Una fuerte amistad surge entre un niño, acosado en la escuela por sus compañeros y cuyos padres están divorciados, y una niña de extraño carácter. De esa amistad surgirá un cariño especial, que se verá obstaculizado por la terrible verdad que ella oculta.
Centrándonos en la película y apartando la divagación para otro debate, decir que Déjame entrar es todo lo que se venia diciendo de ella. En muchas ocasiones sucede, que cuando algo es puesto por las nubes durante meses, crea unas expectativas desmesuradas, que difícilmente son igualadas o superadas cuando lo tenemos delante. Pero a veces también sucede que esa maravilla tan laureada corresponde a cualquier expectativa. Este es uno de esos casos. A cualquiera que le apasione el cine de vampiros, Déjame entrar le supondrá un chute del mejor cine visto en años. De no ser así, que obviamente es igual de respetable, es difícil de asumir que, gustos personales a parte, alguien pueda decir que se trata de una mala película. Estamos ante una bellísima, sutil y no por ello a ratos malsana historia de amor. No es terror. Tampoco presenciamos el erotismo y el gore característicos de parte del subgénero. Hayamos en Déjame entrar es un cuento de hadas sombrío, de inteligente tempo pausado e imágenes poéticas. De miradas y diálogos susurrados. Una rareza dentro del cine comercial, que por ello, además de sus muchos aciertos artísticos, destaca desde el primer momento.
Déjame entrar está basada en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist, quien también se ha encargado de escribir el guión. A partir del libreto, el director Tomas Alfredson, nuevo en esto del cine de género, construye una sinfonía de imágenes perturbadoras, algo a lo que ayuda la magnifica interpretación de los dos jóvenes protagonistas. Entre ellos hay una química brutal, que nos encierra desde su primer encuentro en una extraña historia de amor platónico. También se hace hincapié, no solo en la historia de amor y amistad que surge entre ambos, sino en el tristemente de moda tema del bullying, o acoso escolar. Todo concentrado en cerca de dos horas de cine visceral. Cine que no llegará igual a todo el mundo, pero que dejará huella a quienes conecten con él. De esas raras veces que, durante el visionado, te invade la sensación de desear que la función se alargué unas horas más.
Lo mejor: Prácticamente todo. La sutileza del guión, la maestría en la dirección, el poder visual del diseño artístico y la fotografía, las interpretaciones, la banda sonora…
Lo peor: Que propuestas difíciles y originales como ésta, de carácter minoritario, nos lleguen contadas a los cines españoles, por olvido o poco interés de las distribuidoras.
Valoración (0 a 10): 9
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2 comentarios:
sin duda, la mejor pelicula de lo que llebamos del año...
No puedo estar mas deacuerdo.
De hecho creo q mi critica es muy parecida a la tuya, hacemos hincapie en casi lo mismo.
Salu2
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