectativas, aunque no tardará en ponerles en serios aprietos, así como hacerles dudar sobre la moralidad de su creación.

Splice, que algún idiota re-tituló en España como Experimento mortal, tiene una ficha técnica de las que no necesitan presentación; Vincenzo Natali (director y co-guionista), Guillermo del Toro (productor ejecutivo), Adrien Brody y Sarah Polley (protagonistas), o Gregory Nicoreto, Howard Berger y el resto del gran equipo de la KNB (efectos especiales y maquillaje). Además, está adscrita a la ciencia ficción, género en el que Natali se maneja sin problemas y con el que nos ha ofrecido más de una joyita, aunque su película más redonda siga siendo Cube (1997), sorprendente opera prima. Lo malo de tener un equipo así es que las expectativas son crecientes a medida que avanza el proyecto. De este modo, al llegar a las salas puede darse que la diversidad de opiniones y el nivel de decepciones es, cuanto menos, radical. Esa es la situación que vivió Splice, y no fue del todo justa.

Ante todo, podemos considerar que se trate de la película más comercial de su director. Esto no quiere decir que se trate de un producto mainstream al uso, sino que debido a un presupuesto (30 millones de dólares) mayor a lo acostumbrado, se permite mayores concesiones y un tono en parte más asequible para el gran público que en la citada Cube u otras como Cypher (2002) o Nothing (2003). De ahí que haya contado con una distribución masiva por primera vez en su carrera, y un estreno mundial sin escatimar en publicidad. Sin lugar a dudas, un arma de doble de filo, pues entendamos que, salvo por el clímax final y sin entrar en comparaciones con lo anterior de Natali, no deja de ser una propuesta (un poco) difícil. Por tanto, es preferible que el espectador poco asiduo a estos derroteros no se deje engañar por uno de los carteles que rezaba un típico “Hará lo que sea para conquistarte”, después de leer “Del director y los productores de El laberinto del Fauno y…Transformers”.

La historia obedece paso a paso, y con una diferencia bien marcada, los actos básicos:

* No hace falta confirmar que habrá algún SPOILER.

Comienzo: Concepción del experimento. Natali va al grano, y a poco del inicio nos presenta a la futura Dren; un trucaje digital realmente detallado y creíble (los chicos de KNB, premio en Sitges del pasado año, se han lucido) que vemos en movimiento por primera vez en una secuencia homenaje/plagio al famoso ataque de la cría alienígena a Nutz y Ripley en Aliens: El regreso (Aliens, 1986). También conocemos a los protagonistas humanos, y no sé si será porque la visioné doblada (pido disculpas) o si esa era la intención de su responsable, pero Brody y Polley resultan un poco cansinos y sobreactuados.

Nudo: Dren, que ha sido bautizada de ese modo dando la vuelta a Nerd (¡!), ha crecido. Lo que antes era un bebe cabezón con inmensos ojos, ahora es un atractivo (entiéndase, de cuerpo curvilíneo y apariencia extrañamente hipnótica, pero sigue siendo un bicho) ser de elevada estatura y facciones más humanas. Es aquí cuando toman forma debate y crítica al mundo de la clonación y experimentos con células de variada índole. Aquello del bien o el mal o de creerse Dios. El mensaje del filme, vaya. En esta parte, al ser Dren madura, empieza a experimentar el deseo (por Brody), y esto descarrila en una grotesca y surrealista escena de sexo que, desde ya, es para John Trent la más divertida y original que nos ha ofrecido el celuloide desde la del espejo en Instinto básico (Basic Instinct, 1992).

Desenlace: Es la parte más floja. La atmosfera intimista e incluso atrevida que rodeaba la película hasta el momento queda diluida por un clímax convencional. Supongo que la intención era contentar a un mayor número de espectadores metiendo un poco de acción y de correr para aquí y para allá. Algo que en otro tipo de película hubiese funcionado, pero no cuaja con lo que nos propuesto en la hora y media anterior. No obstante, dicho desenlace guarda de nuevo alguna situación con mala leche y unos efectos especiales notables.

La conclusión es que Splice está llena de errores y virtudes. Es tan entretenida como uno se muestre predispuesto a disfrutarla; o tan aburrida y ridícula como uno crea según sus expectativas anteriores o mala información. En lo personal, un producto de ciencia ficción digno, de factura visual arrebatadora, buenas ideas en ocasiones bien resueltas y con suficiente carga argumental nítida e interesante para el debate. Aunque sigo dándole vueltas al por qué dos buenos intérpretes como Brody y Polley se pasan media película haciendo gestitos.

miércoles, 19 de enero de 2011

Esto ha sido 2010. Volumen II: Lo mejor

Este año, como tantos otros desde que empezase el siglo XXI, la cosecha de “lo mejor” en el ámbito cinematográfico, más si cabe en los géneros que aquí nos ocupan, debe hacerse con lupa. Y no porque haya poco que destacar, sino porque, si nos ciñésemos a lo que les apetece estrenar en cines en nuestras tierras, o al menos distribuir en Dvd y/o Blue-Ray, la cosa estaría difícil para llenar un top ten. Otros años sí me he ceñido a dichos parámetros a la hora de elaborar las listas, obteniendo como consecuencia, y en los últimos puestos, varios títulos que, si bien recomendables, en un mundo perfecto no habría motivos para ponerlos en una lista referente a lo mejor del año. Con esto de Internet la cosa cambia. Más que nada porque, a fin de cuentas, muchas de las mejores, más originales y potentes obras, ya sea de terror, ciencia ficción, fantástico, thriller o acción, nos llegan en este nuevo “formato”, y no en cines ni estanterías de video club o tiendas. Así, la única forma de conocer comentadas y a veces premiadas (en festivales especializados, se entiende) películas procedentes de Japón, China, Corea, Tailandia, Francia, Inglaterra, Rusia, Finlandia, Noruega, Australia, Alemania, o incluso de los mismos Estados Unidos, por citar solo algunos países, es tirando de las citadas “descargas ilegales”. Efectivamente, esas que nos quiere prohibir nuestro querido gobierno socialista y liberal, porque dicen que quieren defender la cultura censurandola, y de paso enriquecer un poco más a sus amigos mafiosos de la SGAE. Pero no entremos en esas polémicas ahora, pues esto se alargaría demasiado y debemos ir al grano. ¿Qué ha sido, para John Trent, lo mejor de 2010?




10. A Serbian Film
La película polémica del año. Siempre hay alguna, y este le ha tocado, con todas las de la ley, a esta incomoda y extrema producción serbia. Polémicas aparte, A Serbian Film consigue todo lo que se propone; repugna, impacta, sobrecoge y estremece. Vamos, que indiferente no dejará absolutamente a nadie. La realidad de sus interpretaciones y lo dinámico de su dirección hacen que cada aspecto macabro sea todavía más aterrador. Podemos apartar la mirada, pero desgraciadamente lo que exponen aquí es un mal real, y el cine de denuncia no tiene porque dejar de ser explicito. Aunque el mal gusto de determinada escena no tenga demasiadas excusas...

9. Monsters

Una película de monstruos sin monstruos. No es que no salgan, que lo hacen en contados (y magníficos) momentos, pero me da que el titulo hace referencia a otro tipo de monstruos: los humanos. Más bien una odisea de amor imposible en un desesperanzador contexto social. Se trata de una de las grandes sorpresas de este año. La publicidad o el titulo engañarán, para mal, a más de uno que espere otra cosa, pero a tantos otros nos engañará para bien.

8. Toy Story 3

Ya sabéis que aquí se habla mucho sobre películas violentas. En este mismo top ten varias de ellas resultan más crudas de lo que habitualmente (mainstream) se ve en las salas comerciales de nuestro país. Pero John Trent también tiene su corazoncito, y estos muñecos consiguieron hacer migajas con él. Nostalgia de cuando el primer Toy Story me hizo disfrutar como el niño que era hace dieciséis años, y que aún considero como lo mejor que ha hecho la gente de Pixar. Toy Story 3 no queda muy lejos de aquella, y les agradezco haberme hecho sentir de nuevo esa inocencia perdida. Que bonito me ha quedado.



7. Dream Home (Wai dor lei ah yut ho)

Algunos se pensarán que esto de la burbuja inmobiliaria solo lo sufrimos nosotros, los, valga la redundancia, sufridos españoles. No señor. Se trata de un mal globalizado, y en China la cosa está incluso peor; sin embargo, la protagonista de esta divertida, a la par que reflexiva, película de ¿terror?, ¿humor negro?, ¿drama?, ¿thriller?, ha optado por darle una solución radical.

6. Frozen

Películas de supervivencia hay muchas. Los survival, enmarcados en situaciones al límite con feroces animales con principal enemigo (físico) a batir (o simplemente temer), han dejado alguna buena cosa y también bastante morralla. Frozen es uno de los mejores survival en lo que llevamos de siglo XXI. No hay héroes de ultima hora, ni más difíciles todavía en pro de la salvación. La realidad choca con los helados huesos de los protagonistas, y con nosotros mismos.

5. Shutter Island

Scorsese lo hizo una vez más. También se recuperó, pues, pese a no haber hecho película mala en su última etapa, tampoco acababa de deslumbrar. Y no, Infiltrados (The Departed, 2005) no termina de ser valida, pues se trata de un remake con demasiadas similitudes y planos calcados. Sin embargo, ha sido la visita a un género que (casi) nunca ha tocado, el que le ha llevado a hacer una de sus mejores películas, no ya de estos últimos años, sino de su carrera. ¿Exagerado?, opiniones habrá de todo tipo, pero está claro que la dirección, las interpretaciones, la banda sonora, el guión…todo en esta película es soberbio.




4. Origen (Inception)

Tal vez, la película del año. Esto no quiere decir que sea la mejor, aunque sí se sea de las mejores. Lo que viene a decir es que de ninguna película se ha hablado más, ya sea para bien o para mal (indiferencia 0), y pocas películas de este año crearán tanta escuela como ella. Christopher Nolan se confirma, cada vez más, como el máximo responsable en el cine comercial actual de mantener altos niveles de calidad, seriedad e incluso estilo de autor, sin apartarse del cine puramente blockbuster. Cine para pensar sin necesidad de dejar las palomitas. Aparte, no es casualidad que Leonardo DiCaprio también sea protagonista de Shutter Island; menuda carrera se está labrando este tío…

3. Enterrado (Buried)

Si meses antes del estreno de Buried me dijesen que una película española, en la que hay que ver hora y media seguida a Ryan Reynolds, y que se desarrolla por completo en un ataúd, podría parecerme una de las tres mejores del año…me reiría de él. No ha hecho falta ejercer el recurso de la risa, pues Buried me dejó lo suficientemente serio y pegado a la butaca durante esos noventa minutos. Y Reynolds, de aplauso continúo. Que burrada de película minimalista la que se ha sacado de la manga el bueno de Rodrigo Cortés.

2. 7 Days (Les 7 jours du talion)

La venganza ha sido un tema fuerte durante 2010. Y no sólo porque se hayan producido bastantes películas de venganza/justicieros, sino porque varias de ellas han sido de gran calidad. Tanto, que aquí tenéis las dos primeras de mi lista particular sobre vengadores extremos. Pero cuidado, porque 7 Days  no es una película de venganzas al uso. A lo largo de dos horas nos enfrentamos a dilemas morales tan realistas y duros como la propia venganza que se cobra el protagonista. Solo escuchar la última frase de éste te deja los pelos como escarpias mientras le das al coco.




1. I Saw the Devil (Akmareul boatda)

El cine surcoreano traza cada año nuevos caminos con los que el celuloide debe guiarse y venerar. El estilo y potencia visual de muchos de sus cineastas es algo que debería extenderse como un virus. Dentro de esos talentos se encuentra el director de esta cuasi obra maestra, Kim Ji-woon, que uniendo a dos pesos pesados de la interpretación, otra banda sonora (por allá se están currando unas partituras de impresión últimamente) y un guión escalofriante e inteligente, ha conseguido una de las mejores y más originales películas sobre la venganza de todos los tiempos.

La otra hija (The New Daughter, 2010)


Un padre divorciado al cargo de sus hijos, un niño, y una niña a las puertas de la pubertad, compra una casa en un pueblo alejado de la ciudad. La hija pre-adolescente, como suele pasar en esas edades, se la tiene jurada al padre por aquello de apartarla de sus amigos y de las discotecas light. Un problema menor, pues la verdadera pesadilla comenzará cuando ésta descubre un montículo cercano a la casa. Se dice, que en la zona habitaba una especie de seres malignos que, antes de enfrentarse a su extinción, hicieron unos cuantos rezos no precisamente cristianos.

Cuando se anunció que La otra hija no vería las salas comerciales de Estados Unidos, algo empezó a oler mal. No obstante, que una película que previamente ha creado cierta expectación, cuenta con presupuesto decente y una estrella en su reparto, quede relegada al mercado domestico no tiene que hacernos pensar en lo peor. Pudiera ser que, aún tratándose de un buen producto, genial incluso, no sea fácil de vender por su temática, su fondo, su forma o por todo a la vez. Nunca se sabe. Pero, fueron las primeras impresiones que vinieron de allá, y posteriormente de algunos festivales especializados, como el de Sitges, las que bajaron definitivamente las expectativas.

La otra hija sí consiguió llegar a los cines españoles, aunque su paso fue tan invisible y deprimente como la ausencia de los políticos en las colas del paro. Si antes hablaba de expectativas no era porque tengamos a Kevin Costner de protagonista, pues bastante acabado está el hombre, ni porque le acompañase la niña de El laberinto del Fauno (2006), Ivana Baquero. Las expectativas, al menos las mías, se debían a que Luis Berdejo, co-guionista de la magnifica Rec (2007) y director de algunos cortos bastante curiosos, se iniciaba en esto del largo.

El principal problema se empieza a notar a la media hora, y no es otra cosa que el guión. La puesta en escena no está mal (Berdejo compone algunos planos muy inteligentes, y se muestra sobrio casi siempre), la banda sonora tampoco, y las interpretaciones cumplen más o menos; pero el libreto, firmado por John Travis (adaptando, a su modo, una novela de John Connolly) por momentos deja de ser fumable. Más que un guión propiamente dicho, lo que tenemos es un cúmulo de ideas, convertidas en historias que, de algún modo, forman un nexo de unión en las casi dos horas de metraje. Aunque la historia en sí es la misma, la del padre que llega con sus dos hijos a una nueva casa de esas que “ocultan algo”, poco a poco el batiburrillo nos lleva por sitios variados; tenemos un thriller con hija psicópata, rollo La huérfana (Orphan, 2009); o también un típico filme de casas malditas; o también una de terror con bichejos; y todo con un poco de drama por allí, un poco de brujería por allá, o un poco de “¡parar esto ya…coño!”, en los que nosotros nos concierne. No es que el aquí firmante no sea capaz de aguantar variedad de géneros y temas insertados en la misma película (nada más lejos de la realidad), sino que le jode que un guión escrito de forma descuidada le ponga dolor de cabeza.

Berdejo pone en imágenes dicha trama, o tramas, con un acertado gusto por la narración clásica del género de terror. No se olvida de algún susto fácil, pero, en general, el suspense creado, sea más o menos efectivo, lo basa en el movimiento de cámara y los elementos de los que dispone en pantalla; el ataque a la niñera por parte de los “seres malignos” se resuelve dejando la acción al otro lado de una puerta, con el ruido y el movimiento del pomo como indicadores de la gravedad de la situación; y sobretodo magnifico, planificación heredada del mejor Shyamalan, es el plano que cierra la película.

Lastima que, como ya comenté, La otra hija se resienta de un guión flojo y mucho más confuso que complejo, más aburrido que intrigante. Tampoco faltan elementos inconclusos (el presunto romance de Costner con la profesora que interpreta Samantha Mathis) y otros no se desarrollan lo suficiente (el personaje del científico y su visita al pueblo). No sabe a decepción, pues a estas alturas poco se esperaba de ella, pero nos quedamos con ganas de ver el verdadero talento que, a priori, puede plasmar en pantalla su director.

jueves, 13 de enero de 2011

Taquilla España: De turismo por Venecia con Jolie y Depp


Angelina Jolie y Johnny Depp han encontrado un gran respaldo por parte del público español. No será por la película en sí, pues las opiniones son poco menos que horrendas, pero resulta que ver en el cartel los rostros de sus famosos protagonistas ha servido para colocar The Tourist dos semanas en lo más alto de la lista. Al contrario que en Estados Unidos, por Europa, y concretamente en España (donde por ahora recoge un 8% del total internacional), le están yendo las cosas mucho mejor a este remake de la película francesa La vida privada de Anthony Zimmer (Anthony Zimmer, 2005). Aquí, lleva ingresados 6,2 millones de euros en diez días.

También curioso (o tal vez no) es el éxito, al contrario que en Estados Unidos, de Los viajes de Gulliver (Gulliver´s Travels). La cosa protagonizada por el normalmente insoportable Jack Black está consiguiendo un éxito en España proporcionalmente mayor a gran parte del resto de países. Las navidades han ayudado mucho, así como el 3d (factores que, sin embargo, no han ayudado a Tron: Legacy, condenandola al olvido tras menos de un mes y con poco más de 3,5 millones en la cuenta), llevando su total, en tres semanas, a unos notables 7 euros. Aún tiene cuerda para llegar a los 8,5 o incluso los 9 millones, lo que es poco alentador para los pobres niños (y sus sufridos padres).

Bajando del segundo puesto, el top ten ha sido renovado casi por completo. Cinco han sido los estrenados que han encontrado su plaza, con distintos resultados. Al que mejor le ha ido es a Camino a la libertad, lo nuevo del reputado director Peter Weir, que se hace con un muy decente estreno alrededor de los ochocientos mil euros (a los que hay que sumar cerca de trescientos mil más correspondientes a los días previos al viernes).

Un puesto más abajo, aunque levemente por encima en cuanto a recaudación por sala, tenemos la comedia romántica Como la vida misma (Life as we know it), con unos correctos setecientos ochenta mil euros, para un total en los cinco días de algo más de un millón. Por cierto, fijaros si son cutres y vagos los individuos que tenemos de “traductores”, que la han colado el mismo titulo que obtuvo por estos lares Dan in Real Life, protagonizada por Steve Carrell y que se estrenó en 2007. Y tanta gente en el paro...

Con menor suerte entra Los próximos tres días  (The Next Three Days), el thriller protagonizado por Russell Crowe que ya fue un fiasco en Estados Unidos y que, en este caso, no conseguido por aquí cambiar su suerte. Los seiscientos ochenta mil euros (casi un millón en el total) no son un dato nefasto, pero quedan algo lejos de lo deseable para una producción de estas características.

El cine español ha tenido dos estrenos muy dispares. Por un lado, el drama También la lluvia encuentra su público y posiblemente crezca en las próximas semanas gracias al boca-oreja y a sus recientes nominaciones a los premios Goya (aunque me cuesta creer que estos premios interesen todavía a alguien que no sean los implicados). Su arranque se sitúa en seiscientos veinte mil euros, algo más de ochocientos mil contando los días previos; Hasta el puesto trece tenemos que bajar para encontrarnos con No controles, que se ha estrellado estrepitosamente y se podría decir que de forma inesperada; no es que se esperase un gran éxito, pero sí algo más de los doscientos treinta mil euros arrascados (poco más de trescientos mil en total).

Puedes ver la lista completa en Labutaca.net

Altitude (2010)


Un grupo de amigos se reúne para hacer un viaje en avioneta. Una vez circulando por las alturas, la tranquilidad queda truncada cuando, de pronto, el cielo oscurece y comienza un nuevo rumbo a lo desconocido. Con el combustible bajo mínimos y sin poder comprender lo que sucede, la cosa se complicará todavía más cuando un gigantesco monstruo haga acto de presencia.

Recuerdo, valga la rima, aquella sensación de inmersión que sentía de niño cuando, delante del televisor y con las luces de la habitación apagadas, me disponía a ver series como En los límites de la realidad (Twilight Zone, 1959-1964) o Cuentos asombrosos (Amazing Histories, 1985-1987). La magia, unas veces malévola y otras inofensiva, que desprendían sus imágenes, sus bandas sonoras, sus carismáticos interpretes o en ocasiones sus moralejas sociales eran platos fuertes de una parrilla televisiva que, desgraciadamente, hoy en día se ha convertido en lo más parecido a un montón de excrementos apilados.

No es que me haya dado la vena nostálgica; pero viendo Altitude me vinieron a la mente esas imágenes. Con esto, aunque adelante mucho los acontecimientos, no pretendo decir que estemos ante una gran película. Lo que sí tengo claro es que su director, Kaare Andrews, cortometrajista y reputado escritor y dibujante de cómics, que ahora se inicia en el largo, es fan de aquellas series y de niño tenía las mismas sensaciones al sentarse frente a la pequeña pantalla. O puede que sea su guionista, un tal Paul A. Birkett, quien fuese fan de una de las mejores porciones televisivas de la historia (he dicho); aquel episodio de En los limites de la realidad en el que un hombre con pánico a volar contemplaba histérico como un pequeño monstruo, situado en un ala del avión en el que viaja, amenaza con derribarlo.

Con esas influencias y con alguna más a los textos de Lovecraft, cualquiera estaría dispuesto a crearse altas expectativas. Pero, amigos, no vayamos tan deprisa. Como dije, no es una gran película. Catalogarla como buena o mala depende un poco de la predisposición de cada uno; está claro que Andrews no ha conseguido plasmar al cien por cien, puede que ni al cincuenta por cien, la magia de la fantasía y la ciencia ficción añeja, ni tampoco el alucinante universo de Lovecraft, con el que juega sobretodo a través de la presencia, muy efectiva en los (pocos) minutos que le dan cancha, de un monstruo de grandes tentáculos que convive con los protagonistas en una especie de dimensión paralela; o esos apuntes de cómic-realidad con homenaje incluido a los Vault of Horror.

Altitude resulta entretenida y decente en todo momento. Sorprende que sus jóvenes y guapos protagonistas no lo hagan nada mal, y nos consigan involucrar en los acontecimientos. Sorprende también la cuidada atmosfera de pesadilla y, en general, la factura que desprende un producto que ha sido creado para la distribución en video. Por tanto, la cosa no anda mal; el problema llega si dejamos de ser conscientes de que estamos en el 2011 (desgraciadamente, hay cosas que ya no se hacen y puede que no se hagan nunca más) y esto, en realidad, no es más que un nuevo producto para adolescentes. Aunque ojo, en varios apartados se encuentra por encima de la media de los productos que les suelen destinar.

La trama se digiere sin problema. No hay momentos de entusiasmo, pero tampoco bajones de interés. En varias ocasiones es mejor poner la mente en blanco y dejarse llevar. Básicamente, entrar en un juego onírico que termina por escapar de cualquier lógica narrativa, hasta llevarnos a un clímax final que trae consigo varios “finales sorpresa” que no resultan dañinos, pero tampoco sorprendentes. Y a fin de cuentas eso es Altitude, una fantasía teenager de consumo rápido y sin efectos secundarios, que demuestra una vez más como el mercado domestico, sin necesidad de causar estragos, puede ofrecer simpáticas propuestas bien realizadas y con unos medios más que aceptables.

Taquilla USA: Los Coen mandan, y Nicolas Cage se hace un (pequeño) hueco


El año ha empezado con un inesperado líder. Lo nuevo de los hermanos Coen, aquí titulado Valor de ley (True Grit), se sitúa en la primera posición superando por fin a Ahora los padres son ellos (Little Fockers). Así, el aplaudido western se sitúa, después de cuatro semanas, en un magnifico total de 110 millones, por lo que puede considerarse (sin contar la inflación) el tercer western más taquillero de la historia. La inminente llegada de las nominaciones a los Oscar y la entrega de los Globos de Oro facilitará el trayecto hasta los 150 millones. Todo un éxito para esta producción de poco más de 35 millones adscrita a un género del cual los triunfos comercial, en los últimos treinta años, han sido más bien escasos.

La citada Ahora los padres son ellos desciende a la segunda posición, acumulando, en tres semanas, unos correctos 123 millones. Y digo sólo correctos porque, dejando a un lado que su total se perfila en algo más de la mitad de lo que recaudó la segunda entrega, el presupuesto se disparó hasta los 100 millones. Está claro que, contando la recaudación en el resto del mundo, no habrá de que quejarse; pero seguro que las expectativas estaban varios escalones por encima.

A Tron: Legacy le va algo mejor de lo esperado. No obstante, los 148 millones que acumula en su cuarta semana, siguen tratándose un dato decepcionante. Más que nada porque el presupuesto, aunque varia según las fuentes, se sitúa entre los 200 y los 300 millones, y la recepción en el resto del mundo se mantiene por debajo de lo visto en Estados Unidos; por lo que es probable que finalice su carrera comercial por debajo de los 400 millones. Muy justita, vaya. A su favor, como ya comenté en algún repaso anterior, tiene la cantidad de merchandising que está vendiendo entre los nenes, así como los videojuegos o las más que probables buenas ventas que obtendrá con su venta en Dvd y Blu Ray.

Los estrenos masivos de la semana eran dos; Tiempo de brujas (Season of a Witch) (foto) y Country Strong. Por un lado, Tiempo de brujas, que es el nuevo intento fallido (y van…) de Nicolas Cage por recuperar un poco de la estrella perdida, se tiene que conformar con 10 millones, que de todos modos son alguno más de los esperados. Saben a poco, pero esta producción fantástica de brujería, capa y espada costó unos ajustados 40 millones, por lo que sus responsables (aunque Cage y su caché no tanto) podrán respirar más o menos tranquilos cuando empiecen a contar la taquilla fuera del país; Poco que decir sobre Country Strong, un drama con Gwyneth Paltrow que se queda en los 8 millones y cuya mala recepción por parte de crítica y publico la condena a un temprano olvido.  

Cisne negro (Black Swan), The Fighter y El discurso del rey (The King´s Speech), tres de las favoritas para los próximos Oscars, mantienen pasito a pasito su camino triunfal; 61 millones (seis semanas), 58 millones (cinco semanas) y 32 millones (cuatro semanas), respectivamente, con las altas expectativas de su buen boca-oreja y las previsibles nominaciones.

Puedes ver la lista completa en Boxofficemojo.com

Vuelve Carpenter, más sobre la invasión a Los Ángeles, y una de adolescentes obsesivas

Pese a no tener una pinta muy allá, The Ward, al menos entre los más aficionados al cine de terror, se ha ido haciendo cada vez más popular gracias al nombre su director, John Carpenter. Y no solo porque él sea su director, sino porque se trata de su regreso a la gran pantalla tras diez años, cuando estrenara (la infravalorada, siempre lo diré) Fantasmas de Marte (Ghost of Mars). Cierto es que entremedias se ha sacado de la manga uno de los mejores trabajos de su carrera, y además fabricado para televisión; hablo, por supuesto, de su magistral episodio de la serie Masters of Horror (2005-¿?) titulado El fin del mundo en 35 milímetros (Cigarrete Burns). Sea como sea, la espera para una nueva película propiamente dicha se hizo larga, y es posible que The Ward no haga valido aquello de “la espera ha valido la pena”. En el último Festival de Sitges contó con varios pases, y la sensación general es de decepción. Algo, no obstante, que se puede intuir viendo este manido trailer. Pero, como en esto del cine nunca se sabe, y como gustos hay tantos como culos, esperemos para poder juzgar con verdadero criterio.


Otra de las películas más esperadas para principios de 2011, aunque en este caso a nivel blockbuster, es Invasión a la Tierra: Batalla Los Ángeles (Battle: Los Ángeles). Aparte de un titulo un poco curioso, lo que nos propone es, según dicen (y según parece en sus avances) una mezcla entre la aventura más comercial de Independence Day (1996) y el bélico realista con estética documental de Black Hawk derribado (Black Hawk Down, 2001). Este segundo trailer dura, curiosamente, menos que el anterior (de más de dos minutos pasamos a un minuto escaso), pero le basta para vender bien el espectáculo que puede brindarnos esta prometedora invasión.


Cerremos con el trailer de The Roommate, una nueva producción de terror adolescente que cuenta en su reparto con varias chicas guapas y un tío que, creo recordar, hacia de malo en Crepúsculo (Twilight, 2008). La historia viene a ser un nuevo remedo de lo visto en Atracción fatal (Fatal Attraction, 1987) y similares, con una universitaria siendo acechada por su obsesiva, aunque en principio inofensiva, compañera de habitación. Personalmente, me huele a mierda soft (ya se sabe, el PG-13 y todo eso) con subidas de volumen cada dos segundos, pero no hay que desestimar la labor informativa.