viernes, 31 de diciembre de 2010

Esto ha sido 2010. Volumen I: Taquilla


Por mucho que haya crisis, por mucho que exista la mal llamada “piratería” y por mucho que múltiples formas de ocio se acerquen o incluso superen (los videojuegos) al cine como principal fuente de ingresos en el apartado de ocio, lo cierto es que no hay tanto de que quejarse. Y digo esto tan convencido porque, pese a que se note cierto bajón en varios blockbusters que años atrás posiblemente hubiesen arrasado en mayor medida (lo que también puede dejar entrever el tedio por parte de la audiencia con dichos productos), seguimos teniendo en todo el mundo catorce películas que superan los 300 millones de dólares, diez que superan los 400, siete que superan los 600 y cuatro que superan los 800. Algo muy similar (con sus datos ajustados a la inflación) a cada año dentro de esta década que está a punto de terminar. Lo que quiere decir que, el público, ya sea con buen o mal gusto según el caso, sea esto objetivo o subjetivo, cuando se interesa por algo paga por ello. Asimismo, Estados Unidos cada vez tiene más presente la importancia del resto de mercados para sus películas. Tanto, que ha sido fuera de sus fronteras donde unas cuantas películas, allí fracasadas, han terminado por salvar los muebles, o incluso donde películas aceptadas moderadamente por allá han conseguido importantes ingresos, reportando más beneficios de lo esperado.


El 3d ha sido el principal amortiguador del cine comercial en 2010. De las diez películas más taquilleras, seis de ellas se presentaron en tal formato. Fuera de Estados Unidos, algunas producciones 3d como Resident Evil: Ultratumba, Saw 3d, Piranha 3d Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del Alba, han mejorado notablemente las cifras vistas en su país. Por ejemplo, en el sorprendente caso de Resident Evil, ha terminado amasando más de 200 millones fuera de sus fronteras, casi un 80% del total; El cine de animación ha sido el claro vendedor, confirmando, como cada año, que la industria tiene una mina oro con este género, sobretodo si viene de la mano de Pixar y Dreamworks. No por nada cuatro de las más vistas son películas animadas, a las que se podría sumar otra más, Alicia en el país de las maravillas, que contiene gran parte de animación en convivencia con la imagen real. Y también, como siempre, el cine familiar o PG13 es lo que manda en las salas; todas las películas de los puestos principales obtienen calificaciones por edad entre la G (para todos los públicos) y el PG13 (no recomendada para menores de 13 años). Este año para encontrar la película R (para mayores de 18 años) más taquillera tenemos que bajar hasta el puesto 15, en el que se aloja Shutter Island (294 millones de dólares).



Las diez películas más taquilleras del año, a nivel mundial, han sido:

1. Toy Story 3: 1.063 millones (en dólares) (foto)

2. Alicia en el país de las maravillas: 1.024 millones

3. Harry Potter y las reliquias de la muerte: 862 millones *

4. Origen: 825 millones

5. Sherk: Felices para siempre: 739 millones

6. La saga Crepúsculo: Eclipse: 693 millones

7. Iron Man 2: 621 millones

8. Mi villano favorito: 540 millones

9. Cómo entrenar a tú dragón: 494 millones

10. Furia de titanes: 493 millones





Las diez películas más taquilleras del año, en Estados Unidos, han sido:

1. Toy Story 3: 415 millones (en dólares)

2. Alicia en el país de las maravillas: 334 millones

3. Iron Man 2: 312 millones

4. La saga Crepúsculo: Eclipse: 300 millones (foto)

5. Origen: 292 millones

6. Harry Potter y las reliquias de la muerte: 275 millones *

7. Mi villano favorito: 250 millones

8. Shrek: Felices para siempre: 238 millones

9. Cómo entrenar a tú dragón: 217 millones

10. Karate Kid: 176 millones





Las diez películas más taquilleras del año, en España, han sido:

1. Toy Story 3: 24,4millones (en euros)

2. Alicia en el país de las maravillas: 22,7millones

3. La saga Crepúsculo: Eclipse: 19 millones

4. Origen: 16,5 millones (foto)

5. Shreck: Felices para siempre: 15,8 millones

6. Harry Potter y las reliquias de la muerte: 12,8 millones *

7. Furia de titanes: 11,9 millones

8. Robin Hood: 10,3 millones

9. El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo: 9,9 millones

10. Cómo entrenar a tú dragón: 9,3 millones





Las diez películas más taquilleras del año, fuera de Estados Unidos, han sido:

1. Alicia en el país de las maravillas: 690 millones (en dólares) (foto)

2. Toy Story 3: 648 millones

3. Harry Potter y las reliquias de la muerte: 587 millones *

4. Origen: 532 millones

5. Shreck: Felices para siempre: 501 millones

6. La saga Crepúsculo: Eclipse: 392 millones

7. Furia de titanes: 330 millones

8. Iron Man 2: 309 millones

9. Mi villano favorito: 289 millones

10. Cómo entrenar a tú dragón: 277 millones

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Taquilla España: Mejor polvorones...


El penultimo repaso a la taquilla española de 2010 se ha saldado con cifras de lo más mediocre. El fin de semana que viene, la única película candidata a tener un buen estreno es The Tourist, aunque también La posesión de Emma Evans (ambas se estrenan hoy día 29, en lugar del 31) podría dar una pequeña sorpresa. Así, la taquilla quedará bastante por debajo de lo visto en 2009 por estas fechas, aunque hay que tener en cuenta que aquellas navidades contaron con un fenómeno titulado Avatar, mientras que el resto de la cartelera mostraba unos datos parecidos a los actuales. El “sustituto” de Avatar para este año, se supone, iba a ser Tron: Legacy, pero visto lo visto no se queda ni con las migajas; desciende un 53% y en diez días sólo acumula 2,2 millones, que es menos de lo que se esperaba para sus tres primeros días.

El primer puesto, al igual que en Estados Unidos y otras partes del mundo, lo ocupa Ahora los padres son ellos. Esto no quiere decir que lo haga con cifras espectaculares, pues los 1,8 millones de euros ingresados en su estreno son casi la mitad de los que amasó la segunda entrega hace seis años. Gracias a estrenarse el miércoles, su total llegado el lunes fue de 2,2 millones, que, fiándonos de las expectativas puestas en ella, no son para tirar cohetes, pero tampoco se puede decir que vayan a causar dolores de cabeza a la distribuidora.

Un puesto más abajo nos encontramos con otro estreno, el de Los viajes de Gulliver. Proporcionalmente ha tenido una mejor aceptación que en Estados Unidos, donde está siendo uno de los fiascos del año. Por aquí debe ser que los padres consienten más a sus hijos y aceptan pagar el pack completo de entradas para ver esta tontería con Jack Black. Eso parece al menos a juzgar por los 1,5 millones ingresados, 1,8 juntando los días previos. Eso sí, hay que tener en cuenta que, además de poder verse en 3d, se estrenaba en más de quinientas salas, mientras que Ahora los padres son ellos lo hacía en trescientas y pico, por lo que la media por sala de Gulliver es bastante floja (unos 2.300 euros).

El tercer estreno “fuerte” de la semana era español, contaba con el protagonismo de un Juan José Balleta al que no le está yendo nada mal con la más pequeña Entrelobos (cerca de 3 millones), y con una producción holgada y publicidad cansina. Nada de eso ha servido para posicionarla bien en el top ten, pues Bruc: El desafío, se debe conformar con algo menos de medio millón de euros. Queda esperar por si hay un buen boca-oreja y las fiestas que quedan le dan un empujón para salvar los muebles; pero por ahora la cosa no pinta demasiado bien.

Con menos expectativas de alcanzar cifras altas, al menos antes de la llagada de los premios, se estrenaba El discurso del rey. El muy aplaudido drama con reparto de campanillas se estrena de forma correcta, llegando casi a los cuatrocientos mil euros.

El resto, pues lo dicho, descensos más agudos de lo esperado en general. Y lo comento porque en estas fechas, hasta pasado el día seis de enero, la taquilla suele experimentar descensos muy ajustados o incluso subidas de recaudación respecto a semanas precedentes. Este año la cosa ha cambiado, por la crisis, por el poco interés de la cartelera o por el motivo que sea. Pese a ello, se salva holgadamente de la quema 3 metros sobre el cielo, ya convertida con 8 millones tras su cuarta semana en el mayor (y también uno de los pocos) éxito del cine español en 2010, y aún con cuerda para llegar a los 10 millones; Con Balada triste de trompeta habrá que correr un tupido velo, pues su descenso cercano al 50% después de un decepcionante estreno la condenará al olvido en breve (acumula 1,2 millones en diez días)

Puedes ver la lista completa en Labutaca.net

Guapos extraterrestres adolescentes, feos fanáticos religiosos y macarras en busca de venganza

Michel Bay, en tareas de productor, vuelve a las andadas con una de ciencia ficción y acción adolescente, con caras guapas y música moderna. Eso parece ser I Am Number Four, en cuyo reparto el único que me suena es Timothty Olyphant y tras cuyas cámaras se encuentra D.J. Caruso, el de Disturbia (2007). La historia nos cuenta algo así como que un joven extraterrestre está siempre huyendo de malvados enemigos, enviados para acabar con su miserable vida. Su día a día es un no parar de cambios de identidades y mutaciones varias. El caso es que, su llegada a un nuevo lugar, Ohio, traerá vivencias que no esperaba; encontrará el amor, así como nuevas habilidades para el combate. Claro que, como reza el titulo, él es el número cuatro, y si uno sabe un poco de matemáticas, supondrá que habrá otros números por ahí que tarde o temprano harán ruido.


Con menos efectos especiales y música más tranquila (al menos en el  teaser) llega lo nuevo de Kevin Smith tras las cámaras. Y no, esta vez no nos ofrecerá otra comedia cansina sobre el complejo mundo de las relaciones de pareja, ni  tampoco trabajará moviendo la cámara mientras algunas estrellas lean sin ganas las frases del guión, como en Vaya par de polis (Cop Out, 2010), estrenada aquí, aunque cueste creerlo (o tal vez no), directamente en video. Red State, que así se titula su nuevo trabajo, pinta mucho mejor. Al menos, más original de lo que es habitual en la otrora promesa del cine indie. Tanto, que Smith se ha pasado al cine de terror, y además, según parece, un terror duro e híper-realista. Así, Red State nos contará como unos chavales bastante salidos contactan con una prostituta  madura que les garantiza una fiesta sexual por todo lo alto en su mansión. Al llegar allí, en lugar del sexo, les ofrecerán una dura (y dicen que muy cruel y sangrienta) batalla contra una fuerza divina con una lista de objetivos muy particular.


El tercer trailer en discordia es el de Drive Angry…en 3d, por supuesto. Se trata del enésimo intento anual de Nicolas Cage por recuperar el magnetismo taquillero perdido. Yo creo que su problema empieza a parecerse al de gente como Robert De Niro, que o bien ya tienen suficiente pasta y les ha dado por tomar el pelo a los sufridos espectadores, o bien es que tienen como agente a su peor enemigo. Este año, Cage tendrá la oportunidad con Season of a Wicth, que no pinta nada bien, o con esta película un poco macarra, con tipos duros, chupas de cuero y una tía buena como Amber Heard haciendo poses. El trailer propone, al menos, un entretenimiento decente; algo que aún queda en duda, pues en la silla del director está nada menos que Patrick Lussier, el mismo de San Valentín sangriento3d (My Bloody Valentine 3d, 2009). ¡Ah! La trama va de un un tipo duro (Cage, claro) que busca venganza por la muerte de su hija y la desaparición de su sobrino. Sus enemigos no serán simples mortales, sino demonios aún más duros que él.

domingo, 26 de diciembre de 2010

¿Quién puede matar a un niño? (1976)


Una pareja de turistas ingleses disfrutan de sus vacaciones en un pueblo español. Allí, deciden alquilar una barca para alejarse del ruido de las fiestas y descansar en una apartada isla con pocos habitantes. Al llegar le reciben unos cuantos niños que juegan en el  muelle. No encuentran a ninguna persona adulta, y las tiendas y bares están sin atención. El extraño comportamiento de los niños de la zona anuncia, poco a poco, la inesperada realidad que respiran sus calles; los niños, de algún modo, se han convertido en crueles homicidas con el único propósito de deshacerse de todos los adultos.

Hablar de cine de terror en España, al menos de cine actual, es casi una utopia. Cierto es que, esporádicamente, aparecen cosas interesante, y también aparecen otras tantas que pasan con más pena que gloria. De todos modos, aún contando la morralla, salen al año muy poca producciones que podamos adjuntar al género. Una sequía que fue incluso más habitual durante los noventa. Años atrás, en los setenta y parte de los ochenta, sí hubo cierta industria de este tipo de cine de producción nacional. Uno de los cineastas imprescindibles, por no decir uno de los pocos destacables, fue Narciso (también conocido como Chicho) Ibáñez Serrador. Este señor, que posteriormente se decantó por televisión rancia variada, estuvo detrás de la mítica serie Historias para no dormir (1964-1982), así como de dos de las películas más exitosas del cine patrio; La residencia (1969) y la que nos ocupa, ¿Quién puede matar a un niño?, adaptación de la novela El juego de los niños, escrita por Juan José Plans.
Nunca he sido defensor de La residencia. Me provocaba antes, y me sigue provocando, la sensación que obtengo al ver películas (eso si, inferiores) como El orfanato (2007); historias de intriga más que de terror, muy bien empaquetadas, clásicas, pero que no me terminan de llenar. Me dejan una molesta sensación de vacío. Eso no ocurrió, ni ocurre, con ¿Quién puede matar a un niño? Es más, la primera vez que me puse delante del televisor para verla tuve las mismas sensaciones de que habia experimentado recientemente con obras maestras como El exorcista (The Exorcist, 1973) o Alien: El octavo pasajero (Alien, 1979) y su secuela, Aliens: El regreso (Aliens, 1986). Por aquel entonces, siendo aún adolescente, descubrí la que hoy en día sigue pareciéndome la mejor película de terror española de la historia.

¿Quién puede matar a un niño?, podría definirse como una versión hard de los mejores episodios de Historias para no dormir; por ejemplo, el de El televisor (1974), aquel en el que un esplendido Narciso Ibáñez Menta, padre del propio Chicho y protagonista de muchos de los episodios, interpretaba a un hombre obsesionado con la, por aquel entonces, nueva moda de la televisión. Esas historias tétricas, adictivas y con moraleja social, son también el epicentro tanto de La residencia como, sobretodo, de ¿Quién puede matar a un niño? Ya durante el largo y malsano prologo, en el que acontecen imágenes reales de guerras y catástrofes mundiales en la que los niños son los sufridos protagonistas, nos avisan de la intención del relato. Lo que el espectador virgen no espera es el devenir del mismo.

La pareja de ingleses, bien interpretada por los televisivos Lewis Fiander y Prunella Ransome, es el contrapunto perfecto dentro de una tierra que no es la propia, a la hora de enfrentarse a una amenaza totalmente inesperada. La creciente soledad de la sociedad moderna –algo de lo que Chicho también habló en su serie, sobretodo en aquel genial episodio titulado El asfalto (1966)- queda impuesta aquí en el contraste entre el mundanal ruido de las fiestas del pueblo playero y el posterior viaje a la isla en la que los niños silenciosos han tomado el control. No hay adultos con los que hablar, debatir lo que sucede, y un simple capricho como comprar un helado se vuelve un imposible. Gran parte de la película se desarrolla en el pueblo isleño, aumentando la tensión por lo que allí sucede. Solo hay que recordar lo que rezaba la publicidad de Alien; “En el espacio nadie puede oír tus gritos”; algo parecido a lo que sucede en tal lugar, con la mayor impotencia de no estar en el espacio exterior, sino rodeado de gente que, de pronto, a desaparecido del mapa o se ha quedado varios kilómetros atrás en la costa disfrutando del sol.

El que esta película siga funcionando hoy en día, sin perder contundencia y desafío para el espectador, es debido al inteligente y desprejuiciado empleo de la violencia realista por parte del director; no se corta en mostrar temas tabúes (más en aquella época) como disparos a bocajarro con los niños como destino de la bala, o a los propios niños usando esas y otras armas intentando asesinar a los protagonistas. Por no citar la imborrable escena de la piñata o el tenso clímax final en el que Chicho se guarda alguna que otra referencia a La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968). Nada es gratuito ni morboso, sino que sirve para enlazar con el mensaje del citado prologo. A modo de cuento macabro, los niños, victimas potenciales de los males del mundo adulto, han decidido llevar hasta el final su venganza. Aquí podemos encontrar, aunque con contexto y motivos diferentes, referencias obvias a El pueblo de los malditos (Village of the Dammed, 1960).

Aclarar que existen dos versiones de la película; una de ellas, la buena, mantiene la versión original subtitulada, con la pareja de ingleses actuando en su propio idioma, mientras que en la otra, algo cutre, el doblaje deja sin coherencia parte del relato en el cual los protagonistas deben charlar con habitantes del pueblo español. O, sin ir más lejos, resta coherencia a las conversaciones entre ellos mismos y sus gestos (los de la mujer, pues él se supone que entiende algo de castellano) quedan fuera de contexto. Tampoco es muy esperanzador que, a fecha de hoy, un clásico del cine español no tenga una edición, ni siquiera en DVD, que valga la pena. La última, que supongo estará descatalogada, data de hace bastantes años y su calidad de formato, imagen y sonido dejaba mucho que desear. Esperemos que a alguien le aparezca el dibujo de la bombilla y la repesquen en una buena edición para el disfrute y/o descubrimiento por parte de muchos aficionados.

Taquilla USA: Ahora los padres son ellos...con permiso de los Cohen


Los tres estrenos importantes elegidos para el fin de semana de navidad han resultado dispares; Ahora los padres son ellos (Little Fockers), Valor de ley (True Grit) y Los viajes de Gulliver (Gulliver´s Travels). Y digo dispares, tanto, aparentemente, en calidad, como en pretensiones y resultados. Vayamos por partes.

El primer puesto se lo queda Ahora los padres son ellos, tercera entrega de la exitosa saga iniciada por Los padres de ella (Meet the Parents, 2000). Entre aquella y la segunda, Los padres de él (Meet the Fockers, 2004), ingresaron alrededor del mundo 846 millones de dólares. No obstante, había ciertas dudas sobre el funcionamiento de la tercera; no en cuanto a que pudiera ser un fracaso, sino por lo difícil de igualar los datos de sus antecesoras aún teniendo un presupuesto más holgado (55 y 80 millones, respectivamente, frente a los 100 de ésta). Tal como se temía, las cifras en su estreno han quedado por debajo de los 50-55 millones (más los dos días previos) que pretendían amasar. La realidad para Ahora los padres son ellos ha sido de un fin de semana correcto de 34 millones, a los que habría que sumar los 14 ingresados durante el miércoles y el jueves. Un total de 48 millones que tampoco está mal y que, con ayuda de las fiestas, podrían aspirar a un total superior a los 150 millones. Se trataría de la menos taquillera de las tres, pero el éxito sigue de su lado.

La sorpresa ha llegado de la mano de los hermanos Cohen y su Valor de ley (foto), un western clásico con reparto de altura (Matt Damon, Josh Brolin o Jeff Bridges, entre otros) que, pese a llegar en unas fechas más propias de un cine familiar y blockbuster, se ha estrenado en la segunda posición con unos magníficos 25 millones, a los que hay que sumar los 11 que recaudó en los días previos. Las buenas críticas y el prestigio de sus directores y reparto han jugado muy a su favor para convertirla en un contra-estreno eficaz. Ahora, con las fiestas por delante, su presumible boca-oreja (en IMDB tiene una media de 8,6) y las también probables nominaciones a los Oscar, su futuro se antoja esperanzador, pudiendo superar por allá los 100 millones, la película más comercial de sus responsables. Lo que suceda en el resto del mundo queda más en duda, pues el western no es un género que despierte suficiente interés fuera de Estados Unidos. Pese a ello, las cartas antes mencionadas (directores, reparto, premios) podrían concederla el apoyo necesario para convertirla en excepción.

De Los viajes de Guliver poco hay que contar. Se esperaba poco de ella, pero los 8 millones acumulados, que en este caso no sumaran días previos al estrenarse el viernes, son menos todavía de lo que apuntaban las previsiones. Su presupuesto, a falta de confirmación, dicen que podría situarse en torno a los 80 millones; lo que viene a decir que ni con ayuda de las fiestas se salvará de la quema.

Tron: Legacy desciende algo más de un 50%, dato esperado por otra parte, y acumula en diez días 88 millones. Sus aspiraciones están centradas en los 150 millones, que no estarían nada mal de no ser por su presupuesto (algunas fuentes lo sitúan en los 250-300 millones) y porque en el resto del mundo no parece estar despertando un mayor entusiasmo.

Respecto a las películas con mayores posibilidades en la carrera a los próximos Oscar, decir que Cisne negro (Black Swan) desciende más de lo esperado en su cuarta semana, acumulando 6 millones para un total muy decente de 30 (su presupuesto ha sido de 13 millones); The Fighter desciende también alrededor de un 35%, lo que no impide que en su tercera semana su total sea de 27 millones (presupuesto de 20); El discurso del rey (The King Speech) comenzará en breve su andadura con mayor distribución. Por el momento, en 700 salas, recauda en su quinta semana algo más de 4 millones para un total de 8 millones.

Puedes ver la lista completa en Boxofficemojo.com

sábado, 25 de diciembre de 2010

El post de la navidad 2010...

Como pasa el tiempo. Ya sé que se trata de un tópico, pero existe una especie de inercia que cada año, llegadas estas fechas, te incita a soltarlo, como si de resoplar se tratase, mientras te tomas una copa, te fumas un cigarro o simplemente te sientas frente al ordenador pensando que carajo escribir en el blog. Así, un año más está cerca de desaparecer de los calendarios, y con él, muchas anécdotas, vivencias…y películas. En esto me centraré en el inminente, y también típico, repaso a lo que ha dado de sí el 2010 en la materia que aquí se aborda. Hasta entonces, desearos (enésimo tópico) feliz navidad, que el precio del turrón no os ahogue antes de comerlo, y no uséis mucho la cadena al echarlo, pues el agua, así como la luz, volverán a subir. ¡Ah!, y visto y lo visto, tampoco tendremos en nuestros cines la prometedora Rare Exports: A Christmas Tale, malévola historia navideña con Bad Santa incluido, vencedora en último Festival de Sitges. Y es que si no les ha dado por distribuirla en estas fechas, me da que no tienen mucha intención de hacerlo dentro de unos meses. Siempre nos quedará la red, si es que no nos la censuran también en 2011...

Pero que coño, dejémonos de pesimismos, aunque sean realidades, y pasemos a los regalos. No sé si sois de regalar cosas estos días, pero John Trent, dentro de sus márgenes posibles, les deja este humilde detalle a los que entre polvorón y polvorón se acuerden de la página.


Pasarlo bien y portaros mal.

jueves, 23 de diciembre de 2010

I Saw the Devil (Akmareul boatda, 2010)


Kyung-chul es un retorcido psicópata que mata por placer. Sus victimas son desde mujeres hasta niñas. La última de sus victimas, la cual encuentran descuartizada, es la joven hija de un retirado jefe de policía, y se encontraba embarazada de su prometido, un agente secreto llamado Soo-hyn. Tras ver lo que queda de su amada, Soo-hyn jura hacer todo lo posible para vengarla, aún si eso conlleva a que él mismo se convierta en un monstruo.

En estos días de polémica por la llamada Ley Sinde, viene a huevo hacer la reseña de una película como I Saw the Devil. El motivo es sencillo; de no ser por lo que ellos llaman páginas de descargas ilegales, la mayoría de nosotros nunca podría ver la película en cuestión o muchas otras que, por cuestiones que solo deben saber nuestros ilustres distribuidores, el gobierno u otros seres del averno, no llegarán nunca a nuestros cines ni a la venta en tiendas. Y lo peor es que muchas de esas propuestas se encuentran entre lo mejor de cada año, haciendo caso omiso a las modas de generar precuelas, secuelas y remakes en cantidades industriales, y pasando también de aquellos mandatos que obligan a que el 90% de los estrenos anuales no entiendan que también se hace cine, y muy bueno, fuera de Estados Unidos.

El cine surcoreano es una de las cinematografías más pujantes y frescas de la actualidad, y para recordarlo sólo hay que ver el peliculón que se ha marcado Ji-woon Kim, director detrás, por dar un ejemplo estrenado aquí, de la muy interesante Dos hermanas (Janghwa, Hongryeon, 2003). Sin desviarse de su potente línea visual ni de su creciente poder narrativo, Kim ha construido un espectacular y malévolo vehículo de venganza, según el cual el psicópata no es más que un pelele en manos de un cabreado “hombre normal” que termina por sucederle en el trono del desvarío híper-violento.

Se podría decir que prácticamente todo encaja a la perfección en I Saw the Devil. El combate interpretativo entre el siempre grande Min-sik Choi y el sorprendente Byung-hun Lee, psicópata y justiciero, respectivamente, consigue momentos realmente apoteósicos (atención a su primer encuentro y al clímax final). La dirección de Kim, emulando en cierto modo a su genial compatriota Park Chan-wook, más bien recogiendo sus virtudes para crear una atmosfera propia, consigue que la poesía, lo bello, se mezclen con el mal rollo y la suciedad siempre presentes (los primeros diez minutos son una declaración de intenciones).

Tampoco faltan las dosis de brutalidad explicita. No hay concesión posible, ni un muestrario de heroicidades por parte del vengador. La inteligente estructura del guión invita a que presenciemos la película de justicieros propiamente dicha hasta poco antes de la primera hora. A partir de ahí, durante la hora y media restante, nos ofrecen algo distinto pero igual de estimulante; un puzzle cuyas piezas irán encajando, en el que se decidirá, por así decirlo, cual de los dos implicados tiene las pelotas mejor colocadas. Los fallos de uno se convertirán en aciertos de su enemigo, y mientras, la insensibilización del que hasta entonces era un tipo corriente irá en contraposición a los nuevos sentimientos que, hacía el final, arroparán mal que le pese al temible asesino. Al fin y al cabo, se trata de la historia de un hombre civilizado que se tiene que convertir en animal para que un animal entienda lo que siente un hombre civilizado.

En definitiva, estamos, junto a otra cuasi obra maestra como es la también inédita 7 Days (Les 7 jours du tailon, 2010), en un referente instantáneo del buen y coherente cine de venganza, el cual no necesita retroceder en su mensaje políticamente incorrecto, pero tampoco exponerlo a modo de espectáculo de manual. Y es que, en esto de las vendettas, cualquier extremo, si es llevado a cabo por cineastas de altura, siempre será bienvenido y venerado.

Taquilla España: Nadie está a salvo...


Pésimo fin de semana el que toca analizar. Los dos estrenos más importantes, Tron: Legacy y Balada triste de trompeta, se han dado un buen sopapo al ver sus cifras previstas resumidas por debajo de la mitad. Así, la fuerte apuesta de Disney para las navidades fracasa estrepitosamente entre nosotros, pues, pese a lograr el primer puesto, a penas supera los 1,2 millones. Se esperaban cifras en torno a los 3 millones, cuando la realidad es que, ni con la ayuda de las tres dimensiones (alrededor del 80% de las entradas vendidas), se acerca a lo más parecido al éxito. Cabe destacar al respecto que Tron, con 156.000 espectadores, ha quedado prácticamente igualada con la segunda en la lista, 3 metros sobre el cielo, que en su tercer fin de semana arrastra 148.899 espectadores a las salas y acumula (mal que pese) unos magníficos 7 millones...y subiendo.

Lo nuevo del cada vez más infumable Alex de la Iglesia también debe conformarse con mucho menos de que se esperaba de ella; de los 1,2-1,4 millones que apuntaban las previsiones se ha quedado en unos mediocres 650.000 euros, compartiendo con Tron la floja media por cine (2.188 y 2.138, respectivamente). Ambas pueden conservar cierta esperanza con la inminente llegada de las fiestas de navidad, que podrían darlas un empujón para mejorar, aunque sea un poco, lo visto en sus primeros días.

La tercera entrega de Las crónicas de Narnia sufre el descenso más fuerte de las diez principales, cayendo un 54% en su tercera semana y sumando un total de 7,5 millones. Por tanto, queda en tierra de nadie a la espera de que las fiestas la ayuden a superar los 10 millones, y así, al menos, alejarse un poco de los 9,3 que recaudó la segunda parte (aunque en este caso sería haciendo trampa con las entradas en 3d…).

Megamind no parece convencer demasiado al público español. De ahí que, aunque su descenso haya sido de los más suaves (33%), después de tres semanas en cartel lleva ingresados 5 millones, muy por debajo de lo que viene siendo habitual en el cine de animación mainstream y en 3d durante 2010.

Espectacular tampoco es el éxito de Harry Potter y las reliquias de la muerte. No obstante, llevar 12,8 millones ingresados no puede considerarse algo malo. El problema es que terminará siendo la entrega menos vista en España de la saga, y eso que ya la anterior había caído sobremanera hasta los 2,3 millones de espectadores. Haciendo contraste, en el resto del mundo ya se trata de la tercera película más taquillera del año.

Tras estos datos negativos, o más o menos negativos, me temo que debo cerrar el análisis con otra decepción. En este caso se esperaba más, pues Burlesque, el pseudo musical protagonizado por Cher y Christina Aguilera se estrena con 513.000 euros, o lo que es lo mismo, una media de 1.793 euros por sala.

Puedes ver la lista completa en Labutaca.net

lunes, 20 de diciembre de 2010

Tron: Legacy (2010)


Sam Flynn, un joven experto en tecnología e hijo de Kevin Flynn, investiga la desaparición de su padre y termina metido en el mismo mundo cibernético en el que él ha estado viviendo los últimos veinticinco años. Junto a una leal confidente de su padre, Quorra, padre e hijo se embarcarán en una aventura a vida o muerte dentro del ciber espacio.

Si hoy hiciésemos una encuesta a píe de calle, preguntando por la película Tron (1982), seguro que muchos arquearían la ceja. Ya sean jóvenes que desconocen el cine anterior al siglo XXI, o adultos que la vieron de críos y no son capaces de recordar la experiencia, se trata actualmente de una película de culto para unos pocos. En todo caso, a algunos le sonará por aquel tristemente celebre video del YouTube en el que un personaje, posiblemente virgen, salía disfrazado de plástico y fluorescente. A lo que íbamos; a pesar de que en su momento fue considerada un fiasco comercial en toda regla, algunas de las mentes pensantes de Disney decidieron que era el momento adecuado para una secuela. Así, casi treinta años después, le confiaron doscientos millones de dólares en presupuesto a un joven llamado Joshep Kosinski, que antes había hecho…bueno, no había hecho nada. Parece una locura, ¿verdad?

Una vez vista, efectivamente, la cordura no ha sido su principal aliado; Tron: Legacy supone un suicidio programado tal como lo fue la original en su década. Hombre, no tanto, pero tiene ingredientes similares. La diferencia es que, si bien aquella tuvo el lastre de estar adelantada a su tiempo en conceptos visuales e incluso complejidad narrativa (aunque también pudiera ser confusión narrativa), la segunda entrega es, superficialmente hablando, más accesible a las masas. Los tiempos han cambiado, y lo que en su día, que ahora no es nada del otro mundo, era motivo de asombro, ahora sólo es un avance tecnológico más o una mejora de los ya conocidos. Nada sorprende como hace varias décadas. Los efectos especiales de Tron: Legacy, así como su aspecto visual en general o la concepción del proyecto en particular, es la de un blockbuster un tanto ambiguo, pero blockbuster al fin y al cabo.

Con todo esto lo que quiero decir es que, si aún me planteo a que público quisieron vender el primer Tron, las mismas preguntas me surgieron según veía Legacy. Uno se pregunta si es una película juvenil, familiar o adulta, o si está hecha para frikis nostálgicos o precisamente para todos aquellos que huirían de la opinión de un nostálgico, sea o no friki. Parece que quieren trasladar el universo Tron a las masas actuales, y casi sin pretenderlo se hace presente el espíritu de la anterior. Intentan hacerla más plana y sencillita para ser masticada sin problemas, cuando resulta tanto o más confusa en su narración. Hubo momentos en los que no me quedaba claro que pintaba tal o cual personaje, o porque soltaban determinadas frases híper-trascendentales, del tipo “La perfección no existe, pero siempre la tienes delante de ti” (¡!).

El apartado visual y la banda sonora son los principales aciertos. Lo primero porque, pese a no impresionar como podría esperarse o no suponer, tal como comenté, un avance proporcional tan sorprendente como los que surgían años atrás, consigue momentos de una belleza hipnótica y de un espectáculo muy eficiente. Los primeros veinte minutos después de la entrada del protagonista en el mundo cibernético son sencillamente magníficos; lastima que se conviertan en un arma de doble filo, pues hasta llegados al clímax final, hay pocas situaciones igual de convincentes. La banda sonora, compuesta por el grupo de música electrónica Daft Punk, raya en la maestría. Cada porción de la misma está cuidada al milímetro, pese a que en algunos momentos recuerde demasiado a la también sensacional partitura de Origen (Inception, 2010). No obstante, podría decirse que en el compacto se tratará del mejor, o uno de los mejores, trabajos del grupo.

También destacable es la labor en el reparto de Jeff Bridges, quien ya fuera protagonista de la película original. Su personaje ahora es una especie de Obi Wan Kenobi con ínfulas zen; pero la interpretación del actor es lo suficientemente entregada y creíble para meternos en situación cuando la trama no da para más. Y aquí es donde empiezan los grandes peros; el resto de intérpretes, con excepción de un divertido Michael Sheen en un personaje secundario, no despiertan más que indiferencia, al igual que el guión, escrito por Edward Kitsis y Adam Horowitz. Incluso la versión digitalizada de Bridges, que guarda el aspecto que tenía la estrella cuando hizo la primera entrega, transmite más que el chaval protagonista (Garrett Hedlund) o su improvisada compañera de aventuras (Olivia Wilde).

La irregularidad se apodera de Tron: Legacy. Es capaz de abrirte los ojos como platos y acto seguido producirte somnolencia. El libreto desarrolla la trama en forma de altibajos, como si de una montaña rusa averiada se tratase; nos lleva hasta arriba, y cuando estamos impacientes por lo mejor del tramo, se estropea y da paso a la intrascendencia más absoluta. Aquí entran largas conversaciones completamente vacías y reiterativas o una terrible sensación anticlimática. Son elementos que ocasionalmente salvan las citadas escenas de acción, algún plano del mundo cibernético o cierto sentimiento nostálgico. Pero, aún con eso, y aún con unas tres dimensiones que cumplen pero quedan bastante por debajo de lo visto, por ejemplo, en Avatar (2009), Tron: Legacy deja un amargo sabor a decepción.

Taquilla USA: Frío primer puesto para Tron: Legacy


Por fin llegó a las cines Tron: Legacy, que se había convertido, poco a poco, en una de las películas más comentadas durante 2010, y de la que se esperaba mucho a todos los niveles. En lo que nos concierne, lo comercial, se ha quedado algo corta en sus primeros días. Las previsiones, que tampoco eran excesivamente optimistas, situaban su arranque en los 50-55 millones. Después del viernes, día en el recaudó unos notables 18 millones, todo parecía indicar que sería capaz de llegar a tales cifras, pero su agudo derrumbe durante el sábado y el domingo sólo la permite llegar hasta los 43 millones. Pese a que los comentarios del público no son malos (la crítica sí se ha cebado más), la conclusión que se puede sacar de tal desgaste es que no han conseguido (o no han sabido) vender la película al sector familiar, ni al adulto “no fan” de la obra original. Los fuertes datos del viernes hacen pensar en que ha sido tomada como lo que en realidad es; un súper-producto fanbase que se ha sido concebido por encima de sus posibilidades. Así, de sus cerca de 200 millones de presupuesto (más otros 130-150 de su enorme campaña publicitaria), será complicado que recupere en su país más de 130-140, incluso con la ayuda de las fiestas de navidad. Aunque no arrase en el resto del mundo (que si atendemos a los 23 millones iniciales, es poco probable), Tron: Legacy tiene otra carta a su favor para ver beneficios a posteriori; su amplio merchandising y sus más que probables ventas millonarias en formato domestico, con variadas ediciones en Dvd y Blu-Ray.

Tampoco se pueden festejar los resultados iniciales de El Oso Yogi, adaptación de la famosa serie animada de Hanna Barbera. De calidad y fidelidad cuanto menos dudosas, no parece que haya interesado a su público principal, los niños, a juzgar por los reguleros 16 millones del estreno. A diferencia de Tron, no ha causado interés su formato tridimensional, pues mientras en la primera casi un 90% de entradas han sido vendidas entre IMAX y salas 3d, Yogi ha sido visto de ese modo por un 50% de valientes. En lo que Yogi tiene ventaja sobre Tron es que su presupuesto está estimado en unos más controlados 80 millones.

Ninguna de las dos anteriores podrá considerarse un fiasco propiamente dicho, pero la que sí tienes todas las papeletas para optar a tal calificativo es el tercer estreno en discordia, ¿Cómo sabes si…? (How Do You Know), una carísima (100 millones de presupuesto) comedia dirigida por James L. Brooks, que ni contando en su reparto con Reese Witherspoon, Owen Wilson, Jack Nicholson y Paul Rudd, ha conseguido salvarse de la quema. Los escuálidos 7 millones ingresados, así como las malas opiniones del público, la condenarán pronto al olvido.

En lo referente a los estrenos limitados de semanas anteriores, aprovechándose ahora de una distribución más amplia, tenemos el buen devenir de The Fighter y Cisne negro (Black Swan). La primera, en su segundo fin de semana, pasa de un puñado de salas a 2.503, ingresando unos muy correctos 12 millones, con mucho camino por recorrer gracias a las excelentes opiniones (en IMDB tiene 8,4 de media) y los inminentes premios que, se supone, empezara a recibir. Lo mismo se puede decir de Cisne negro, que aumenta su distribución hasta las más comedidas 959 salas y acumula 15 millones en tres semanas (cerca de 9 millones en el fin de semana que nos ocupa). Los votantes de IMDB parecen todavía más entusiasmados con ella, otorgándola un 8,9 de media. Por otro lado, los presupuestos de ambas son de lo más ajustado (20 y 13 millones, respectivamente), por lo que en breve su éxito estará fuera de toda duda.

Puedes ver la lista completa en Boxofficemojo.com

jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Cuando se estrenaba aquella película?

Eso de que España es diferente es algo que escuchamos de vez en cuando. Un dicho popular, vaya. Pero, ¿diferente en qué sentido? Muchas veces, parece ser que a peor. En cuestiones cinematográficas últimamente tampoco sale muy bien parada, a juzgar por la cantidad de películas, muchas de ellas de gran interés, que quedan olvidadas por una distribución paupérrima e imprevisible. El género fantástico y el terror están siendo victimas incansables de esta nueva “moda” desde hace unos cuantos años. A veces se hace noticia de ello, como sucedió, no con el olvido sino con la prohibición, de estrenar Saw VI (2009) en salas comerciales. Como ya sabemos, hace poco, con un año de retraso, consiguieron llevarla a las pantallas con un montaje recortado. Otras no han tenido esa suerte y se mantienen en el anonimato, con esas nuevas salas de cine virtuales de las que nos provee Internet como único medio para poder verlas. ¿Qué pasó, no ya con películas difíciles de vender por aquí, sino con películas comerciales como Halloween 2 (2009) o Piranha 3d (2010)?

Como abarcar todo tipo de producciones daría para diez artículos, me centraré en comentar casos recientes de películas de fácil distribución que, o no llegan, o ven cada mes como un nuevo retraso las condena a ser vistas de otros modos meses antes de su estreno.



El último exorcismo (The Last Exorcism) se estrenó en Estados Unidos hace más de cuatro meses. Ingresó 42 millones de dólares, multiplicando su presupuesto por veinte, y recibió buenas críticas. Su estreno español estaba previsto para el mes pasado, y la fecha cambió para comienzos del que nos ocupa. Pues bien, no solo no se estrenó en la fecha elegida, sino que no hay vistas a que lo haga antes de que finalice el año, y tampoco hay información por la red sobre una nueva durante 2011. En este caso no creo que podamos hablar de censura, pues en Estados Unidos fue calificada con un tímido PG13; Casualmente, o no, otra película que trata sobre exorcismos, la española La posesión de Emma Evans, ha visto retrasada su fecha de estreno con la misma sinrazón. Este caso, de momento, parece haber sido solucionado; su estreno, salvo nuevo cambio, está fijado para el 30 de este mes; Otra producción española enmarcada en el fantástico y el terror, y con cierto potencial comercial, es Verbo. Se trata de la opera prima del reputado cortometrajista Eduardo Chapero Jackson, que ha contado con una estrella local como Miguel Ángel Silvestre encabezando el reparto. Su estreno, desde hace tiempo, estaba previsto para este mes. ¿Sabéis lo que ha pasado, verdad? Por arte de magia ha desaparecido de las listas de estrenos, y por ahora se mantiene sin fecha; Lo mismo ha pasado con El apóstol, primera incursión española en el cine animado hecho con plastilina y rodada mediante stop motion, que además se estrenará (si es que lo hace) en tres dimensiones. Su fecha ha hido cambiando sin motivo aparente hasta su descuelgue final.


Pasemos a los retrasos. Con tanta queja sobre el tema las descargas “ilegales” a través de Internet, uno no se explica como las distribuidoras son capaces de abandonar sus estrenos importantes hasta meses después de su estreno en Estados Unidos. Bruce Willis está empezando a saber mucho sobre el tema, pues su anterior película, Vaya par de polis (Cop Out), de tanto retraso terminó yendo directa al formato domestico. ¿Una comedia de acción con Bruce Willis estrenada directamente en video? Eso parece. Ahora, con la exitosa Red (en Estados Unidos se estrenó hará dos meses y recaudó cerca de 90 millones de dólares), en la que además hay nombres en el reparto como Helen Mirren, Morgan Freeman o John Malkovich, la cosa llegará a mejor puerto, pero se tendrá que enfrentar a un estreno tardío. Tanto que su fecha oficial, por ahora, es el 28 de Enero; Otro que sabe de la nueva moda es Clint Eastwood. La suerte del genial cineasta es que, pese a ello, sus películas suelen ser vistas por millones de espectadores aquí. No creo que Más allá de la vida (Hereafter) sea excepción, pero después de dos meses del estreno en su país, aún habrá que esperar hasta el 21 de Enero para que circule por nuestras salas; También con trama sobrenatural se presenta La trampa del mal (Devil), producida por M. Night Shyamalan y basada en una idea propia, que se estrenó por allá hace justo tres meses. Con copias de calidad optima circulando por las webs desde entonces, los distribuidores no parecen muy preocupados, pues han dejado su estreno en letargo hasta el 4 de Febrero.

Aún quedan otras en el tintero, como la séptima entrega de Saw (18 de Febrero), retrasada, supongo, por no juntarse con la tardía llegada de la sexta, o el nuevo Wes Craven, My Soul to Take (25 de Febrero), que con tal retraso y viendo lo mal que le ha ido en Estados Unidos, dudo incluso de que termine estrenándose. Y esto es lo que hay amigos, una nueva realidad para los aficionados y para el público general, que incita, por principios, a olvidarse de paciencia hasta que les de por dejarnos de ver esas películas esperadas que algún día pueden llegar, o tal vez no. Mientras, seguirán entrándose en 300 salas truños que no recuperan ni la inversión en copias, o saliendo en Dvd subproductos infumables en lugar de dar salida a potentes y muy comentadas películas que causan sensación en festivales especializados de todo el mundo, y ya cuentan con lujosas ediciones en Blu-Ray en medio mundo. No pondré títulos porque, en ese caso, estaría escribiendo hasta mañana…

Dream Home (Wai dor lei ah yut ho, 2010)


Cheng Li-Seung es una joven que sobrevive como puede de pluriempleada, y cuyo sueño, desde niña, ha sido comprar un bonito apartamento frente a los muelles. El problema es que el precio de los pisos, así como las condiciones de los bancos, se ha disparado. No obstante, antes de contemplar el final de su sueño, decide tomar otras medidas; infiltrase en el complejo de apartamentos y urdir una masacre entre algunos de sus huéspedes.

El sobrevalorado precio de la vivienda y las eternas hipotecas a las que mucha gente tiene que hacer frente para ser propietario, es algo que, cada vez más, se está convirtiendo en uno de los peores males del siglo XXI. Los sueldos se congelan, los contratos de trabajo con estabilidad escasean. En España la cosa no anda bien, pero el mal de la vivienda es algo, en mayor o menor medida, cotidiano en el resto del mundo. En China, sin ir más lejos, la situación está bastante podrida, tal como nos explican en el prologo de Dream Home; para comprar una casa decente en Hong Kong hay que dejarse algo menos que el alma, y aún así seguirás endeudado con el banco toda tu vida. Todo esto, al igual que aquí (los tiempos de conceder hipotecas a lo loco pasaron, por suerte), siempre que seas apto para dicho préstamo, que hoy en día pocos lo son. La otra opción, la coherente de acuerdo a tus posibilidades, sería el alquiler; pero a la protagonista de nuestra historia no le agrada demasiado la idea.

Dream Home es, ante todo, una propuesta curiosa y original. Su director y guionista, Ho Cheung-Pang, sabe como mezclar variados géneros y registros. Construye, al mismo tiempo, una fabula social con sobrada (y acertada) carga crítica, una película de terror y ultragore, casi un nudity, y no se olvida del drama familiar o del thriller con afilado “giro final”. A la historia principal, se suma otra que se desarrolla a través de flashbacks, dosificada cada dos por tres con la sangrienta situación que vive la protagonista (una sensacional Josie Ho) en el presente. Sirven para que poco a poco vayamos conociéndola, entendiendo (o no) el motivo de sus terribles actos.

Los personajes que viven en los bonitos apartamentos en los que acontece la masacre son mostrados de forma repugnante, provocativa; no faltan los niñatos macarras pero con dinero para drogas y orgías, o esas mujeres visilleras (termino inventado en un foro sobre la burbuja inmobiliaria) casadas con hombres solventes que las engañan con otras, y sin embargo son felices conversando entre ellas dentro de la comodidad del hogar, que es algo así como su premio. Claro que tampoco se pretende en ningún momento, o eso creo, exculparla de sus actos, aunque sí hacernos de forma malévola cómplices por hora y media de sus vivencias. Ser cómplices, al fin y al cabo, de la psicópata de la función y de la frase final del prologo; “En una ciudad loca, para sobrevivir, uno debe tomar medidas aún más locas”.

En general, Dream Home funciona, pero lo hace mejor en la parte del presente que en los flashbacks. Y no digo con esto que pierda enteros en esos pasajes, sino que en ocasiones se alargan más de la cuenta o nos cuentan cosas que ya se dan por entendidas. Están, no obstante, muy bien rodados e interpretados. Nos invitan a ser pacientes y esperar el nuevo delirio teñido de rojo. Tenemos castraciones, destripamientos, bocas atravesadas por palos de considerable tamaño, hemorragias intermibables, disparos a bocajarro o largos cortes de cuchillo. Sin olvidarnos del sexo, claro. Un lujoso festín gore y exploit que al mismo tiempo puede, y debe, hacer pensar y recapacitar sobre una problemática real y creciente.

La película ha tenido problemas de distribución en su país, requiriendo visitas a la sala de montaje, y aún así, obteniendo un estreno poco amplio. Algo un tanto extraño en una cinematografía que abarca alegremente, sobretodo en los últimos años, una proeza cruenta tras otra, y con éxito. Me da que el problema viene de otro lado; hay algunos temas tabú con los que juega, ya no únicamente en sus escenas explicitas, sino el propio modo de tratar un tema social tan decadente pero beneficioso para unos cuantos; y no olvidemos que China es el país comunista más grande del planeta, y donde está el comunismo la libertad de expresión es exactamente la misma que en un país de ultra-derecha.

Taquilla España: Sin novedad...


Poco movimiento en la taquilla de este fin de semana. No había ninguna novedad potente. Ni siquiera, salvo sorpresa, con suficiente fuerza para estar entre las diez principales. De ahí que algunos de los estrenos de la semana anterior se hayan mantenido mejor de lo esperado. Algo que será muy difícil en el fin de semana siguiente, en el cual tendremos a Tron: Legacy, Balada triste de trompeta o Burlesque.

Las crónicas de Narnia y 3 metros sobre el cielo vuelven a ser las vencedoras, y las que muestran el mejor comportamiento respecto al fin de semana previo. Descienden alrededor de un 30% y mantienen su batalla con unos muy cercanos 1,6 y 1,5 millones, respectivamente. En cuestión de espectadores la cosa está prácticamente empatada, con 883.539 de la primera frente a los 881.899 de la segunda. Narnia superará lo recaudado por la segunda entrega, El príncipe Caspian, aunque no irá mucho más allá, mientras que el verdadero éxito se le puede adjudicar a 3 metros sobre el cielo, película española y mucho más pequeña que en breve se convertirá en la película nacional más vista del 2010, por encima de Los ojos de Julia.

Los descensos más agudos se los han llevado Harry Potter y las reliquias de la muerte y Skyline. La primera, como ya avisé en el anterior repaso, debido a que en las dos primeras y potentes semanas llevó a los cines a gran parte de su público (que por aquí cada vez es menor, al contrario que en la mayoría del resto del mundo), y la segunda porque el mal boca-oreja ha sido demasiado fuerte para que pudiese aguantar más tiempo. Así, Harry Potter acumula en su cuarta semana unos correctos 12,4 millones (si no remonta el vuelo con las navidades, podría ser el capitulo menos visto de la saga en España) y Skyline desfallece hasta un total de 2,2 millones en su tercera semana, siguiendo la tónica de indiferencia de todos los países donde se ha estrenado. Pese a ello, su reducido presupuesto ya ha empezado a ver beneficios.

De las novedades, la que más cerca ha quedado del top ten (concretamente en el puesto once) es Franklyn, curiosa propuesta enmarcada en el fantástico que llegaba con dos años de retraso (¡!). A penas llega a los 100.000 euros, que con tal retraso y la poca publicidad con la que ha contado, tampoco es que vengan mal.

Puedes ver la lista completa en Labutaca.net

Más piratas caribeños, más coches tuneados y más Duncan Jones

Debo ser raro, pero ni siquiera la primera entrega la saga Piratas del Caribe, estrenada allá por 2004, me gustó. La segunda y la tercera ya fueron caso a parte. Sea como sea, el blog, entre otras cosas, está para informar, y se ve que hay todavía mucha gente esperando con ansias más y más de la franquicia. Pues eso, que el trailer de la cuarta, que llegará con el subtitulo En costas extrañas, se puede ver desde hace poco. La verdad, puede que no sea objetivo, pero a mí me produce demasiada sensación de deja vu y un fracasado animo por ocultar el bajón de presupuesto al que han tenido que enfrentarse debido, dicen, a la crisis. Y eso que las tres anteriores han acumulado alrededor del mundo la friolera de 2.680 millones de dólares. En costas extrañas ha podido costar, más o menos, 150 millones, que vendrían ser 100 millones menos que la tercera, 75 que la segunda y 10 más que la primera (aunque si sumamos la inflación…). Ya veremos que sale de todo esto, y con Penélope Cruz de por medio acompañando a Depp / Sparrow. Y en 3d...


Otra saga que me interesa menos que pelar patatas es la de The Fast and the Furious, conocida por aquí con el ridículo A todo gas. Aunque muchos no lo crean, la cuarta entrega, estrenada hace dos años, se convirtió en la más taquillera por encima de la primera. Como esto del tunning se ve que está más de moda que nunca, los productores obedecieron la evidencia; el mundo necesitaba la quinta. Aquí la tenemos, o de momento el primer el trailer. De nuevo con Paul Walker y Vin Diesel en los papeles principales, aunque hayan pasado diez años la edad máxima para poder interpretarlos, a los que acompaña, como nuevo fichaje, Dwayne “The Rock” Johnson. Más persecuciones, carreras, explosiones, titís buenas y frases demenciales se darán cita dentro de unos meses. Y en 3d...


Para el final me reservo algo a priori más interesante. Hablo de lo nuevo de Duncan Jones, director que sorprendiera hace dos años con la interesante Moon. El hijo de David Bowie ha reunido un buen reparto (Jake Gyllenhaal, Michelle Monaghan, Vera Farmiga, Jeffrey Wright) para Source Code, en la que volverá a adentrarse en los terrenos de la ciencia ficción, aunque a juzgar por el trailer de forma algo más movidita. Lo que parece que sigue manteniendo son las pretensiones intelectuales, en una trama de viajes en el tiempo y trampas varias. Y sin 3d...

lunes, 13 de diciembre de 2010

Taquilla USA: Narnia y El turista se estrenan por debajo de lo previsto, pero hay nueva sorpresa en terreno limitado


Una semana más, las buenas noticias llegan de los estrenos en circuito limitado, y no de los masivos. La semana pasada, Cisne negro arrasaba en 18 cines con un promedio de 70.000 dólares por sala. Ahora, con el aumento de pantallas hasta las 90,  ha conseguido entrar en el top ten, directa al sexto puesto con 3,3 millones y un promedio por sala de 37.022 dólares, el más alto, y con diferencia, de las diez principales. Vaya, que la segunda más alta, que corresponde a la tercera entrega de Las crónicas de Narnia, se sitúa en los 6.800 dólares. No hay que saber matemáticas…

En el siguiente párrafo hablaré de la citada secuela de Narnia y del otro estreno importante, El turista, pero ya que estamos con los estrenos limitados hay que comentar otro éxito apabullante; The Fighter, drama con el mundo del boxeo de fondo, protagonizada por Mark Walhberg y Christian Bale (que ha vuelto a perder peso de forma preocupante), se ha estrenado en 4 cines de todo el país, recaudando 320.000 dólares. El promedio por sala es de unos escalofriantes 80.000 dólares, lo que equivale a llenos absolutos prácticamente en cada sesión. Tanto The Fighter como Cisne negro son potenciales candidatas a numerosos premios en semanas venideras, por lo que el aumento de salas y caché (premios, boca a oreja) que irán adquiriendo, puede llevarlas muy lejos.

Hablemos ahora de los estrenos más presuntamente comerciales. Este fin de semana el reñido combate enfrentaba a La travesía del viajero del Alba, tercera entrega de Las crónicas de Narnia, y El turista, thriller con Angelina Jolie y Johnny Depp. La primera tenía en su contra el poco interés que despertó, en Estados Unidos, la segunda parte. El turista, por su parte, se podía topar con el poco interés, de nuevo únicamente en Estados Unidos, que despertó recientemente otra propuesta “similar” con dos estrellas (Tom Cruise y Cameron Díaz). Pese a ello, los analistas fijaban sus estrenos alrededor de los 38-40 millones y los 28-30 millones, respectivamente. Nada más lejos de la realidad.

La travesía del viajero del Alba no ha sido capaz, ni con el plus de las tres dimensiones, de alcanzar la mitad de los 55 millones que ingresó El príncipe Caspian. Recordemos que aquella terminó su recorrido con poco más de 140 millones, la mitad de lo que amaso la primera entrega, y salvo los muebles gracias a los correctos datos en el resto del mundo. Los productores no lo veían tan claro esta vez, por lo que redujeron considerablemente el presupuesto (150 millones, frente a los 225 de Caspian), y tal como cité al principio, metieron por primera vez en la saga el 3d. Esfuerzos en vano, pues a no ser que lo remedie una espectacular recaudación lejos de sus fronteras, la franquicia sí parece haber pinchado definitivamente.

Lo mismo se puede decir de El turista. Presupuestada en 100 millones, llegaba con estrellas taquilleras, mucha publicidad y apenas enemigos directos, pero los 17 millones ingresados durante el fin de semana saben muy mal. Aparte, no parece estar gustando demasiado, por lo que su futuro es incierto. Las fiestas navideñas y la recaudación fuera de Estaos Unidos podrían ayudar, al igual que a Narnia (más en este caso), pero es muy difícil que termine siendo un éxito.

Puedes ver la lista completa en Boxofficemojo.com

domingo, 12 de diciembre de 2010

The Reef (2010)


Dos parejas y el amigo de uno de ellos comienzan lo que deberían ser unas vacaciones de placer viajando en un pequeño barco. Una vez adentrados en lo basto del océano, su barco sufre un accidente y vuelca. Consiguen salir a la superficie y sentarse en lo poco que queda aún a flote. El problema es que la marea los aleja cada vez más y la ayuda no parece que vaya a llegar. Las dos parejas deciden ir nadando varias horas hasta la isla que, presuntamente, conoce uno de implicados, mientras el amigo prefiere quedarse en el trozo flotante, pues según afirma, en esas aguas hay tiburones.

El éxito de Open Water (2003) le vino muy bien a un australiano llamado Andrew Traucki. Su opera prima, la interesante Black Water (2007), de la que también escribió el libreto, situaba a los personajes, igual que en aquella, en un contexto de desesperación y supervivencia contra la naturaleza, y más concretamente contra uno de sus feroces habitantes. Si en Open Water una pareja quedaba perdida en el océano frente a sus inclemencias y, peor, frente a tiburones, Black Water tenía como temible cazador a los tan populares cocodrilos que pueblan diversas zonas de su país. Sin embargo, ha sido en su siguiente trabajo como realizador y guionista, The Reef, en el que ha dado rienda suelta, cuasi mimética, a su “adoración” por aquel sleeper del terror acuático.

The Reef comienza con aquello del “basado en hechos reales”. Los personajes sufren el accidente y sin dejar pasar mucho tiempo nos envuelve en la tensión que domina la situación. En este caso, a diferencia de Open Water, Traucki va al grano sin detenerse a grabar imágenes de animales exóticos, cambios medioambientales, etc. No se las ingenia para rellenar el metraje hasta llegar a la duración estándar; siempre suceden cosas, siempre hay un peligro. No se para tanto a mostrar, o intentar mostrar, el terror a la soledad de la situación, sino a emplearse en la “aventura” y la tensión. Y por supuesto, a dar más presencia a los ataques de tiburones (rodados con muy poco presupuesto, por lo que a veces canta demasiado la sobreposición de las imágenes).

Podría ser mejorable en varios aspectos del guión; hay situaciones realmente absurdas (uno de los personajes, a sabiendas de que los tiburones les rondan, decide apartarse del grupo para coger un trozo de tabla, o cuando en plena noche se quedan TODOS dormidos, pese a haber sido atacados previamente). No obstante, varios de sus momentos de tensión funcionan mejor de lo esperado (la búsqueda de material en la parte hundida del barco, el primer ataque, el clímax final). El director, al igual que en su anterior trabajo, sabe como manejar el suspense; sitúa la cámara en puntos clave y deja ver lo justo. No necesita de acción intensa o grandes subidas de volumen para, a ratos, apretarnos el culo al asiento.

En el lado interpretativo, la verdad es que hay que reconocer dedicación por parte de las dos parejas implicadas; en casi todo momento hacen creíble su desesperación y te meten en la trama. Ahora bien, pese a su buena labor, también hay que aceptar que su tópica presentación, llena de estereotipos, deja poco lugar a las apuestas sobre quién (o quienes) será capaz de llegar a la meta. El quinto personaje en discordia, el que se queda viéndolas venir en lo que resta sin hundirse del barco, es olvidado por Traucki, que prefiere centrarse en la odisea del resto. Un error, hasta cierto punto, pues lo poco que nos dejan ver de su situación pudiera haber dado paso a una subtrama de lo más inquietante. Casi, casi, para un spin-off. Lastima que no se vuelva a sabe de él hasta que aparecen los créditos.

Con sus errores y virtudes, The Reef supone una interesante aportación a un subgénero tan denostado como el de la amenaza animal, sobretodo cuando ésta tiene que ver con tiburones.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Los Transformers vuelven a la lucha, Cameron produce más 3d, nuevos detalles sobe la precuela de Alien, Lobezno estará aún más cachas y el propio Jackman entrena robots en el fúturo


Con dos películas hasta el momento, la franquicia cinematográfica de Transformers ha ingresado alrededor del mundo cerca de 1.600 millones de dólares. Por tanto, sobran razones para que sus responsables hayan considerado llevar a cabo la tercera, y para más seguridad de ingresos astronómicos, apostando por las tres dimensiones. En lo personal, la primera me pareció regulera, y la segunda, a día de hoy, me sigue dando pereza darla una oportunidad; pero como mi opinión no le afecta demasiado a Michael Bay (director) ni a Steven Spielberg (productor ejecutivo), cuando en 2011 empiece el calorcito tendremos más batallas robóticas. El presupuesto, dicen, podría haber llegado a los 250 millones, y en el reparto repite como protagonista el soseras Shia LaBeouf, aunque esta vez no estará acompañado por Megan Fox, sino por una modelo de Victoria Secret´s que según leí por ahí era la novia de Jason Statham. En el resto del reparto, nombres ilustres dispuestos a cobrar el cheque y pasar el rato. El teaser que podéis ver a continuación pinta, como es habitual, espectacular y tal, aunque más comedido en destrucción que los avances respectivos de las anteriores.


Hace tiempo que no se sabe nada nuevo de las precuelas de Alien; pero gente de Fox ha posteado vía Twiter algunas cosillas sobre el devenir del proyecto. Poca cosa, salvo que lo que hasta hace poco eran precuelas, así, en plural, ahora se ha quedado en un tímido precuela, en singular. También han desmentido el supuesto retraso del proyecto, así como que su titulo, o subtitulo, no será Paradise; Pasamos de Alien a Sanctum, una producción modesta que parte con varios puntos para llamar la atención dentro de poco. El principal, que su productor es nada menos que James Cameron, aún gozando de la lluvia de dólares Avatar (2009). Y es que Sanctum es un survival de aventuras y catástrofes, con un grupo de gente luchando por sobrevivir en unas cuevas inundadas. Y todo en 3d, claro. En principio, no pinta mal para pasar la tarde del domingo. Su director es el poco conocido Alister Grierson, cuyo precedente es una película bélica titulada Kokoda (2006), que por lo visto cosechó buenas críticas. De hecho, Cameron se interesó por él a raíz de ese trabajo.


Darren Aronofsky, disfrutando ahora de las salas abarrotadas por su prometedora Cisne negro (Black Swan), está inmerso en el rodaje de The Wolverine, de nuevo con Hugh Jackman encarnando a Lobezno. La cosa es que, según ha comentado el actor, Aronofsky le ha pedido que suba algo así como 10 kilos en músculo para el personaje. Vamos, que quiere que Lobezno esta vez arranque cabezas con el roce de su antebrazo; Empezamos el post con luchas de robots y lo terminamos con lo mismo. Eso sí, aquí no luchan por el control de ningún planeta, sino porque son boxeadores. Eso sucede en Real Steel, película de ciencia ficción protagonizada por Hugh Jackman (te saludamos de nuevo) e inspirada en un breve relato de Richard Matheson. Jackman interpreta a un ex boxeador reconvertido en promotor, en un mundo en el que el boxeo ha sido reinventado y los que dan puñetazos ya no son los humanos. Encuentra a un robot que parece incapaz de perder, así como un hijo de once años que crea lazos afectivos con el armatoste. Pero bueno, es mejor que lo veáis en el trailer, el cual, por cierto, no pinta nada mal.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Taquilla España: Narnia vence en recaudación, aunque no en espectadores


El puente que está a punto de terminar ha dejado cifras espectaculares en la taquilla española, recuperandola del poco interés desperado en semanas anteriores. Los cuatro estrenos importantes se han hecho con buenas cifras, y hay cuatro películas por encima del millón de euros, algo muy poco habitual. Analicemos por partes.

El primer puesto ha sido para Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del Alba, con 2,2 millones durante el fin de semana. Esta saga empezó muy fuerte en 2005, cuando la primera entrega amasaba en todo el mundo más de 700 millones de dólares. Sin embargo, la segunda, estrenada en 2008, pinchó en Estados Unidos y consiguió salvar los muebles en el resto del mundo. Pese a ello, sus datos quedaron en poco más de la mitad que su antecesora. De ahí que las expectativas para esta tercera entrega fueran, cuanto menos, dudosas. Sus responsables vieron el nuevo el filón de las tres dimensiones y se subieron al carro, aprovechándose del plus de las entradas en tal formato, y además redujeron el presupuesto (la segunda está presupuestada en 200 millones de dólares, mientras que la tercera no ha pasado de los 150). En dicha proporción, La travesía del viajero del Alba ha salido, por el momento, victoriosa. Por aquí, juntando el fin de semana con los festivos posteriores, su total podría superar fácilmente los 4 millones, algo que la daría vida suficiente para aspirar a los 12-13 millones con la llegada de las navidades. La segunda pasó por poco los 9 millones, aunque conociendo el citado plus del 3d, es posible que en espectadores no la supere por mucho.

Pese a que Narnia ha conseguido el primer puesto, la vencedora del fin de semana ha sido 3 metros sobre el cielo. Y es que, el muy publicitado drama romántico protagonizado por Mario Casas y María Valverde se ha hecho con 2,1 millones, pero ha sido la que más espectadores ha congregado. Toda una sorpresa, pues junto a los datos de los festivos estaríamos hablando de 3,5 o 3,7 millones, y aún con mucho camino por recorrer. Así, 3 metros sobre el cielo superará sin problemas a Los ojos de Julia y Que se mueran los feos, hasta ahora las producciones españolas más comerciales del año y las únicas que han sido capaces de superar el millón de espectadores.

En tercer lugar entra Megamind, la nueva propuesta de animación de Dreamworks. Dada la dura competencia con Narnia, tanto en tarjet al que va destinada como en la distribución de salas en 3d, los 1,5 millones ingresados no son un mal dato. También hay que tener en cuenta que a lo largo de los siguientes días su total podría alcanzar los 2,5 millones. No es un gran éxito como otras propuestas animadas de la empresa, como tampoco lo está siendo en Estados Unidos, pero cumple.

Ante tanta competencia dentro del cine familiar y juvenil, Harry Potter y las reliquias de la muerte ha reducido sus ingresos de forma abrupta en su tercera semana. Su público principal ya estaba casi agotado después de los 10 millones ingresados en sus primeros diez días, y viendo la situación su total quedará en la línea de las últimas entregas de la saga; en torno a los 15 millones y una media de 2,5 millones de espectadores.

El contra-estreno de la semana era Biutiful, el nuevo drama del mexicano Alejandro González Iñárritu, con el reclamo de Javier Bardem como protagonista. Las buenas críticas, el prestigio entre cinéfilos de su director y la presencia popular de su estrella han servido para situarla en quinto lugar con unos decentes 810,000 euros, que podrían ser 1,3 o 1,4 al final del puente.

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