lunes, 31 de agosto de 2009

G.I. Joe (G.I Joe: Rise of the Cobra, 2009)


G.I Joe es un cuerpo secreto del ejército formado por los mejores soldados del mundo. Su trabajo es resolver las misiones más complicadas, y derrocar a los villanos más peligrosos. Una nueva amenaza planea sobre el planeta. Se trata de Cobra, un grupo de terrorismo a gran escala que ha creado un arma capaz de destruir ciudades enteras en cuestión de minutos.

Han pasado cuarenta y cinco años desde que las primeras figuras G.I. Joe salieron al mercado. Y lo hicieron con gran éxito. Tanto que, aún en nuestros días, estos muñecos siguen presentes en el imaginario colectivo. La idea de su creador, Stanley Wenston, era diseñar una línea de figuras para chicos que fuese igual de exitosa que la Barbie para el sexo opuesto. Los muñecos, de corte militarista, estaban inspirados en la película The Story of G.I Joe (1945). Además de los juguetes, G.I. Joe ha estado presente en cómics y una serie animada para televisión. Ha sido ahora, tantas décadas después, cuando Hollywood se ha animado por darles su propia película con personajes de carne y hueso. Para llevar los míticos muñecos a la pantalla se fichó a Stephen Sommers, un director que apuntó maneras con la divertidísima El misterio de las profundidades (Deep Rising, 1998) o las simpáticas La momia (The Mummy, 1999) y El retorno de la momia (The Mummy Returns, 2001), y después perdió enteros con la ridícula Van Helsing (2004). Para los personajes principales, se contactó al ascendente Channing Tatum, a la espectacular Sienna Miller, o a interpretes veteranos como Dennis Quaid (en un papel bastante secundario) o Christopher Eccleston.

No sorprende a nadie si afirmo que, ni Sommers hace una gran labor, ni los intérpretes se esfuerzan más allá de lo justo. G.I. Joe está concebida como un entretenimiento veraniego sin más pretensión que hacer pasar el rato y arrasar en taquilla para, con suerte, crear una franquicia. Hay mil kilómetros entre el significado de buena película y G.I Joe, pero hay que admitir que, al menos en parte, resulta mínimamente efectiva. Las escenas de acción, que ocupan el ochenta por ciento del conjunto, deparan algunas buenas set pieces, pero también otras mediocres y confusas. Da la impresión de que el guión pretende epatar más que interesar, abrumar más que asombrar. Los efectos especiales rayan a buen nivel, pero no hay nada que no hayamos visto en cientos de blockbusters similares. Con 175 millones de dólares de presupuesto lo menos que se puede pedir al invento es que se vea el gasto en pantalla, y parece que Sommers pretende hacer los deberes ordenando, que no dirigiendo, al equipo de segunda unidad y al de CGI. De este modo, la función gana puntos cuando son otros profesionales, y no el director, quienes toman el mando. De ahí que los momentos más intimistas o presuntamente humorísticos no se sostengan por ningún lado. No hay simpatía hacia los heroes, ni odio hacia los villanos (más bien resultan grotescos). Todo se reduce al cúmulo híper vitaminado de fuegos artificiales. Si eso es lo único que se pretende ver, G.I Joe puede ser pasable e incluso, a ratos, disfrutable.

Lo mejor: Algunas escenas de acción, como la larga set piece que tiene lugar en Paris. Y que, al fin y al cabo, sin exigencias, sirve para pasar el rato.

Lo peor: Interpretes poco carismáticos, dirección insípida, diálogos de preescolar…

Valoración (0 a 10): 5

Trailer



Leer critica GI Joe en Muchocine.net

jueves, 27 de agosto de 2009

¡El terror nunca muere!


Para que luego digan que el slasher teen estaba muerto y enterrado. No solo no es así, sino que además las dos películas de terror más taquilleras en lo que va de año pertenecen al subgénero. Contra todo pronostico, San Valentín sangriento (My Bloody Valentine 3d) ha superado (y aún tiene que estrenarse en varios países, entre ellos el nuestro) a Viernes 13 (Friday the 13th), que ostentaba dicho honor hasta hace unos días. Lo curioso del caso no es que ambas sean slashers, sino que se trata de sendos remakes. Es decir, que el subgénero que muchos pensaban muerto tras el revuelo de Scream, vigila quien llama (Scream, 1997) y sus (mediocres) alumnos, vuelve a cobrar vida y, menos mal, sin alergia a la sangre. San Valentín sangriento lleva recaudados 93 millones (hablaré siempre en dólares y cifras mundiales), mientras que Viernes 13 dejó de vender entradas en los 90 millones. La ventaja de San Valentín sangriento frente a Viernes 13 ha sido la floja acogida de la segunda fuera de Estados Unidos. También hay que tener en cuenta la posibilidad del visionado en tres dimensiones, algo que, a parte de subir el precio de la entrada, puede llevar a los cines espectadores que, de otro modo, quizás no hubiesen pagado. Ambas han contado con presupuestos de 18 millones de dólares. No hay que ser matemático para darse cuenta de que alguien por Hollywood nada en oro.


El tercer puesto lo ocupa el regreso de otro clásico, en este caso de carne y hueso. Hablo, por supuesto, de Sam Raimi y su Arrástrame al infierno (Drag Me to Hell), que pese a no haber cumplido las altas expectativas económicas que se preveían, tampoco se puede quejar con los 80 millones acumulados hasta la fecha, que fácilmente podrían llegar a 90 en las próximas semanas; La sigue de cerca La semilla del mal (The Unborn), que, aunque la pésima opinión que ha despertado llame a lo contrario, se ha hecho con unos más que correctos 76 millones; Muy cerca tenemos Exorcismo en Connecticut (The Haunting in Connecticut), éxito sorpresa en Estados Unidos que aún está intentando hacerse un hueco en el resto de mercados. No obstante, los 74 millones amasados hasta ahora son bastantes más de los previstos para esta pequeña producción que, hace unos meses, pensaban lanzar directamente en formato domestico; Más bajo en la lista echamos un vistazo a La huérfana (Orphan), que aún espera estrenarse en medio mundo, mientras que en Estados se ha hecho con unos muy decentes 40 millones. Su total mundial actualmente se sitúa en 47; Por su parte, La última casa a la izquierda (The Last House of the Left) no ha salido tan bien parada. Este remake del clásico de Wes Craven es una propuesta más dura y difícil de vender, y eso se ha reflejado en la taquilla. De todos modos, los 44 millones obtenidos son suficientes para suplir los pequeños gastos de producción; Presencias extrañas (The Univited) es mucho más accesible al gran publico, pero se ha encontrado con el cansancio de muchos espectadores hacia los remakes de títulos del terror oriental reciente. Los 40 millones acumulados son menos de lo esperado, aunque, igualmente, dado su reducido presupuesto no ha sonado ninguna alarma.

Todavía quedan cinco meses para concluya este 2009, y el género de terror tiene varios ases guardados en la manga. En algunos casos, lo más probable es que superen las cifras de de San Valentín sangriento. El estreno más potente es el de Saw VI, una saga que, aunque para muchos (me incluyo entre ellos) ya esté más que quemada, por alguna razón sigue teniendo éxito año tras año. Esta vez debemos añadir que se estrenará en tres dimensiones, lo que a buen seguro la concederá unos cuantos espectadores más; Otro éxito en potencia es Jennifer´s Body, que cuenta con el morbo de dos mujeres, la protagonista Megan Fox y la guionista Diablo Cody. Si a esto le añadimos una trama juvenil, banda sonora pop-rock para llenar dos discos y bastante gore (de cachondeo) todo apunta a que será un hit dentro de muy poco; Rec 2 calienta motores para aterrar a medio mundo (las ventas mundiales se prometen sorprendentes) y convertirse en el taquillazo del año del cine español; El mismo día se estrenarán Destino final 4 (The Final Destination) y Halloween 2, ambas con buenas previsiones de éxito y, sobretodo la segunda, muchas más expectativas dentro del sector fan, que espera que Rob Zombie eche el resto de una vez y nos regale emociones fuertes junto a Jason Vorhees; Más en duda se encuentran Zombieland, comedia zombi con Whoody Harrelson, Splice, aproximación al género de Vicenzo Natali, Giallo, nuevo ídem de Dario Argento, o The Stepfather, thriller de terror con psicópata; Para (casi) cerrar el año, y esperemos que bien, tendremos la esperada El hombre lobo (The Wolf Man), con Benicio del Toro y Anthony Hopkins, un presupuesto que, dicen, podria ascender a los 100 millones, y cantidad de expectativas alrededor.

La puerta (The Gate, 1987)


Dos amigos, Terry y Glen, descubren en el jardín de la casa del primero un extraño hoyo. En realidad, se trata de una puerta que servirá a los demonios para entrar en nuestro mundo. Para evitar que las fuerzas del mal consigan su propósito, deberán hallar la forma de cerrar para siempre esa puerta.

Hablar de una película como La puerta, es lo mismo que hablar de otras tantas series b estrenadas a lo largo de los ochenta. Muchas de ellas, mejores o peores, tienen una cualidad innata para enfrascarnos en la historia. Podríamos decir que hay una magia, buscada o no, que es muy difícil ver en pleno siglo XXI. Suena un poco al dicho cascarrabias de “cualquier tiempo pasado fue mejor”, pero, al menos en este sentido, hay que admitir que no hay comparación. La puerta no es de las mejores obras del terror ochentero, aunque si es una de las más presentes en muchas infancias, incluida la mía. El terror que me producía esta simpática historia de demonios, monstruitos creados por stop motion y el rollo juvenil pseudo hortera tan típico de aquellos años, era equiparable, cuando a penas levantaba un metro del suelo, a lo que ahora puedo sentir viendo Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979) o El exorcista (The Exorcist, 1973). Obviamente, vista ahora tiene más de terror blandito, aderezado con toques de comedia adolescente, que de película que nos haga ensuciar los pantalones. Pero es el recuerdo, la nostalgia, lo que hace que todo fan del género (o al menos unos cuantos) la haya mantenido en su memoria como un pequeño clásico de culto.

La historia es interesante, el desarrollo, en algunas partes, también, además de siempre entretenido. Tenemos al chaval problemático (un jovencísimo Stephen Dorff), a su inseparable friki-amigo (un niño algo repelente con gafas de culo de vaso), y a la hermana que parece ir “a su bola” pero que luego es muy buena y detallista con los suyos. En la amistad entre los dos primeros, y más tarde la unión de la tercera, surge algo así como una (tenebrosa) aventura de colegas, siempre con la casa como único y aprovechado escenario. Los efectos especiales, vistos en la actualidad por alguien acostumbrado al CGI más caro, pueden resultar cutres y desfasados, pero para los que disfrutamos del arte del maquillaje a mano, del stop motion y de los animatronics de toda la vida, La puerta significa un placer para la vista en algún que otro momento (la reunión de monstruitos para dar la bienvenida a su gigantesco jefazo), y aunque en general no sea nada del otro mundo, elementos como los citados efectos especiales o varios guiños míticos a grupos de música heavy, hacen de ella una agradable peliculita.
Por cierto, ya se prepara un remake, que dirigirá un tal Alex Winter y, se dice, se podrá ver en tres dimensiones.

Lo mejor: Los efectos especiales, creados mediante stop motion, la banda sonora y la curiosidad de ver a Stephen Dorff de niño.

Lo peor: Algunos diálogos demasiado ingenuos, y una dirección algo torpe (fallos de raccord obvios).

Valoración (0 a 10): 6,5

Trailer

domingo, 23 de agosto de 2009

Los bastardos de Tarantino se estrenan por encima de las previsiones

Había mucha gente pendiente del resultado en taquilla de Malditos bastardos (Inglorious Basterds). Por un lado, los propios productores, los hermanos Weinstein, tienen sus esperanzas (económicas) de futuro depositadas tanto en ésta como en Halloween 2, que, curiosamente, se estrena el próximo fin de semana en Estados Unidos. Si la película de resultaba ser un fracaso (algo que no pocos pronosticaban), su futuro se traducía en color negro. También estaba a prueba la carrera comercial de su director, Quentin Tarantino, que fracasó estrepitosamente con el díptico de Grindhouse (2007) junto a su colega Robert Rodríguez. Un nuevo fiasco en taquilla de tal calado le pondría las cosas difíciles al genio que creó Pulp Fiction (1994), de cara a futuros proyectos. Por último, se encontraban las expectativas, tanto de defensores como de detractores, de ver si la tan comentada película se la pegaba o resultaba ser todo un éxito. La duda era razonable, pues las producciones bélicas llevan unos cuantos años sin funcionar en la taquilla, y a su vez, el cine de Tarantino, pese a contar con una legión de incondicionales, no es demasiado accesible al resto de espectadores. Por tanto, las previsiones iniciales le otorgaban unos correctos 25 millones de dólares para su estreno. Una cifra con doble lectura, pues al ser un producto que tendrá una recepción dispar entre el público, su descenso sería abrupto y terminaría por sumar poco más de 50 millones. Para sorpresa de la mayoría, Malditos bastardos ha contado con un estreno por encima de las previsiones más optimistas. El gancho de Brad Pitt, los fans de Tarantino y los curiosos guiados por una campaña publicitaria excelente (aunque posiblemente engañosa) han conseguido que sus tres primeros días haya recaudado unos excelentes 37 millones. Aunque el descenso en semanas venideras esté dentro de las previsiones, los 80 millones están asegurados. Una cifra más que correcta que, a buen seguro, será superada sin problemas en el resto del mundo. Se trata, a su vez, del mejor estreno para una película dirigida por Tarantino, superando los 25 millones de Kill Bill Vol. 2 (2004).

El reino prohibido (The Forbidden Kingdom, 2008)


Un adolescente, fantástico del cine de artes marciales, asiste a la muerte de un anciano, dueño de una tienda de material asiático al que es asiduo. Antes de morir, el anciano le entrega un amuleto que, dice, guarda una leyenda. Pronto, el joven se verá viajando, sin pretenderlo, a una época diferente.

Curioso. El año pasado fue elegido por cuatro de los actores más populares y aclamados, cada uno a su modo, para unirse por primera vez en una pantalla tras largos años de respectivas carreras. Por un lado, tuvimos el tandem formado por Al Pacino y Robert DeNiro en Asesinato justo (Righteous Hill). Aunque ya habían compartido créditos en otras películas, aquí compartían planos por primera vez. También tuvimos el de la propuesta que nos ocupa, con las dos estrellas (vivas) de artes marciales más populares, Jackie Chan y Jet Li. Y es curioso no solo porque decidieran juntase por fin, sino porque las películas elegidas para tal unión no son nada del otro jueves. Todo esto le lleva a uno a preguntarse el porqué de tales decisiones ahora y no antes, con la de guiones, seguro que varios mejores, que han tenido que pasar por sus manos. Pero las cosas están así, y lo cierto es que El reino prohibido no es una película que haga daño a la vista, pero no es merecedora de constar en la historia como el pedazo de celuloide que junto a las dos estrellas de artes marciales de finales del siglo XX y principios del XXI.

En El reino prohibido se funde el wuxia propio del cine oriental, consecuentemente aderezado y estilizado de cara a su visión occidental, con el cine de aventuras juvenil made in Hollywood. El resultado es decepcionante por encontrarse protagonizada por Chan y Li, aunque, de no tener nada que ver con ellos, estaríamos hablando de una entretenida fantasía de artes marciales, que cumple sin problemas su cometido de hacernos pasar el rato. Con todo, habría que añadir que quince minutos menos ayudarían al conjunto. No hay mucho que contar, por lo que, una vez puestas las cartas sobre la mesa, lo único que devuelve nuestros ojos a la pantalla son las escenas de acción, bien coreografiadas y efectivas, pero carentes de originalidad. El resto no tiene demasiado interés, pese a que tan solo ocupe un veinte por ciento de la trama. El reino prohibido está dirigida con labor de artesano por Rob Minkoff, que ahí donde le veis fue el director de una de las mejores y más exitosas películas de animación de la historia, El rey león (The Lion King, 1994).

Lo mejor: Ver a Jackie Chan y Jet Li unidos en pantalla, y peleando en una escena (pero con cables). Y bueno, quitando algunos momentos, es entretenida.

Lo peor: A parte de que se podía haber sacado mucho más provecho de la propuesta, el chaval protagonista es un tanto repelente.

Valoración (0 a 10): 5

Trailer

sábado, 22 de agosto de 2009

¡Primer trailer de Avatar! ¡Que caigan las babas!


Por fin. Se ha hecho larga la espera para poder ver imágenes en movimiento, pero están aquí. He visto el trailer varias veces y mis impresiones han variado en cada visionado…a mejor. Estaba claro que con un presupuesto que, dicen, ronda los 300 millones de dólares (la película más cara de la historia), no se van a arriesgar con una calificación R en Estados Unidos. Es por ello que, con sus batallas incluidas, Avatar tiene toda la pinta de ser una aventura épica apta para todo tipo de publico, tanto mayores como pequeños, apartándose así de la ciencia ficción, y la acción, de caracteres violentos que (casi) siempre ha abordado su director. Avatar no solo es una de las películas más esperadas del año por su espectacular historia o sus avances tecnológicos, sino también porque se trata del regreso a la dirección de James Cameron (producciones IMAX a parte) desde que triunfará por todo lo alto con Titanic (1997). En todo este tiempo ha ido meditando, puliendo y esperando al momento preciso para llevar a la gran pantalla lo que habitaba en su mente. El resultado es este nuevo universo, en el que un humano, parapléjico y veterano de guerra, es transformado a imagen y semejanza de los Na´vi, una especie humanoide. Infiltración, efectivamente, pero surgirá una historia de amor, llamémoslo interracial, y una guerra de por medio en la que los Na´vi se enfrentan a los humanos. Todo esto podrá ser visto, para soltar babas varias, en tres dimensiones. En el reparto, el ascendente Sam Worthington, una vieja amiga de Cameron, Sigourney Weaver, y la machowoman Michelle Rodriguez.

sábado, 15 de agosto de 2009

District 9, de pequeña propuesta a una de las películas del año

En España no la podremos ver hasta el mes que viene, pero en Estados Unidos está causando sensación desde ayer. District 9, producción apadrinada por Peter Jackson, y dirigida por un coleguita suyo, el hasta ahora desconocido Neil Blomkamp, lleva causando la histeria fan a través de Internet desde hace meses. Algo parecido a lo que ocurrió con la magnifica Monstruoso (Cloverfield, 2008), con la que District 9, además, guarda no pocos puntos en común. La campaña viral, tan de moda hoy en día, ha ido transformando a District 9 poco a poco. Lo que en principio parecía una pequeña película de ciencia ficción dirigida a un sector determinado del público, al final se ha mostrado como uno de los acontecimientos del verano, tanto a nivel comercial como artístico. Las expectativas han ido creciendo, las incógnitas, inteligentemente, se han ido resolviendo muy despacio. Hablaré dentro de unos días de su resultado en la taquilla de Estados Unidos. Mientras, aquí os dejo su segundo trailer, más explicito y, a cambio, más espectacular que el anterior. No se vosotros, pero en lo que a mi respecta no voy a dejar uñas en las manos de aquí a un mes.

martes, 11 de agosto de 2009

Los G.I Joe no son suficiente para vencer a la taquilla

G.I Joe: The Rise of Cobra, aquí conocida como G.I Joe a secas, es uno de esos extraños casos en los que, pese a que no vaya a ser ningún éxito, sus responsables están más o menos contentos. Me explico. Cuando se inicio el rodaje, la película se perfilaba como uno de los platos fuertes para este año. A medida que el proyecto avanzaba, y sobretodo a pocas semanas del estreno, tales previsiones fueron menguando, pasando de ser uno de los blockbusters del año a una más en la cartelera veraniega. Las malas impresiones, sin aún ser vista, que despertaba por Internet fueron el primer aviso. Después, la negativa de sus creadores a ofrecer pases previos, tanto a público como a crítica, disparó del todo la alarma. Todo esto llevó a que los analistas pronosticaran un estreno alrededor de los 40 millones de dólares en Estados Unidos. Esta cifra, que no esta nada mal, sin embargo es pobre si consideremos que su presupuesto, sin incluir publicidad, ha ascendido hasta llegar a los 175 millones. No obstante, pese a las malas previsiones, G.I Joe se ha hecho en sus tres primeros días con unos correctos 54 millones. Ahora bien, si la película, como es de esperar, cae rápidamente en las próximas semanas (más de un 50%), su taquilla final oscilará entre los 120 y 130 millones. En el resto del mundo es dudoso que sea un megahit, por lo que seguirá siendo una cantidad insuficiente. Pero, como dije, ante tan malos augurios, no deja de ser una medio alegría.

sábado, 8 de agosto de 2009

Arrástrame al infierno (Drag Me to Hell, 2009)



El banco en el que trabaja Christine tiene la mesa del subdirector a la espera de un ascenso. Ella está entre los principales aspirantes, pero su buen corazón hace que no consiga ser todo lo despiadado que su jefe necesita. La visita de una anciana gitana, que pide una prorroga de su hipoteca para no quedarse en la calle, será su oportunidad para tomar una decisión que, aunque cruel, la llevaría más de cerca del deseado puesto. Pese a sus dudas, decide no aceptar la petición de la anciana, la cual, como venganza, la echa una maldición. A partir de este momento, Christine será perseguida por un demonio cuya intención es llevársela al mismísimo infierno.

Ante todo, debemos ser cautelosos a la hora de valorar una película como Arrástrame al infierno. En el territorio del espectador fan se pueden encontrar dos ramas opuestas, pero igual de propensas al equivoco: los seguidores de su director, Sam Raimi, que buscan en ésta su regreso al terror con unas expectativas desmesuradas, y los que, por el contrario, se dejan llevar por la complicidad de su retorno. De nuevo, ante todo, hay que ser cuidadosos con el material con el que juega Raimi. Ya no es el director independiente que rodaba con colegas y presupuestos ínfimos. Ahora se encuentra en el rollo mainstream, y el presupuesto pasa de unos cuantos miles de dólares a treinta millones. Por tanto, no se puede pedir lo mismo, pues el cine, para el que no lo sepa, además de arte es negocio. Encarar Arrástrame al infierno como una nueva Posesión infernal (Evil Dead, 1978), tan sangrienta, macarra, y rompedora en cuanto a originalidad, es tarea (casi) imposible. Raimi, consciente de ello, y ya sea por divertirse un rato sin complicarse o por la (meritoria) labor de auto homenajearse lo mejor posible sin caer en el esperpento o la prepotencia, ha diseñado un divertimento más soft de lo que algunos esperan, pero también más nostálgico, referencial a su propia obra y con mala leche de lo que podría haber sido.


Recordemos que Sam Rami, icono del cine de terror gracias a una genial trilogía que dio inicio con la citada Posesión infernal, y continuó con Terroríficamente muertos (Evil Dead II, 1984) y El ejército de las tinieblas (Army of Darkness, 1993), siempre se caracterizó en este terreno por su estilo vertiginoso detrás de la cámara. Una especie de anarquismo visual que, sumado a la mala hostia y el humor negro que recorren sus guiones, convirtió su talento en uno de los más perseguidos por la industria en años posteriores. De ahí que tanto Raimi como otro gurú del terror y el gore, Peter Jackson, hayan asaltado dos de los proyectos más entusiastas y megalómanos de las últimas décadas. Después de arrasar en todo el mundo con su, hasta ahora, trilogía de Spider-Man (2001-2006), Raimi necesitaba un descanso, un paréntesis entre tanto blockbuster, y por fin centrarse en lo que muchos le veníamos pidiendo desde hace años.


He leído por ahí ciertos comentarios que tachan de racista la película. Por aquello de que los “malos” no son estadounidenses. Tenemos a la anciana que echa la maldición a la protagonista, que es gitana. El compañero del banco, competencia para ascender al ansiado puesto de subdirector, recae en un asiático, pelota, traicionero y falso. Pero querer ver en esto racismo es del todo absurdo y síntoma de no ver más allá de lo básico. En realidad, en Arrástrame al infierno, casi todos los personajes son malas personas. La misma protagonista recibe su castigo tras portarse de forma egoísta y trepa con la anciana y negarla el crédito de la hipoteca. Prefiere dejar a una vieja en la calle y quedar bien, tanto con su jefe, un director de banco arrogante, y los padres de su novio, más interesados en la situación económica de ella que en su valor como persona y pareja de su hijo. Es de este modo poco sutil como Sam Raimi enfoca su crítica hacia la egoísta y avariciosa sociedad actual, una sociedad capitalista que prefiere el papel verde y el bienestar propio, sin pensar en las consecuencias colaterales que ello traerá.

Arrástrame al infierno es, siendo cuidadosos como apunté al principio, una buena película. No es igual, ni mejor, que su trilogía terrorífica. En cambio, si que es mejor, y bastante, que muchas de las películas comerciales del género que se han estrenado en cines desde entonces. Supongo que esto de hacer cine, al igual que montar en bici, no se olvida. Por mucho que echemos de menos más hemoglobina, algo más de gamberrismo y, que coño, un cameo de Bruce Campbell, Arrástrame al infierno sigue siendo Raimi. Citar al respecto tres momentos: el encuentro y posterior lucha en el parking entre la protagonista y la gitana; la visita al cementerio y, sobretodo, la sesión de espiritismo. Es aquí donde el nervio del director se detecta sin problemas. Tenemos fantasmas soltando tacos mientras sus pies se levantan del suelo, litros de pus y otras sustancias poco recomendables yendo a parar a la cara más próxima, sobresaltos cargados de humor negro, y en general un agradecido sabor a cine de los setenta y ochenta. La magnifica banda sonora de Christopher Young, a medio camino entre el terror y la fabula, hace el resto.

No todo son flores en el camino. El guión, firmado por el propio director con la ayuda de su hermano, Ivan Raimi (al que podemos ver interpretando al director del banco), alarga demasiado algunas escenas que, bien planteadas, hubiesen sido redondas (la cena con los suegros, la indecisión ante a quien dar el botón). La utilización de (flojos) efectos especiales creados por ordenador resta efectividad a momentos que deberían causar impacto y/o mayor simpatía (los ojos “saltones”, la cabra siendo poseída durante el ritual). Errores menores a lo largo de cien minutos con más pros que contras, más aciertos que intentos loables. Seguro que Sam Raimi puede currárselo más y ofrecer nuevas obras maestras, aún sin ser original. En este sentido, para algunos (fans con expectativas por las nubes), Arrástrame al infierno podría será un regreso con halo de decepción, pero para los que creemos que no solo de obras maestras o de superarse a si mismo viven el cine y un director, respectivamente, seguro que se trata de una de las propuestas más frescas, hasta cierto punto atrevidas, y coherentes tanto con la evolución de un cineasta como con la de un género, que han llegado a las pantallas en unos cuantos años.

Lo mejor: La acertada cohesión entre el terror y el humor negro, sin que ninguno se sobreponga al otro. De este modo, tenemos una película que inquieta, pero que a la vez se puede tomar a cachondeo sin que se pierda respeto así misma. Los momentos más Raimi son de aplauso, tanto por la buena realización como por la nostalgia que despiertan. Y el desenlace, que no revelaré, la suma un punto más.

Lo peor: Un guión que, pese a tener grandes aciertos, también deviene por momentos en la reiteración. El uso de efectos digitales se antoja fallido, y, algo que para nada esperaba, se recurre demasiado al truco de subir el volumen hasta dejar sordo para producir sobresaltos.

Valoración (0 a 10): 7,5

Trailer



Leer critica Arrástrame al Infierno (Drag me to Hell) en Muchocine.net

viernes, 7 de agosto de 2009

Los Ninja toman el control de la acción, Jigsaw vuelve a preparar trampas, y una niña brutalmente asesinada protegerá a los suyos desde el cielo

Tiene toda la pinta de ser uno de los bombazos del género de acción de este 2009. Los hermanos Wachowski, aquí en labores de producción, y James McTeigue, director de V de Vendetta (2005), también producida por ellos, se han llevado hasta Hollywood una superestrella surcoreana, de apodo Rain, para contar una de mafias, venganzas y acción de nueva generación. Puede que no sea tan sesuda como la trilogía Matrix (1999-2003), o incluso la citada V de Vendetta, pero viendo este primer y esperado trailer todo apunta a que los aficionados a la acción vamos a disfrutar de lo lindo. Ninja Assasin es la historia de un joven que, desde niño, ha sido entrenado para matar y convertirse en un imbatible asesino. Como ocurre tantas veces, un percance en su actividad (que se hace bueno, vaya) le echara encima a media mafia mundial. Pero, si se creen que todos ellos podrán con el tipo en cuestión, es que aún no saben donde se están metiendo. En la línea de los siempre bien recibidos “todos contra uno”, este Ninja no dejará títere con cabeza.


Pasemos de la acción al terror, o a lo que quede de él en Saw VI, inevitable sexta entrega de una saga que ya perdió la gracia hace unos años. Si alguien se pregunta porqué siguen haciendo secuelas, que eche un ojo a las cifras. Si juntamos lo recaudado alrededor del mundo por las cinco entregas hasta la fecha tenemos un total de 670 millones de dólares. Ahora, si sumamos los presupuestos, la cifra se queda en a penas 35 millones. Buen negocio ¿verdad? Los responsables saben que el invento se está agotando. Para no llevarse sorpresas han apostado por el 3d para la nueva película. Ver las trampas mortales de Jigsaw en tal formato es reclamo suficiente para que, incluso aquel que a partir de la segunda (o la primera) pasó del tema, tenga interés (más bien morbo) por ver lo que sucede. Se decía que es la última, pero… ¿alguien se lo cree? Sea como sea, aquí os dejo el típico teaser que suelen dejan caer por estas fechas. Gritos de dolor e imágenes distantes mientras suena la banda sonora ya conocida.


Para completar el trío de trailers, aquí va el de la esperada The Lovely Bones, drama con elementos fantásticos y de thriller que significa el regreso de Peter Jackson a las producciones más "pequeñas", aunque no por ello exentas de pretensiones comerciales. De hecho, The Lovely Bones, adaptación de la novela aquí conocida como Desde mi cielo, escrita por Alice Sebold, es uno de los platos fuertes de las próximas navidades. Sus aspiraciones a los Oscar son cada vez mayores, y su reparto incluye nombres como Susan Sarandon, Mark Walhberg, Raquel Weisz o Stanley Tucci. Si le sumamos el magnifico trailer que podéis ver aquí abajo, la cosa no puede pintar mejor.
A todo esto, para la gente que quiera perder peso creo que la dieta de Peter Jackson es de lo más eficaz: rodar películas sin parar y, cuando parece que se ha cansado de megaproyectos, estrenar propuesta al tiempo que produce, atención, El Hobbit y Tintín, con Guillermo del Toro y Steven Spielberg, respectivamente.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Los Increíbles (The Incredibles, 2004)


Un matrimonio de superhéroes decide dar por finalizado su trabajo salvando el mundo, para centrarse en su familia. Años después, el marido, antes apodado Mr. Increíble, recibe la tentativa de volver a sus buenos años. La acepta, aunque a escondidas de su mujer y sus hijos. El engaño durará poco. Cuando los demás se den cuentan no solo será momento de ponerse los trajes, sino también de rescatar a Mr. Increíble, que ha sido atrapado por un joven villano al que, años antes, no había sido aceptado para luchar a su lado.

Pixar es la mejor empresa de cine de animación de la actualidad. Creo que de eso no cabe duda. Han sabido como hacer un cine que no se olvida ni de adultos ni de pequeños. Y sobretodo un cine que no toma por idiota a ninguna de las dos partes. Otros, como Fox con La edad de hielo (Ice Age, 2002) y Dreamworks con Shrek (2001) o Madagascar (2005), han jugado bien sus cartas a nivel comercial, aunque los resultados de estas producciones disten mucho de los logros, a todos los niveles, de Pixar. No obstante, Los Increíbles no se encuentra entre sus mejores trabajos. Es entretenida (aunque se excede un poco en duración), su animación, para variar, es magnifica, y los personajes son carismáticos. Pero el guión, que es lo que hace de películas como Toy Story (1995), Buscando a Nemo (Finding Nemo, 2003) o Ratatatouille (2007) prácticamente redondas, aquí se encuentra menos pulido.

Los increíbles comienza como una parodia del género superheroico. Pero allá por la mitad se convierte en un ejemplo más de lo parodiado. Algo parecido a lo que sucede con Hancock (2008). Salvando las distancias, se puede decir que ambas tienen numerosos puntos en común. Son más serias de lo que aparentan. En el caso de Los Increíbles, con serio me refiero, obviamente, a que se termina centrando más en la acción y la aventura que en lo puramente cómico. Lejos de los alardes de genialidad de los diálogos y situaciones de las producciones de Pixar antes citadas, aquí encontramos más lugares comunes. Lo no quita que se trate de una película de superhéroes muy decente. Igual que lo puede ser cualquier Spider-Man. Héroes con poderes, villanos histriónicos que idean artefactos para propagar el mal, trajes de mallas, etc. Eso si, el niño bebe de la familia es un descojone.

Lo mejor: Entretenida, visualmente magnifica y con personajes carismáticos, referencias cinéfilas varias y algunas situaciones ingeniosas. Es decir, lo mínimo que se le pide cada año a Pixar.

Lo peor: Se alarga hasta los ciento diez minutos. Puede que sea opinión personal, pero creo que una película de animación nunca, o casi nunca, debería superar los noventa minutos. Quince minutos menos la sumarian algún punto.

Valoración (0 a 10): 7,5

Trailer

lunes, 3 de agosto de 2009

La huérfana y The Collector se hacen un hueco entre tanto blockbuster


El terror sigue cayendo en la cartelera en forma de gotas aparentemente insignificantes pero que consiguen mojar sin problemas. Esta introducción, algo pretenciosa, algo absurda, sirve para explicar el estado del género en cuanto a las pequeñas producciones por las que, en un principio, nadie da un duro. Ahora mismo tenemos en Estados Unidos dos ejemplos. Por un lado, La huérfana (Orphan), lo nuevo de Jaume Collet-Serra, ese director catalán afincado en Hollywood que se presentó con la algo infravalorada La casa de cera (House of Wax, 2005), ha superado las pocas expectativas que despertaba. Sin armar ningún ruido ha conseguido unos correctos 27 millones de dólares en sus primeros diez días en cartel. Además, las opiniones y críticas están siendo bastante más benévolas de lo esperado, concediéndola un 7,1 en IMDB y prácticamente la mitad de las críticas positivas en Rottentomatoes. La segunda en discordia es uno de esos estrenos que debería ir a las estanterías de dvd como principal destino, pero que, casualidades de la vida, se estrena en cines. The Collector es un nuevo horror porn que contiene similitudes con la saga Saw (2004-¿?), pero con pretensiones comerciales menos importantes. De ahí que su distribución se haya limitado a 1.325 salas. Aún así, consigue entrar al puesto once en su primer fin de semana recaudando unos modestos, pero nada despreciables, 3,5 millones. Dado el escaso coste de la propuesta, y dado que su estreno era más que nada funcional para vender más caros los posteriores derechos en formato domestico, los posibles 10 millones que hará al final de su recorrido serán bienvenidos.

Por lo demás, la taquilla en Estados Unidos no depara demasiadas sorpresas. Transformers 2: La venganza de los caídos (Transformers 2: Revenge of the Fallen) continua arrasando sin rival que le haga sombra. En seis semanas esta a punto de alcanzar los 400 millones, que son alrededor de 80 más de los que recaudó la primera entrega; Harry Potter y el misterio del príncipe (Harry Potter and the Half-Blood Prince) va camino de superar a las últimas entregas con sus 255 millones en tres semanas; Enemigos públicos (Public Enemies), tras un fuerte arranque, se ha desplomado antes de lo previsto. Pese a ello lleva acumulados unos decentes 93 millones en su quinta semana; Up se confirma como el mayor éxito de Pixar después de Buscando a Nemo (Finding Nemo, 2003) y lleva amasados 286 millones en diez semanas; Asalto al tren Pelham 1 2 3 (The Taking of Pelham 1 2 3) se pierde en la lista habiendo recaudado unos decepcionantes 64 millones; Star Trek da su último viaje tras conseguir 255 millones; y las sorpresas indies del momento, Moon y The Hurt Locker, arrasan en circuitos limitados con 3,9 y 6,7 millones, respectivamente.