sábado, 30 de agosto de 2008

Lifeforce (Fuerza vital) (1985)


"La tripulación de una nave espacial encuentra otra nave aparentemente perdida en el espacio. Al adentrarse en ella, descubren una especie de ataúdes a modo capsula que guardan seres desnudos, de apariencia humana. Los cogen para ser estudiados en la Tierra, lo que pronto traerá graves consecuencias. Una de las humanoides, una joven de gran belleza, tiene el poder de succionar la fuerza vital de los seres humanos, para así poder vivir. Las victimas, no solo pierden su vida, sino que sus cuerpos son secuestrados por los humanoides, creando en ellos un aspecto monstruoso”.

Tras los grandes éxitos, tanto a nivel comercial como artístico, que supusieron La matanza de Texas y Poltergeist, Tobe Hooper se encontraba en la cima de los directores de terror. Los problemas vinieron después. No se si porque no supo elegir los proyectos, o si lo suyo fue flor de un día, pero la carrera de Hooper a partir de entonces comenzó a deteriorarse de manera alarmante. Salvando alguna que otra propuesta interesante que no fue bien recibida por el público, su fama paso a mejor vida, pero aun intentó quemar sus últimos cartuchos de la forma más arriesgada posible con la película que nos ocupa. Fuerza vital es sin lugar a dudas la película más ambiciosa del cineasta. Con un presupuesto demasiado abultado para su año de producción, y producida por la mítica Cannon, lo que Fuerza vital consiguió en todo caso fue convertirse en una película maldita, y probablemente por ello en pieza de culto para el aficionado. El fiasco comercial de Fuerza vital se sumó al de otras dos producciones que la Cannon le había financiado al otrora exitoso director. La matanza de Texas 2, secuela bastante libre del original, no consiguió ni de lejos los resultados a todos los niveles de su predecesora, pero no por ello fue menos interesante y divertida, además de brutal. Sea como sea, no contentó a casi nadie. La otra película que fracasó fue La casa de los horrores, curiosa variante de la propia La matanza de Texas, esta vez narrada desde el siempre inquietante universo de la feria ambulante.

Para Fuerza vital, Hooper contó con un libreto del mismísimo Dan O´Bannon, guionista de Alien. El octavo pasajero, adaptando la novela Los vampiros del espacio, de Colin Wilson . Viendo la película, sobretodo la primera media hora, queda muy claro que O´Bannon se encuentra en el teclado, pues los parecidos con el clásico citado son más que casuales. A partir de ese momento, Fuerza vital torna hacia otros derroteros, más cercanos a clásicos como La invasión de los ladrones de cuerpos, aderezados con una extraña música épica que parece hacer referencia a cualquier saga de aventuras al estilo Star Wars (¡!). Una mezcolanza arriesgada, irregular en su desarrollo, pero determinante en su delirio final, con un Londres puesto en cuarentena dominado por los seres humanos zombificados a los cuales se les ha absorbido su alma. En no pocas ocasiones da la sensación de que a Hooper (o quizas fue a O´Bannon) se le va la mano y no sabe como llevar la historia. Fuerza vital termina por ser interesante pero imperfecta. Espectacular, pero necesitada de más garra y determinación por parte de sus responsables. Con todo, siempre nos quedará la imagen de una joven Mathilda May desnuda en tres cuartas partes del metraje, y de unos efectos visuales realmente asombrosos, con animatronics que tienen poco que envidiar a muchos de los trucajes actuales.

Lo mejor: Los efectos visuales en lo referente a la creación de los, digamos, infestados. El delirante clímax final, y claro esta, la presencia física de Mathilda May.

Lo peor: El irregular desarrollo, marcado no solo por un montaje algo torpe, sino también por la duración, casi dos horas que podían haber sido perfectamente noventa minutos.

Valoración (0 a 10): 6,5

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viernes, 29 de agosto de 2008

Rogue (El territorio de la bestia) (2007)


“Una excursión turística por las aguas de Australia en la presencia de cocodrilos se convierte en una pesadilla cuando se adentran en el terreno de un cocodrilo de grandes dimensiones. Al perder el barco por un ataque, los viajeros se quedan en una pequeña isla, de la que tendrán que escapar antes de que se la coma la marea al caer la noche, y antes de que el cocodrilo se los coma a ellos”.

Cuando el australiano Greg McLean estrenó la interesante Wolf Creek hace dos años, pocos se imaginaban que una película de ínfimo presupuesto rodada en su país pudiera tener una distribución a gran escala en Estados Unidos, y aunque en menor medida, también en el resto del mundo. Pero así fue. Hay que tener en cuenta que Wolf Creek era un survival horror que seguía paso a paso los esquemas de los mismos éxitos americanos, por lo que, salvo por un énfasis especial en mostrar paisajes deslumbrantes y en no imprimir un ritmo incesante desde el primer minuto, la susodicha película podía competir directamente con el terror mainstream de Hollywood. Lo que no era nada esperable es que McLean, después de esa propuesta, se adentrara en los terrenos de la amenaza animal, recuperando por enésima vez el tema del cocodrilo gigante que se quiere zampar a todo el que se cruce en su camino. Más aun cuando las últimas películas de este estilo que se han estrenado no han cosechado los resultados comerciales esperados, o directamente han sido carne de video club.

Pero McLean decidió ir a por todas con El territorio de la bestia, película que, aun teniendo muchos de los tics propios del sub género de bestias acuáticas (resoluciones finales heroicas, personajes secundarios insulsos que solo sirven de carnaza) se decide al menos a resultar inquietante en gran parte del metraje, sin ofrecer acción o ruido atronador, ni efectos visuales cansinos, sino componiendo a lo largo de los ajustados ochenta minutos para los que da el guión tres largas set pieces que hacen al espectador estar siempre pendiente de lo que ocurre (el paso por la cuerda, el momento de pesca, y el clímax final en la cueva del animalito). Pero al igual que en Wolf Creek, lo que concede a El territorio de la bestia una especie de aire autoral no es otra cosa que la insistencia del director por filmar como si se tratase de un documental, mostrando de vez en cuando impactantes planos del paisaje australiano, de animales exóticos. Al menos esta vez la trama coge ritmo a los veinte minutos, y no a los cuarenta y cinco, que era el único error de su anterior trabajo.

Lo mejor: Las tres set pieces inquietantes, que realmente consiguen atraparte. Además, es una película bastante entretenida, que al fin y al cabo es que lo pretende.

Lo peor: No hay mucho que decir. Es más o menos lo que uno puede esperar. Eso si, da la sensación de que, aun estando dentro de lo correcto y de lo esperable, McLean es un director con más talento del que ofrece aquí.

Valoración (0 a 10): 6,5

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jueves, 28 de agosto de 2008

Mis comienzos (Parte II)

Pasados por fin los torturadores (en el buen sentido) visionados de El exorcista, las dos primeras entregas de Alien o alguna que otra Pesadilla en Elm Street, pude prepararme para ver películas de terror igual de míticas sin que me recorriera esa sensación de pánico previa. Puede parecer exagerado, pero creerme, era un cagón. En clase se escuchaba mucho hablar de Poltergeist, pero más que sobre la película en sí, lo que se decían eran cosas sobre una leyenda que había en torno a ella. Como si una de esas leyendas urbanas que contábamos en el parque por la noche se tratase, mi conocimiento primerizo de Poltergeist se debió a dichas conversaciones. Por aquel entonces (y la cosa no ha cambiado nada hoy día), la película era emitida en las cadenas de televisión cada dos por tres, por lo que no lo tuve difícil para hacerme con ella. Después de vista, disfrutada y grabada (que tiempos aquellos en los que grabar una película cortando los anuncios ya suponía un avance tecnológico), me quedó claro que Poltergeist sería a partir de ese momento, en el cual ya estaba comenzado definitivamente mi camino cinéfago, una de mis películas favoritas. Y así ha sido hasta la actualidad.

Con mi pasión desmedida por Poltergeist llegó La matanza de Texas. Ya no solo porque se tratase de otra de las míticas de visionado obligatorio para mi andadura, sino por que la dirigía Tobe Hooper, es decir, el mismo de Poltergeist. No sabría hasta más tarde todo el rollo en tono al conflictivo rodaje en el que Spielberg, productor de la película, había hecho más en la dirección que el propio Hooper, pero a mí por aquel entonces todo eso me importaba un mojón. Me enfrente al visionado de La matanza de Texas con unas expectativas altísimas, pues ya no solo era una película de la se hablaba en todos los foros de entendidos o supuestos entendidos del género, sino que también, como ya dije, era de Hooper. Tengo que reconocer que la primera vez que vi La matanza de Texas quede un poco decepcionadp. Luego comprendí, tras una segunda oportunidad, que estaba equivocado. La matanza de Texas, en todo caso, fue la primera película del llamado horror rural que veía, por lo que no sabia muy bien lo que me esperaba. Pero ya vista con otros ojos, se terminó convirtiendo en otra de mis películas de cabecera hasta el momento en el que escribo estas líneas.

Fue poco después cuando llegó el día en el que descubrí la que hoy es mi película de terror favorita. Los que estéis un poco puestos en el tema, viendo la frase que abre mi blog, ya sabréis de que hablo antes de que diga nada. Fue un puente que acudí al video club para alquilar dos pelis de terror y así tenerlas durante los cuatro días. Las elegidas fueron una especie de remake directo a video de Piraña, que contaba con William Katt (el de House. Una casa alucinante) y Alexandra Paul (la única vigilante de la playa que no llevaba silicona hasta en las cejas) de protagonistas. Aunque la película vista hoy no es más que un montón de estiércol, en aquel puente me la vi como cinco veces. Poco exigente que era uno. Pero eso no fue nada comparado con lo que sucedió con la otra película en cuestión: En la boca del miedo. Asi es, en mi ingenuidad alquilé la obra maestra de John Carpenter sin saber si quiera quien era ese director que aparecía en los créditos. Fue verla una vez, y quedar tan impresionado que no pare hasta desgastar el VHS con unos diez visionados en cuatro días. La diferencia entre aquella Piraña trash y En la boca del miedo, es que mientras una pasó a mi particular historia como un mojón, la de Carpenter se convirtió sin ninguna duda en mi película soñada.
Aunque aun quedarían películas de las llamadas imprescindibles por ver, fue por estas fechas cuando empecé a interesarme por la serie B y Z en estado puro. Por la Troma. Por la Full Moon. Por los directos a video club desoladores. Fue entonces cuando pasé a ser John Trent.

Continuará…

miércoles, 27 de agosto de 2008

Scared Straight será lo nuevo de John Carpenter

Aunque puede no ser la que muchos de sus fans esperan, John Carpenter ya tiene nueva película. Y esta vez confirmada del todo. El director de En la boca del miedo se situará tras las cámaras en un encargo que anteriormente tenia como responsable al muy diferente Rob Cohen, director de películas de acción como XxX, The Fast and the Furious, o ahora en cartel con la tercera entrega de La momia. La película se titula Scared Straight, y en principio parece ir más enfocada al Carpenter de Asalto en la comisaría del distrito 13 que al de La cosa. Es decir, una película de acción y algo de suspense. Protagonizada por el omnipresente Nicolas Cage, Scared Straight nos cuenta como un ladrón de poca monta es enviado a la cárcel con los presos comunes, y una vez allí se produce un motín por parte de los presos, que hacen de él su rehén. Esperemos para ver si Carpenter sigue en forma tras la cámara, pues desde la muy criticada (injustamente) Fantasmas de Marte no ha dado señales de vida más allá de su trabajo televisivo para Masters of Horror (y aprovecho para recomendar su telefilme para la primera temporada, aquí titulado El fin del mundo en 35mm, que es una autentica pasada).

martes, 26 de agosto de 2008

Q: The Winged Serpent (Q, la serpiente voladora) (1982)

"Una serie de crímenes brutales se están sucediendo sin descanso en el corazón de una gran ciudad. Un delincuente de tres al cuarto, en su huida tras un robo, se encuentra con un gigantesco nido en lo alto de un rascacielos. La policía confiara en el, muy a su pesar, para dar con el gigantesco monstruo que según parece está creando el terror en las calles”.

Hace unos días hablaba de Maniac Cop, una de las clásicas series B de los ochenta parida bajo la mano siempre reconocible de Larry Cohen, y con William Lusting tras las cámaras. Pues bien, hoy vamos a hablar de otra propuesta ochentera de Cohen, aunque esta vez el susodicho curra como director. Posiblemente, La serpiente voladora sea una de las películas más reconocibles para el cinefago dentro de la serie B de los ochenta. Cohen esta vez volvió a echar mano de colegas. De este modo, míticos del exploit y el género de poco presupuesto como Richard Roundtree o Michael Moriaty intervienen en algunos de los roles principales, mientras que otros como el no menos mítico David Carradine comparten plano con ellos, y con el monstruo del titulo, que no es otra cosa que, atención, un dios azteca legendario con cuerpo de serpiente alada que murió hace millones de años, pero que ha sido resucitado en pleno siglo XX en el corazón de una gran ciudad para alimentarse de los idiotas que en lugar de correr al verla, se dedican a mirar y gritar.

La serpiente voladora es lo que yo llamo “una serie B de video club del montón, pero con encanto”. Esto viene a ser, un producto que bien visto puede ser igual de prescindible que cualquier chorrada de direct to dvd moderna que impregnan las estanterías de los video club, pero a diferencia de estas, posee un espíritu más sano, quizás más ingenuo y menos prefabricado, que la hace ser mucho más visible y por supuesto nostálgica. Y sobretodo hay que agradecer ese encanto a los efectos especiales magníficos de David Allen, artesano del stop motion recordado por sus efectos para Aullidos, o por trabajar para la Full Moon. Por lo demás, un poco de trama policiaca por aquí, un poco de humor negro por allá, un poco de sangre por otro lado, un poco de emulo a King Kong por otro (en lo referente al clímax final, aunque el bicho éste es bastante más malvado que el monito), lo que viene a ser igual a una pequeña película para pasar el rato sin pedir mucho, pero sin tampoco perder el tiempo si te van las monster movies.

Lo mejor: Las escenas de ataque de la serpiente alada por vía Stop Motion, sin duda.

Lo peor: Hay una pérdida de ritmo durante el desarrollo, el cual la serpiente aparece menos y se centran más en algo sobreactuado personaje de Michael Moriaty y sus paranoias.

Valoración (0 a 10): 5,5

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lunes, 25 de agosto de 2008

Discretos estrenos de Mirrors, Death Race, y Star Wars: Clone Wars en Estados Unidos


Mediocre fin de semana en lo referente a la taquilla para el cine de género. Tres son las películas estrenadas entre en ultimo y el penúltimo fin de semana en Estados Unidos, y las cifras, o se han quedado en tierra de nadie, o directamente han decepcionado. Si empezamos por el primer caso hay que hablar de Mirrors, lo nuevo del gran Alexandar Aja, el hombre tras las cámaras en dos de las mejores películas de terror de los últimos años, es decir, Alta tensión y el remake de Las colinas tienen ojos. Mirrors, que aquí conoceremos como Reflejos, es el remake de una película de terror coreana llamada Into the Mirror de hace tan solo cinco años. Protagonizada por Kiefer Sutherland, actor recuperado tras el éxito de la serie televisiva 24, Mirrors tiene la particularidad de encontrarse en ese club de remakes de películas de terror oriental que se han ido estrenado recientemente. Y al igual que ellas (aunque estoy seguro de que es mucho mejor), los resultados comerciales han sido discretos. El remake de The Eye a penas supero los 30 millones de dólares por estos lares, y en el caso de Llamada perdida y Shutter, esos 30 millones quedaron algo lejos. Mirrors lleva un camino similar, pues diez días después de su estreno la cantidad asciende a 20 millones, acusando un desgaste en su segundo fin de semana del 50%. Lo bueno es que, al tener un presupuesto ajustado de 35 millones, si la cosa no va mal en el resto del mundo, no tendrá perdidas.

La otra que se ha quedado en tierra de nadie es Death Race. Este remake (otro más) del mini clásico de la serie Z La carrera de la muerte del año 2.000, que cuenta con Paul Anderson tras las cámaras, y con Jason Stathman delante de ellas, se tiene que conformar en su estreno con algo más de 12 millones. Poca cosa. De todos modos, tampoco se esperaba mucho más de esta serie B de acción futurista que ya de por si cuenta con una estrella (Stathman) que aun no ha conseguido la película que le encumbre como action hero. La que se ha estrellado bien es Star Wars: Clon Wars. Esta película de animación basada en los personajes de Star Wars se queda muy por debajo de lo esperado, tras recaudar tan solo 25 millones en sus diez primeros días, con un descenso abrupto de más del 60% respecto al estreno. Aunque su paso por los cines sea decepcionante, a su favor tiene la respuesta en el mercado domestico, que a buen seguro será millonaria. Y es que parece que los fanáticos de la saga han preferido esperar a verla en casa en su home cinema (el que lo tenga) que pagar la entrada para verla en la gran pantalla.

sábado, 23 de agosto de 2008

Maniac Cop (1988)

“Un asesino anda suelto. Se trata de un hombre muy alto que parece trabajar en la policía, o al menos lleva su uniforme. Al encadenarse los crímenes, la policía de la ciudad investiga el caso. Unos no quieren creer que sea un policía, pero uno de los investigadores, junto a dos policías, se adentran más en el caso después de verle en acción. Lo que no saben es que el maniaco que anda suelto esta trazando un plan mediante sus asesinatos para que uno de los policías que le siguen parezca el culpable”.
De la unión de dos de los mejores artesanos de la serie B de los setenta y ochenta como Larry Cohen y William Lusting pueden salir maravillas. Si además a estos se les une el mítico Bruce Campbell, y encima hay cameo de Sam Raimi, pues mejor que mejor. Pero Maniac Cop, aun disponiendo de todo lo comentando, no es nada del otro jueves. De echo, sus mayores aciertos corresponden a la nostalgia que producen en el cinéfago los participantes en el proyecto, sin olvidarnos del grandullón Robert Z´Dar, interpretando al maniaco del titulo, o a secundarios clave de Cohen como el rey del blackexplotation Richard Roundtree o William Smith. Maniac Cop, en todo caso, es una película entretenida, aceptable. Una serie B, mitad terror, mitad policiaca, que juega por momentos al body count borrico de los Viernes 13 varios, pero sin la creatividad en las muertes de dicha saga, ni tan siquiera el necesario gore (algo extraño viniendo de Lusting, realizador de las brutales y magnificas Maniac y Vigilante).

Me quedo, sin duda, con el excelente y sangriento flash back en el que conocemos lo que le sucedió al asesino en vida (aunque no se sabe muy bien si en su faceta de villano psicópata esta vivo o es una especie de zombi), y con ese clímax final en el que por fin se destapa su verdadero rostro. Bruce Campbell, como siempre, carismático, y los demás cumplen. Pero viniendo del teclado de Larry Cohen y de la cámara de William Lusting, como ya dije, sabe a poco. Maniac Cop propició dos secuelas, las cuales aun no me he dignado a ver.

Lo mejor: El flash back citado en la reseña y el clímax final. Además, está Bruce Campbell de protagonista, y eso siempre es de agradecer.

Lo peor: Falta gore en los momentos más violentos. La trama policial podría haberse reducido un poco a favor del body count puro y duro.

Valoración (0 a 10): 5,5

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Las más sexys que han pasado por el terror, el fantástico y la ciencia ficción (Volumen II)

Qué decir de Monica Belucci que no sepáis todos (y todas) sin necesidad de mirar la foto. Una de las mujeres más bellas y espectaculares de la actualidad. Esta actriz italiana se dio a conocer mostrándose en todo su esplendor en Drácula de Bram Stoker, como una de novias del vampiro. También la hemos visto en Dobberman, Matrix Reloaded, Shoot Em Up, Irreversible, El elegido o El secreto de los hermanos Grimm. Por cierto, ya tiene 44 años… ¿veis mujeres por la calle de esa edad que estén así?

Aquí va otra madurita espectacular. Halle Berry ya tiene 42 años, pero se encuentra en una forma física envidiable, y es obvio que su rostro es uno de los más bellos del panorama cinematográfico. A Halle la hemos visto como Tormenta en las tres entregas de X-Men, también fue Catwoman, y ha aparecido en películas como Gothika. Actualmente no prepara nada que tenga que ver con los géneros que de los que aquí hablamos.

Y ahora vamos con una ucraniana. Olga Kurylenko, de 28 años, se ha dado conocer con su intervención en la adaptación del videojuego Hitman, donde tiene alguna escena con poca ropa. Ahora, esta ex modelo de 1,75 de estatura (aunque en pantalla parece más alta) prepara una de ciencia ficción llamada Kirot, y sobretodo será la nueva chica Bond en Quantum of Solance.


Aquí tenéis a la primera oriental en aparecer en la lista. Más concretamente de Japón. Chiaki Kuriyami es la nena mala de Batlle Royale, donde fue vista por Tarantino, que la fichó rápidamente para hacer de una nena aun mas mala en Kill Bill. Esta morbosa japonesa de 23 años ha seguido trabajando en su país, con producciones como Azumi 2, y próximamente aparecerá en la adaptación del videojuego Tekken.

Y para cerrar este segundo volumen, hablemos de Jessica Biel. Este pivón de 26 años se dio a conocer en el cine con el remake de La matanza de Texas, en el que uno no podía evitar centrarse más en lo que sucedía con su anatomía durante las huidas que se pegaba, que en lo que la perseguía. También ha tenido presencia en películas como El ilusionista, Next, Stealth o Blade: Trinity. Dentro de poco podremos escucharla, que no verla, en la película de animación Planet 51, y donde si podremos verla es en una de misterio que se vendrá a llamar Die a Little.

miércoles, 20 de agosto de 2008

The Dark Knight (El caballero oscuro) (2008)

“Bruce Wayne ya se ha confirmado definitivamente como el amo de la noche en la ciudad de Gotham. Pero esta vez, un despiadado asesino apodado Joker le pondrá las cosas difíciles, y le hará tomar decisiones muy importantes en su vida, tanto en su entorno sentimental, como en su responsabilidad con el ciudadano”.


Los inicios de Batman datan del 1.933 en el mundo del cómic, y fue creado por Bob Kane para DC Cómics. Bruce Wayne, un multimillonario cuyos padres fueron asesinados por un criminal llamado Joe Chill cuando él era solo un niño, heredo la fortuna de la familia. Siendo adulto, Bruce se entrena física y mentalmente para llegar a ser el particular superhéroe de su ciudad, la sombría Gotham, invadida por la delincuencia. Batman es solo su mascara para poder ejercer de vigilante por las noches, y gracias a su fortuna, puede adquirir y construir una serie de artilugios que le ayudaran en su lucha. La fama que consiguió Batman en los cómics (es el más famoso de la editorial junto a Superman, el cual aparece en algunas historias a su lado, algunas veces luchando contra él) hizo que en 1.960 se lanzara una serie televisiva bastante libre respecto a las historietas. No fue hasta la excelente novela grafica El regreso del caballero oscuro, de Frank Miller, cuando el personaje de Batman fue relanzado debidamente, con un tono oscuro y más violento del habitual, y centrándose en un Bruce Wayne de 50 años que decide retomar su labor de superhéroe nocturno. Frank Miller también fue el responsable de otra de las mas celebradas aventuras del hombre murciélago con Batman: Año uno, en la que nos cuentan los inicios del personaje, y que se convirtió en fuente de inspiración para la película Batman Begins.


Pero antes de que Batman Begins, encargada del resurgir del personaje en el medio cinematográfico y predecesora de la película que hoy nos ocupa, llegara a los cines, otra franquicia había dejado su legado a partir de 1.989. En dicho año llegó la primera aportación al medio, dirigida por Tim Burton y con Michael Keaton en el papel de Batman. El fallido casting para el hombre murciélago quedo tapado gracias a la impecable interpretación de Jack Nicholson como un Joker que, en todo caso, se distanciaba de los aspectos más terroríficos del personaje en los cómics, mostrando un lado más cachondo y prácticamente inmerso en la caricatura. Batman fue un éxito comercial sonado. El interés hacia el personaje se incrementó a nivel masivo, y todo el mundo salía a las tiendas a comprar el merchandising en pro de la Batmania. Luego llegaron tres secuelas: Batman Vuelve (también dirigida por Tim Burton), Batman Forever y Batman y Robin, estas dos ultimas dirigidas por Joel Sumacher y encargadas por si solas de cargarse la franquicia. El universo de Batman creado por Tim Burton se asemejaba en varios aspectos al de los inicios de las historietas, pero las de Sumacher tiraban por tierra todo lo anterior concentrándose en una Gotham colorista y de estética filogay (imborrable el recuerdo de los trajes de Batman y Robin con amplios pezones).


Ya en 2.005, diez años después de la ultima incursión cinematográfica, a Christopher Nolan, uno de los directores más prestigiosos de la actualidad, se le ocurrío dar un nuevo look a la serie, pero en contra de lo esperado, lo que hizo (y muy inteligentemente) fue comenzar a partir de 0, narrando las aventuras de Bruce Wayne donde nunca habiamos estado. De este modo, Batman Begins no solo se convirtió en toda una sorpresa y un éxito comercial, sino que se puede decir que es una de las mejores adaptaciones de unos cómics superheroico jamás vistas. Una autentica obra maestra. De conjunto denso pero dinámico, con un reparto de los que quitan el hipo y de lo más acertado (Christian Bale, Michael Caine, Liam Neesson, Gary Oldman, Morgan Freeman…) y una atmosfera seria, adulta, sin olvidar el necesario espectáculo, Batman Begins es sin duda la mejor aportación al cine del hombre murciélago. Al menos hasta la llegada de El caballero oscuro. Y es que El caballero oscuro solo puede describirse como asombrosa. Es una película de acción épica, un ejercicio de estilo visual, una lección de dirección de actores y de narración cinematográfica. Pocos directores, en su intento de aportar poesía visual e interés artístico por encima del divertimento dentro de una producción superheroica han sabido construir un producto tan bien estructurado, dirigido y compensado como el que se ha marcado Christopher Nolan (le había pillado cierta manía después de ese bochorno llamado El truco final, pero ha conseguido con esta película que vuelva a creer en él). Viendo El caballero oscuro uno aprende a ver como cosas pequeñas y prescindibles a películas de pretensiones similares como el Hulk que dirigió Ang Lee o los dos X-Men de Bryan Singer. El caballero oscuro es la película de superhéroes cumbre hasta la fecha (con permiso de El protegido, obviamente), que nos hace corroborar como incluso las obras maestras (Batman Begins) pueden ser superadas (aunque por poco).

Pero si hay que alabar de veras algo en El caballero oscuro, eso es la interpretación del fallecido Heath Ledger, que se lleva la mayoría de los aplausos. Podemos decir que el setenta por cierto de la fuerza que adquiere en su desarrollo la película es gracias a su hipnótica e inquietante presencia como el Joker (superior al de Nicholson, por difícil que fuera el reto). Ledger eclipsa a todo aquel que se crucé en su camino durante una escena, creando un villano destinado a ser icono cinematográfico. Sin llegar a pasar del componente de humor negro del personaje (atención al momento en el que hace desaparecer un lápiz, o su divertidísima presentación en la trama al comienzo de la misma), el Joker de El caballero oscuro es más terrorífico. Es un maniaco de verdad, con un rostro atormentado, desquiciado, una mirada en ocasiones perdida. Es el Joker de las pesadillas de Jack Nicholson mientras encarnaba al personaje hace casi veinte años.
De acuerdo. Tiene algún defecto. Aunque apunté anteriormente que la narración era prodigiosa, hay que admitir que en algún momento, probablemente debido a su larga duración (casi dos horas y media) haya una sensación de acumulación, de que algunas cosas, o personajes (¿Qué pasó de nuevo con El Espantapájaros, ¿por qué el personaje de Raquel sigue mal desarrollado pese al –buen- cambio de actriz?). Pero son cosas intrascendentes al lado de un conjunto arrollador, prácticamente perfecto. Y que coño, la Batmoto es la hostia.

Lo mejor: Prácticamente todo. Desde el guión y la dirección hasta las interpretaciones, pasando por la banda sonora, la dirección de arte, etc.

Lo peor: Como ya dije, algún que otro insignificante apartado dentro de la narración, y que dos horas y media en parte sean demasiado para lo que se cuenta. ¿Pero a caso las obras maestras tienen que ser del todo perfectas?

Valoración (0 a 10): 10

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domingo, 10 de agosto de 2008

El caballero oscuro ya puede ser considerada como fenómeno social


El caballero oscuro, lejos ya de ser el gran éxito del que he ido hablando hasta ahora, se ha convertido en un autentico fenómeno social. Como ocurrió hace dieciocho años con el estreno por todo lo alto del primer Batman dirigido por Tim Burton, la Batmania ha vuelto a conquistar medio mundo. Y es que la secuela de Batman Begins lleva amasados solo en Estados Unidos 443 millones de dólares, manteniéndose por cuarta semana consecutiva en el primer puesto del top ten. En este cuarto fin de semana en cartelera, El caballero oscuro ha descendido tan solo un 39% (lo habitual en este tipo de producciones es de 50% a 60%), por lo que su carrera comercial aun tiene vida para rato. Las previsiones después del espectacular estreno (nada menos que 158 millones en tres días, batiendo el record de Spider-man 3, que obtuvo 143) aseguraban una recaudación final en Estados Unidos alrededor de los 400 millones. Nada más lejos de la realidad. Dado el magnifico boca-oreja de la película (en IMDB sigue, con 9,2 de media y 200.000 votos, como la primera película en el ranking de las mejor valoradas de la historia), su recaudación final podría ascender hacia los 550 millones. Nadie, ni los analistas con más expectativas, auguraban tal triunfo para El caballero oscuro, y más sabiendo que Batman Begins recaudó hace tres años unos correctos, pero nada espectaculares, 371millones de dólares a nivel mundial.

Los motivos de tal fenómeno cabe encontrarlos más allá de triste muerte de Heath Ledger, interprete que encarna en la película al Jocker, pues aunque hay por ahí quien se refiere al (desgraciadamente) morboso dato de su muerte como publicidad gratuita de cara a la taquilla, hay diversos factores que hace falta entender a la hora de enfrentarse a una valoración seria respecto a lo que esta ocurriendo con El caballero oscuro. Por un lado, Batman Begins, sin ser un éxito espectacular, supuso el renacer del personaje tras los malos resultados de Batman y Robin en la otra franquicia. Así mismo, las críticas fueron de lo más entusiastas. Tanto público como crítica la alzaron como la mejor película realizada sobre el personaje, y muchos hablaron de obra maestra. Todo esto se vio reflejado en unas ventas estratosfericas en su salida al formato domestico. Razones suficientes para augurarle un futuro prometedor a la secuela. En todo el mundo, El caballero oscuro lleva recaudados hasta la fecha 704 millones de dólares, con vistas a superar los 900. Esperemos con ganas que llegue la próxima semana para comprobar que todo el ruido tiene sus nueces.

sábado, 9 de agosto de 2008

Taken (Venganza) (2008)

"Un hombre, antiguo espía del gobierno, escucha por teléfono impotente como su hija es secuestrada. Tiene 96 horas para rescatarla de una red de prostitución en Paris, pero sus métodos no tendrán nada que ver con la negociación por vía económica, sino que viajara hasta allí para no dejar títere con cabeza hasta recuperarla."

Los que me leen desde hace tiempo en mis anteriores blog que han pasado a mejor vida en pro del que estáis leyendo, sabrán que el cine de justicieros y venganzas es una de mis debilidades. Las míticas siempre serán las de Charles Bronson y su saga de Death Wish, con especial mención a la brutal e hilarante tercera entrega. Pero justicieros urbanos y vengadores del bando de los buenos ha habido muchos y siempre habrá mientras que el cine y la literatura exista. Es un tema que suele atraer bastante publico, pues en este mundo muchas veces la justicia, ya sea por vacíos legales o por mera corrección política, no puede ejercer como tal, y la impotencia de dicha situación termina creando modelos de conducta justiciera, cada uno a su modo (los hay decididos, los hay tímidos al principio, los hay de sangre fría, los hay que remordimientos). Venganza, con tan directo titulo, es desde el principio de las que van al grano, sin contemplaciones (como debe ser), sin ningún remordimiento, pues lo que está haciendo el protagonista (un magnifico Liam Nesson) se ecuentra dentro de lo aceptable. Más aun, todos deseamos que se cargue a cuantos más tipejos de esos mejor.

Venganza es una película sobre venganza (valga la redundancia) de lo más disfrutable. Entretenida, interesante, con un ritmo de lo más ajustado, buenas interpretaciones y violencia mostrada en grandes cantidades (aunque por momentos, la ausencia de sangre consigue dar la sensación de estar viendo el PG13 que no es). En su muy acertada hora y media de duración, accedemos a la típica estructura de la película de venganza. El primer acto (aproximadamente media hora) sirve para que conozcamos los sentimientos de los protagonistas (padre e hija), el trabajo anterior del futuro vengador (un tío duro que se encargaba de solucionar para el gobierno misiones difíciles y experto en la lucha cuerpo a cuerpo), para de este modo hacer más creíble todo lo que sucederá a partir del segundo acto (la hora restante), en la que tiroteos, hostias a granel, alguna que otra persecución de coches y venganza, mucha venganza, se darán cita.

El incansable Luc Besson se encuentra en el guión de Venganza, algo totalmente obvio si uno ha visto ya muchas de sus producciones o guiones recientes para películas de acción. Se puede decir que Venganza es puro Besson (siempre en cuanto a sus labores de escritura y producción, no en la faceta de director), con una factura sencilla pero eficaz, líneas de guión ajustadas en cuanto a la importancia que merecen, y sin olvidarse del movimiento y la acción cuando debe aparecer en pantalla. Es una película rápida, por lo que los personajes (el de la hija o el de la ex esposa) no están del todo dibujados, pero es un mal menor (y puede que ni siquiera sea un mal) para una película que recupera en gran parte el espíritu del verdadero cine de venganzas de los setenta y ochenta.

Lo mejor: Liam Nesson, todas y cada una de las escenas de venganza, en las cuales no se hace concesión ni hay remordimiento alguno, y por supuesto, que en ningún momento deja de interesar ni de entretener.

Lo peor: Cierto montaje desconcertante en las persecuciones de coches, y la falta de sangre en los momentos más violentos.

Valoración (0 a 10): 7,5

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Las más sexys que han pasado por el terror, el fantástico y la ciencia ficción (Volumen I)

Espectacular. Megan Fox es la morena más explosiva de los últimos años. Con 22 años recién cumplidos ya tiene en su haber varios primeros puestos como la mujer más sexy del mundo. Razones no faltan. Megan ya ha hecho sus pinitos en la adaptación cinematográfica de Transformers y ahora se prepara para Jennifer´s Body, una de posesiones diabólicas con intereses sexuales que la convertirá en una especie de vampiresa moderna, sin olvidar escenas de desnudos casi integrales que ya viajan por Internet desde hace semanas.

Medio latina, medio estadounidense, la belleza exótica de Jessica Alba aturde. Ya lo demostró con su tremendo baile en barra de Sin City, e incluso mal caracterizada como la mujer invisible en las dos entregas de Los 4 fantásticos, este pivón de 26 años, dejaba k.o con su presencia al resto del reparto. Entre su filmografía encontramos la serie Dark Angel, que la dio la fama, a la que después se unieron películas como las citadas anteriormente o el remake de The Eye. Actualmente prepara la esperada secuela de Sin City.



Sharon Stone ya no pertenece a nuestro mundo. No me refiero a que haya muerto, sino que a sus 50 años esta mujer ha demostrado que la madurez bien llevada puede reñirse con la juventud más espectacular. Desde que apareciese en Desafío total de mala malísima, se la vio como la femme fatale de finales del siglo XX. Ya conocemos todas sus andanzas tórridas en Instinto básico, pero en lo referente a los géneros que aquí nos preocupan, Sharon se ha paseado por películas como Esfera, Catwoman o el remake de Las diabólicas.

La primera española en aparecer en la lista. Elsa Pataky, aquella con la que muchos babeábamos siendo crios con su papel en la horrenda serie Al salir de clase, actualmente se ha convertido en un cacho mujer adicta a papeles de género. Esta espectacular rubia de 28 años ha trabajado con la Fantastic Factory en producciones como Beyond Reanimator o Romasanta, además de haber dado su paso a Hollywood con Serpientes en el avión y actualmente estar en lo nuevo de Dario Argento, de titulo Giallo.

Son novatas en esto del cine. Estas dos morbosas gemelas de 22 años aparecieron en Planet Terror, el segmento de Robert Rodríguez para Grindhouse (no por causalidad, son sus sobrinas). Por el momento no sabe mucho sobre si seguirán en esto del cine, aunque rumores apuntaban no hace mucho a que ambas podrían protagonizar, tarde o temprano, un spin off que las tendría como protagonistas absolutas de un festín de terror y acción.

jueves, 7 de agosto de 2008

Death Race (La carrera de la muerte el año 2.000) (1975)

“En el futuro, cada año se celebra en Estados Unidos una carrera de la muerte en la que sus oponentes se asesinan entre si, además de conseguir puntuación atropellando a personas que circulan por cualquier sitio. Un grupo rebelde en contra de tal carrera sigue la pista de uno de sus principales concursantes para acabar de una vez con el espectáculo macabro y cambiar al gobierno”.


Hasta su recuperación por parte de Tarantino con la magnifica Kill Bill, David Carradine había dejado su popularidad basada en gran medida en la popular serie televisiva Kung Fu. En su filmografía hay varias decenas de títulos, ya sea como protagonista, como secundario o incluso figurante, pero la gloria que adquirido con dicha serie no fue suficiente para que posteriormente llevara en los cines una carrera exitosa. Entre todo lo que hizo después de la serie, además de una película basada en la misma, se encuentra la que probablemente sea una de las más míticas: La carrera de la muerte del año 2.000. Y es mítica por su propia presencia, y por una mucho más sorprendente si vemos la película en la actualidad, la de Stallone. Poco antes de hacerse mundialmente famoso e incluso recibir un Oscar (al mejor guión original) por esa obra maestra que es Rocky, el musculoso ítaloamericano ya había hecho sus pinitos en algunas producciones de bajo presupuesto (incluida una película porno llamada El semental italiano), y entre ellas se encuentra la que hoy nos ocupa.

La carrera de la muerte del año 2.000, al contrario de lo que puede parecer en los primeros minutos, se convierte a medida que avanza el metraje en una critica social bastante acida a la alineación del personal a manos del gobierno americano. En un hipotético futuro del año 2.000, en el que el gobierno de Estados Unidos ofrece como mayor espectáculo del año una carrera de coches en la que se puntúa por atropellar gente y de la que solo puede quedar vivo un concursante. Pero no todo el mundo disfruta con el macabro espectáculo. Un grupo de rebeldes que planta cara al gobierno actúa a escondidas en la carrera, metiendo a uno de los suyos como copiloto del protagonista.

Pese a la nada sutil carga crítica, lo que en realidad se recuerda de la película no es otra cosa que sus escenas de violencia. Puede que, cual Michael Haneke y su Funny Games, lo que intenten los responsables de La carrera de la muerte del año 2.000 sea jugar con la violencia como parte de la critica hacia el espectador morboso que disfruta de ella, aunque, a diferencia de la citada película de Haneke, en la protagonizada por David Carradine el interés planea directamente sobre el papel que juegan esos momentos en la acción. Y que coño, estamos ante una caspa que únicamente se disfruta como entretenimiento delirante, por lo que, si sus pretensiones eran tales, fracasó. No tanto como el divertimento salvaje que por momentos es. Lastima que entre tanto se hable demasiado de cosas que no interesan y no tengamos más y más momentos de Carradine, Sly y el resto de personajes hilarantes luchando por ganar la carrera. El remake ya se encuentra listo para estreno. Por cierto, la película es un claro referente del posterior y polémico videojuego llamado Carmaggedon, y esta producida por el incansable Roger Corman.

Lo mejor: Cuando la película se centra en la carrera y en los bizarros momentos que en ella no cesan. Alguna cosa dentro de la crítica social tampoco desmerece. Y Sly haciendo de villano antes de operarse la boca es digno de entrar en la colección de todo cinéfago que se precie.

Lo peor: La perdida de ritmo en muchos momentos de sub tramas, en los cuales se deja la carrera en un segundo plano. También se hecha en falta más gore.

Valoración (0 a 10): 6

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