domingo, 26 de abril de 2009

Trailer de Halloween II, de Rob Zombie

Esto de las secuelas de películas de terror va rápido. A principios del año pasado veíamos en nuestros cines Halloween: El origen (Halloween, 2007), precuela/remake, magnifica en lo primero y solo pasable en lo segundo, que se marcó el genial Rob Zombie a partir del clásico de John Carpenter. La película, presupuestada en 20 millones de dólares, recaudó en todo el mundo 79 millones, de los cuales 58 corresponden al mercado americano. Pues bien, Halloween II, también conocida como H2, se estrenará el próximo mes de agosto, y ya podemos ver un trailer de dos minutos. De nuevo dirigida por Rob Zombie, H2 promete más o menos lo mismo que la anterior, pero adentrándose directamente en los actos del Michael Myers adulto. En el reparto repiten Malcolm McDowell como el profesor Loomis, y Sheri Moon Zombie, como la madre de la protagonista. También andará por ahí Brad Dourif, interpretando a un policía tras la pista del criminal.

Beyonce y Ali Larter se marcan un sleeper con Obsesionada, y Puños de asfalto se queda dentro de las previsiones

Obsesionada (Obsessed), thriller de suspense con cierto contenido erótico, se ha hecho con el primer puesto de la taquilla en Estados Unidos. Sus resultados se han situado diez millones de dólares por encima de las previsiones, recaudando unos magníficos 28 millones en sus tres primeros días. La película está protagonizada por las curvilíneas Beyonce Knowles y Ali Larter, y de irle bien en las próximas semanas podría recaudar alrededor de 75 millones, que son casi cuatro veces su presupuesto.
También se estrenó Puños de asfalto (Fighting), una de peleas callejeras con el aliciente de tener como protagonista al ascendente Channing Tatum. El resultado ha sido más o menos el esperado, con poco más de diez millones. No es una cifra para montar fiestas, pero dado su ajustado presupuesto no tendrá problemas para resultar rentable.

sábado, 25 de abril de 2009

Frontiere (s) (2007)


Un grupo de jóvenes antifascistas franceses huyen de la policía camino de Holanda. En el camino, deciden hospedarse en un hostal. Para su desgracia, los dueños son una extraña familia de criminales nazis caníbales (¡!). La intención de éstos es matar a todos menos a la chica que les acompaña, para la cual tienen otros planes relacionados con su embarazo.

Estados Unidos siempre ha mandado en esto del terror. En la década de los noventa, se comenzó a especular con que los orientales serían el futuro del género. Pero en el siglo XXI lo que esta claro es que no son ni los primeros ni los segundos, sino los europeos los que están poniendo las cosas en su sitio. Se nota en cada festival, en cada foro. En España ha impactado Rec (2007), de Suecia nos ha llegado Déjame entrar, de Inglaterra The Descent (2006) o Eden Lake (2008). Pero los que se han puesto las pilas de verdad en los últimos años son los franceses. A ellos les debemos, dentro del terror más brutal, Alta tension (Haute tension, 2003), Martyrs (2008), A L´ interieour (2008) o la que nos ocupa. Lo suyo parece ser el cine visceral, la violencia más sádica. Eso es lo que encontramos en cada fotograma de Frontiere (s). No se trata de algo original. Hemos visto el mismo esquema en mil ocasiones desde La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 1974). Pero lo que hace de ésta una película más destacable que muchas otras similares, es la decidida inmersión en el horror humano. La realización del prometedor Xavier Gens es tan dinámica como potente. El guión es ágil. Desde el primer minuto se convierte en un tour de force vertiginoso. La banda sonora, añadida inteligentemente a las duras imágenes, evoca a lo épico. Todo se une en un conjunto que, no por hasta cierto punto previsible, deja de interesar en algo más de noventa minutos.

Xavier Gens, al igual que otros directores europeos de la última hornada, ha sido fichado por Hollywood. Dirigió la entretenida Hitman (2007), aún en co-producción con Francia. Por ello parece determinado a unirse al selecto club que forman, entre otros, Alexander Aja, Pascal Laugier, Alexander Bustillo, Julien Maury, Neil Marshall o John Erick Dowdle. Y quién sabe si pronto se unirán nuestros Jaume Balagueró y Paco Plaza, como ya lo hizo en su día Juan Carlos Fresnadillo. Queda claro que Hollywood ha visto la fuente de talento en Europa, y la va a exprimir a conciencia.
Frontiere (s) fué exhibida en España dentro del festival de Sitges de hace dos años, conquistando a muchos espectadores, aunque también recogiendo las reacciones encontradas de otros tantos. En Estados Unidos fue calificada NC-17, algo que rara vez ocurre. Por ello, su distribución quedo limitada a los pases del cada vez más popular After Dark Horrorfest.

Lo mejor: La brutalidad y el mal rollo del conjunto, pero sobretodo de los últimos veinte minutos. Los interpretes están entregados en todo momento, la banda sonora imprime aun más poder a las imágenes y el rollo nazi del guión al menos garantiza algo de originalidad dentro del esquema que ya todos conocemos.

Lo peor: Que estas películas queden relegadas a pases en festivales o distribuciones limitadas para luego, en no pocas ocasiones, darse a conocer por medio del esperable remake americano.

Valoración (0 a 10): 8,5

Trailer


miércoles, 22 de abril de 2009

Déjame entrar (Lat den ratte komma in, 2008)


Una fuerte amistad surge entre un niño, acosado en la escuela por sus compañeros y cuyos padres están divorciados, y una niña de extraño carácter. De esa amistad surgirá un cariño especial, que se verá obstaculizado por la terrible verdad que ella oculta.

En el número de este mes de la revista Scifiworld, hay una entrevista al escritor y critico de cine Carlos Aguilar. Una de las preguntas viene a ser el porqué, en esto del cine, muchos, aunque no sean entendidos en la materia, hacen su juicio de valor sin ningún tipo de prejuicio. En cambio, en otras artes como la pintura o la arquitectura, son pocos los que se aventuran a opinar, con supuesto criterio, sin conocer el mundo que las rodea. Aguilar respondía “Fíjate que de cine toda la gente se atreve a opinar tajantemente, sea cual sea su nivel cultural o social. Vas en taxi, y el taxista habla de cine. Vas al medico y lo mismo. Vas al notario y lo mismo. Vas a la pescadería y lo mismo (…) todo el mundo se pronuncia, hasta quien menos entiende, y lo hace como si realmente supiera (…) nadie habla con esa contundencia de otras materias, que justamente reservan para los especialistas”. Esto viene a cuento porque Déjame entrar, aclamada en multitud de festivales dedicados al fantastique y que se ha creado un culto entre una legión de aficionados, sorprendentemente ha conocido estreno comercial en nuestro país. Lo que viene a ser que, gran parte del publico que abarrota cualquier multicine de centro comercial, saldrá echando pestes y haciendo valedor su criterio sobre la supuesta mierda que ha pagado por ver. Los mismos que, probablemente, hace poco babearon con una tontería como Crepúsculo (Twilight, 2008). Y es que Crepúsculo es a Déjame entrar lo que, por ejemplo, El efecto mariposa (The Butterfly Effect, 2004) es a Donnie Darko (ídem, 2001). Es decir, una historia, de base similar, pero accesibilidad complaciente y juvenil, contra otra netamente adulta y necesitada de una digestión más lenta, aunque también más sana y gratificante.

Centrándonos en la película y apartando la divagación para otro debate, decir que Déjame entrar es todo lo que se venia diciendo de ella. En muchas ocasiones sucede, que cuando algo es puesto por las nubes durante meses, crea unas expectativas desmesuradas, que difícilmente son igualadas o superadas cuando lo tenemos delante. Pero a veces también sucede que esa maravilla tan laureada corresponde a cualquier expectativa. Este es uno de esos casos. A cualquiera que le apasione el cine de vampiros, Déjame entrar le supondrá un chute del mejor cine visto en años. De no ser así, que obviamente es igual de respetable, es difícil de asumir que, gustos personales a parte, alguien pueda decir que se trata de una mala película. Estamos ante una bellísima, sutil y no por ello a ratos malsana historia de amor. No es terror. Tampoco presenciamos el erotismo y el gore característicos de parte del subgénero. Hayamos en Déjame entrar es un cuento de hadas sombrío, de inteligente tempo pausado e imágenes poéticas. De miradas y diálogos susurrados. Una rareza dentro del cine comercial, que por ello, además de sus muchos aciertos artísticos, destaca desde el primer momento.

Déjame entrar está basada en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist, quien también se ha encargado de escribir el guión. A partir del libreto, el director Tomas Alfredson, nuevo en esto del cine de género, construye una sinfonía de imágenes perturbadoras, algo a lo que ayuda la magnifica interpretación de los dos jóvenes protagonistas. Entre ellos hay una química brutal, que nos encierra desde su primer encuentro en una extraña historia de amor platónico. También se hace hincapié, no solo en la historia de amor y amistad que surge entre ambos, sino en el tristemente de moda tema del bullying, o acoso escolar. Todo concentrado en cerca de dos horas de cine visceral. Cine que no llegará igual a todo el mundo, pero que dejará huella a quienes conecten con él. De esas raras veces que, durante el visionado, te invade la sensación de desear que la función se alargué unas horas más.

Lo mejor: Prácticamente todo. La sutileza del guión, la maestría en la dirección, el poder visual del diseño artístico y la fotografía, las interpretaciones, la banda sonora…

Lo peor: Que propuestas difíciles y originales como ésta, de carácter minoritario, nos lleguen contadas a los cines españoles, por olvido o poco interés de las distribuidoras.

Valoración (0 a 10): 9

Trailer

sábado, 18 de abril de 2009

La semilla del mal (The Unborn, 2008)


Una joven comienza a tener visiones fantasmagóricas de un niño. Investigando en su pasado familiar, descubre que su hermano gemelo murió, siendo aún un feto, de forma extraña. Todo se complicará cuando se descubran los planes de aquel niño: volver al mundo de los vivos.

Michael Bay es conocido de sobra, para bien o para mal, dentro de sus labores de director. Lo que ahora está consiguiendo es labrarse, igualmente para bien o para mal, una carrera bastante popular como productor. Si detrás de las cámaras lo suyo es el cine de acción y el espectáculo de efectos especiales, en lo que concierne a poner la pasta le va más el terror. Y no un terror cualquiera, no. Lo que el director de La roca (The Rock, 1997) se ha empeñado en hacer en los últimos años es remakear todo clásico del género que se le ponga a tiro. De este modo, en su haber cuentan las nuevas versiones de La matanza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 1974), Terror en Amityville (The Amityville Horror, 1979), Carretera al infierno (The Hitcher, 1986) y Viernes 13 (Friday the 13th, 1980). Pero cuidado, la cosa no acaba aquí. En su lista de proyectos como productor, ya tiene en proceso los remakes de Los pájaros (The Birds, 1963) o La semilla del diablo (Rosemary´s Baby, 1968). En referencia a la última, podemos decir que Bay ya ha estrenado su seudo versión en clave teen y con artificios propios del cine de terror moderno. Hablo, por supuesto, de La semilla del mal.

La semilla del mal está escrita y dirigida por David S. Goyer. Se trata de un hombre capaz de escribir el magnifico guión de El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008), pero también de perpetrar en la dirección cosas como Blade: Trinity (idem, 2004) y Lo que no se ve (The Invisible, 2007). Seamos claros. El guión que ha preparado para La semilla del mal es una mierda. Sin más. Pero la película se apoya en una factura perfecta, una dirección sin excesos de calidad, pero interesante, y la presencia de la espectacular Odette Yustman, y de un Gary Oldman pasándoselo pipa, sin tomarse en serio lo que sucede a su alrededor. Así mismo, la duración no supera los ochenta minutos, por lo que va directa al grano y no aburre. Datos que nos hacen olvidar que La semilla del mal tan solo es un producto de terror fast food, ideal para pasar el rato sin exigencias, una tarde de Burger King. Su terror se basa en el sobresalto auditivo, mientras devoramos la perfecta silueta de su protagonista. No importa demasiado que el novio de ella tenga la misma cara cuando dan un paseo que cuando se la practica un exorcismo. Al menos, si tenemos un día poco exigente.

Lo mejor: La presencia de una Odette Yustman arrebatadora. No ya como actriz, que tampoco lo hace mal, sino en su privilegiado conjunto. Además, por ahí tenemos al siempre grande Gary Oldman haciendo un poco el chorra y con cara de no creerse nada mientras espera cobrar el cheque.

Lo peor: El guión es muy flojo. Parece escrito de carrerilla.

Valoración (0 a 10): 4

Trailer

domingo, 12 de abril de 2009

Tremendo fiasco de Dragon Ball: Evolution

e veía venir. Y no me refiero solo a que la película no gustase prácticamente a nadie, sino también a que su recaudación seria pésima incluso en el estreno. No se muy bien que carajo ha sucedido con esta adaptación. Lo que podía haber sido uno de los traspasos al celuloide más aplaudidos y taquilleros en décadas, se ha quedado en un intento de sacar muñequitos que no ha convencido ni a los más pequeños de la casa. Su estreno en Estados Unidos, precedido de cientos de malas opiniones vertidas en la red, no ha servido ni para cubrir los gastos del peinado de los protagonistas. Cinco millones, tan solo cinco millones de dólares. Y ahora viene lo curioso. Desde que el proyecto se puso en pie, sus responsables aseguraban que veríamos una gran producción de cien millones de dólares. Ahora, conocido el fiasco, salen a la palestra reconociendo que el prepuesto real es de la mitad de tal cantidad. Viendo las imágenes del trailer, uno podria pensar que es más cierto lo segundo. Pero no se porque me da que intentan vender la moto. Sea como sea, Goku, Piccolo y el resto, no verán su historia convertida en franquicia. No al menos en la gran pantalla.

Resident Evil: Degeneración (Resident Evil: Degeneration, 2008)


Un ataque zombie en un aeropuerto hace volver a la acción a Claire Redfield y Leon Kennedy, mientras el virus G campa a sus anchas y una nueva criatura mutada causa estragos.


Sin armar mucho ruido, la saga de Resident Evil en la gran pantalla se ha hecho un hueco entre las series exitosas. Ha creado un universo propio de merchandising con una amplia legión de fans. Gracias a unos presupuestos siempre ajustados (no más de cincuenta millones de dólares), las tres películas realizadas hasta ahora para el cine han sumado alrededor de trescientos cincuenta millones, por lo que no es de extrañar que finalmente hayan dado luz verde a una cuarta y puede que ultima entrega. Pero mientras tanto, para no dejar pasar el filón, se ha creado esta película de animación en formato domestico, con el aliciente de ser más fiel al modelo en que se basa que las tres películas antes citadas. La cosa es que Resident Evil: Degeneración sirve de complemento al también reciente lanzamiento del Resident Evil 5 para consolas. No es una adaptación de éste, ni tiene nada que ver con la saga protagonizada por Milla Jovovich. Se trata de una especie de trailer de videojuego, de hora y media de duración, con alta calidad técnica.

Tenemos personajes de la saga de consola, como León y Claire Redfield. Hay zombies, obviamente, pero se añade alguna nueva criatura alterada genéticamente. De hecho, a partir de la segunda mitad, la trama se centra más en eso que en los no muertos, que prácticamente desaparecen tras armar mucho jaleo hasta dicho momento. No hay demasiado gore, algo que tampoco sobraba en la saga cinematográfica. Lo que más se puede destacar de esta aportación al mundillo Resident, es la amplitud de, digamos desfase, en torno al espectáculo y las escenas acción. Al tratarse de animación, con menos presupuesto se pueden realizar set pieces más arrolladoras. Eso si, las mismas vistas en cine de carne y hueso lucirían del todo. Detrás de todo esto se encuentran Capcom y Sony, en lo que parece un intento por rentabilizar su universo desde más ángulos. No por nada el firmante del libreto es Shorato Suga, quien ya ha escrito el guión de otro exitoso videojuego, Devil My Cry 4.

Lo mejor:
Acción espectacular, animación decente y poder ver a personajes reales del videojuego luchando contra las amenazas.

Lo peor: Ritmo irregular. A veces interesante y divertida, aunque otras aburrida y sin gracia. Supongo que un episodio de media hora hubiera sido suficiente.

Valoración (0 a 10): 5

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