viernes, 28 de noviembre de 2008

Jóvenes ocultos (The Lost Boys, 1987)


Dos hermanos se mudan con su madre a Santa Ana, una pequeña ciudad de California. El mayor, atraído por una chica, se dará de bruces con un grupo de jóvenes que son bastante más de lo que aparentan: por la noche salen a cazar personas con sus colmillos.

Ahora que los vampiros adolescentes se han puesto más de moda que nunca con el gran éxito de Crepúsculo (Twilight, 2008), es hora de recordar la que fue un icono popular en su tiempo (y en parte lo sigue siendo), y que también contaba con vampiros jovencitos, una historia de amor imposible entre humano y chupasangre, y problemas de por medio con los de su especie. Claro que, pese al razonable parecido de los ingredientes, Jóvenes ocultos es otra cosa. Y lo es, porque Jóvenes ocultos si se trata de una película de vampiros en toda regla, y no de un festival rosa para chavales. Y lo es también, porque tenemos en pantalla a un mítico Kiefer Sutherland como villano, en un papel que, en cierto modo, no dista mucho del macarra que interpretó para Cuenta conmigo (Stand By Me, 1986). Y no nos olvidemos del divertidísimo Corey Feldman, otrora rey del cine juvenil, formando un dúo cazavampiros con Jamison Newlander. Ambos, cada vez que aparecen, se comen la pantalla.

Jóvenes ocultos fue dirigida por irregular Joel Schumacher, un tipo al que muchos aun se la tenemos jurada por estar detrás de ese esperpento llamado Batman y Robin (Batman & Robin, 1997) y, en parte, también por Batman Forever (ídem, 1995), pero al que hay que agradecerle peliculones del calibre de Un día de furia (Falling Down, 1993) y Ultima llamada (Phone Booth, 2002) u otras tan interesantes como la infravalorada Asesinato en 8 milímetros (8mm, 1999) o Tigerland (ídem, 2000). En la producción tuvo a Richard Donner, que aunque ahora ande un poco perdido, antes era un valor seguro. Y que decir de su reparto; un montón de caras conocidas, por aquel entonces aun con acné, que, cual brat pack, nos traen recuerdos nostálgicos al ver la película. Ahí tenemos, además de los citados Sutherland y Feldman, a Jason Patric, Jamie Gertz o Corey Haim. Recientemente se ha estrenado, directa al formato domestico, Jóvenes ocultos 2. Los vampiros del surf (Lost Boys: The Trible, 2008).

Lo mejor: Los improvisados cazavampiros que interpretan Corey Feldman y Jamison Newlander. Suyos son los mejores momentos de la función.

Lo peor: No hay mucho por lo que quejarse, y más cuando a uno le invade la nostalgia ochentera. Algunos dirán que está un poco desfasada, o que los efectos y el maquillaje cantan un en varios momentos, pero precisamente esas cosas la hacen más entrañable.

Valoración (0 a 10): 8

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jueves, 27 de noviembre de 2008

JCVD (2008)


Jean Claude Van Damme regresa a su país natal, donde aun le queda algo de la fama perdida. Cerca de los cincuenta años, con una carrera que va de mal en peor, ahora se le suma a sus problemas la perdida en la custodia de su hija. Durante una visita al banco será la victima más inesperada de un secuestro, en el cual será utilizado por parte de los atracadores para hacer creer a la policía que él se encuentra detrás de todo.

Quien nos iba a decir que a sus 47 años Jean Claude Van Damme, cuya carrera esta acabada desde hace bastante, iba a resurgir de sus cenizas, y de los directos a dvd, para regalarnos esta obra inscrita en el metacine, y con mucho de biográfico, de lo más interesante. Claro que, quien nos iba a decir que Silvester Stallone fuera a realizar dos de sus mejores películas rondando (y pasados) los sesenta tacos, y sin embargo, ahí tenemos las magnificas Rocky Balboa (ídem, 2006) y John Rambo (Rambo, 2008). Y es que JCVD, sin ser la gran maravilla que muchos han querido ver en los citados festivales, se revela como una rareza siempre correcta, por momentos sublime, que requiere de una digestión más lenta de lo que puede parecer a simple vista. Inclasificable a cada minuto, la desconcertante propuesta nos adentra en la mente depresiva de un Van Damme lejos de los éxitos de antaño, relativamente arruinado, dispuesto a protagonizar donde y cuando sea cualquier subproducto domestico con tal de seguir pagando las facturas.

A medio camino entre la comedia (atención a la escena en que uno de los malos intenta imitar una de las patadas del actor), el drama (impresionante el monologo a cámara que se marca Van Damme narrando, en resumidas cuentas, su vida) y el thriller de acción. No se si supondrá el resurgir de la otrora estrella, pero sin duda será un ataque contundente a aquellos seres aburridos y con prejuicios que siempre le han tachado de pésimo, incluso en películas tan míticas y disfrutables como Contacto sangriento (Bloodsport, 1988), Kickboxer (ídem, 1989), Doble impacto (Double Impact, 1991), Soldado universal (Universal Soldier, 1992) o la hilarante Double Team (ídem, 1997), en la que Van Damme ya estaba hasta las cejas de sustancias poco recomendables. El director de JCVD es el francés Mabrouk El Mechri, fan confeso del actor, que incluso llegó a reescribir un primer guión previsto que situaba a Van Damme poco menos que como un payaso, para hacer algo que le sirviera de redención y así mismo de homenaje.

Lo mejor: Los momentos dramáticos que se marca Van Damme, siendo indiscutible en el que sincera por medio de un monologo hablando a cámara. Y también, la dinámica dirección de Mabrouk El Mechri, un tipo que podría dar que hablar en Hollywood dentro de unos años.

Lo peor: Que detractores de su actor protagonista no se acerquen a la propuesta por prejuicios, creyendo que se trata de “una más” de las suyas. Ellos se lo pierden.

Valoración (0 a 10): 7

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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Stallone, Stathman y Li estarán juntos en The Expendables

Después de hablar sobre la secuela de Máximo riesgo (Cliffhanger, 2003) o de un remake de El justiciero de la ciudad (Death Wish, 1974), el siguiente proyecto de Stallone tanto delante como detrás de las cámaras será una de acción que le unirá por primera vez a dos estrellas del género como son Jason Statham y Jet Li. La película se titulará The Expendables, y nos cuenta la historia de un grupo de soldados que son enviados a un país suramericano para derrocar a su dictador y darles la libertad. Es decir, que bien podría ser la continuación de John Rambo (Rambo, 2008), pues el argumento es prácticamente el mismo. El rodaje comenzará el próximo mes de Enero en Costa Rica y Lousiana. No hay duda, al menos por mi parte, que este proyecto, desde ahora, es uno de los que espero con más ganas para el próximo año, pues ver al resucitado Stallone, a Stathman y a Li juntos, repartiendo hostias y tiros, no es algo que todos los días tengamos en las pantallas. Por cierto, los dos últimos ya han compartido créditos en El unico (The One, 2001) y El asesino (War, 2007).

martes, 25 de noviembre de 2008

No profonar el sueño de los muertos (1974)


Una maquina experimental del Ministerio de Agricultura termina con todo tipo de plagas e insectos, pero a cambio crea otros males mucho más peligrosos: hace revivir a los muertos. Un joven anticuario que se encuentra de viaje conoce a una mujer que se desplaza hacia la casa en el campo de su tía. Un choque entre ambos coches les unirá para enfrentarse a una pesadilla que esta a punto de comenzar.

En los setenta, el cine español, a veces en co-producción con otros países, nos regaló unas cuantas películas de terror que, hoy día, se han convertido en clásicos del género y propuestas de culto que todo aficionado tiene (o quiere tener) en su estantería. De esa década surgieron talentos como Narciso Ibáñez Serrador, con la obra maestra ¿Quién puede matar a un niño? (1976) o la discutible La residencia (1969); Armando de Ossorio dio que hablar con La noche del terror ciego (1971) o El ataque de los muertos sin ojos (1973), y Jorge Grau provocó su ración de gritos con Ceremonia sangrienta (1973) y la que película que nos ocupa. No profanar el sueño de los muertos es una co-producción entre España e Italia, en la que Grau deja clara su devoción por La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968), así como todas las influencias que coge prestadas, y el respeto al subgénero zombi en cada fotograma. Además, los efectos gore creados por Gianetto de Rossi supusieron un gran logro en la materia, anticipándose a lo que vendría después en otras películas como Zombi (Dawn of the Dead, 1978).

Se trata de una película pausada, con zombis torpes, sucios y decrépitos, con denuncia social (mensaje ecológico nada sutil), algunos altibajos en la narración, pero sobretodo un truculento clímax final de continuo aplauso. No profanar el sueño de los muertos fue rodada gran parte en exteriores de Manchester, aunque para rodar las escenas finales, que acontecen en un hospital, el equipo se desplazó a Madrid. Como ultima curiosidad, apuntar que en el festival de Sitges de aquel año se la premió con los galardones correspondientes a los mejores efectos especiales y a la mejor actriz (una bastante correcta Cristina Galbó).

Lo mejor: La labor de Grau, con un oficio para el subgénero poco visto en el cine español, y por supuesto los últimos quince minutos.

Lo peor: Que en algunos momentos del comienzo y del nudo el guión tenga espacios en blanco que reducen un poco el interés del conjunto.

Valoración (0 a 10): 7

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¿Spielberg y Will Smith en el remake de Old Boy?

Cuando se estrenó en España, dentro del festival de Sitges, esa obra maestra coreana titulada Old Boy (Oldeuboi, 2003), muchos no solo quedamos maravillados, sino que nos fue imposible pensar en que cualquiera pudiese ponerla las manos encima para ejecutar el remake de turno. Pensamiento erróneo. Poco después de que la película viese la luz, en Hollywood confirmaron que la nueva versión se pondría en marcha en poco tiempo. Y lo peor de todo es que el director elegido para la tarea respondía al nombre y apellido de Justin Lin, conocido por ser el responsable de A todo gas 3: Tokyo Race (The Fast and the Furious: Tokyo Drift, 2006). Aunque se llegó a rumorear que Gary Oldman podria encarnar al protagonista, lo cual le daría un aire esperanzador a la propuesta, finalmente todo fue olvidado, tanto Lin, como Oldman (y no voy a hacer el chiste al respecto con su apellido), como la propia Old Boy made in Hollywood. Y si escribo este post, obviamente tengo que decir eso de…hasta ahora. Y es que lo que de veras no esperaba absolutamente nadie es que el mismísimo Steven Spielberg se comprometiese a dirigir dicho remake, y que, además, Will Smith (¡!) se mostrara (muy) interesado por el papel principal. Al menos eso es lo que parece confirmado según no pocos medios. El tiempo dará o quitara la razón de todo esto, pero si llegase a suceder, créanme que pese a tener a Old Boy en mi top ten de la primera década de este siglo XXI, correría a la sala de cine más cercana para ver que puede salir de todo esto. Seguiremos alerta.

Crepúsculo y Quantum of Solace revolucionan la taquilla de Estados Unidos


Una cosa es que el éxito se viera venir de lejos, y otra muy distinta es lo que ha sucedido. Y es que Crepúsculo, la primera de las cuatro adaptaciones de la obra vampirica-adolescente escrita por Stephenie Meyer, ha arrasado con todo, incluso con las previsiones más optimistas, tras recaudar unos espectaculares 69 millones de dólares en sus tres primeros días. Las críticas, así como las opiniones del público general, son otra cosa. Supongo que a los (sobretodo a las) fans de la franquicia literaria les gustará, más o menos, pero para el resto tiene toda la pinta de ser una de esas propuestas que terminan dejando indiferente. Esto los respalda el pobre 5,3 de media, con más de 5.000 votos, que tiene hasta el momento en IMDB, o la diversidad de críticas, con un 56% en contra según la web Rottentomatoes. Gusté a todos o solo a los más fans del tema, lo que está claro es que los 180 millones de dólares no son una cifra descartable al final de su recorrido por Estados Unidos (su presupuesto es de tan solo 35 millones), por lo que ya podemos decir que estamos ante uno de los fenómenos sociales de este 2.008 que esta a poco de terminar.

Otro fenómeno social, en este caso dirigido al público adulto (aunque los adolescentes cada vez se estén aficionando más) es el de Quantum of Solace. El nuevo Bond, con Daniel Craig encarnando al personaje por segunda vez, y con la espectacular (y repito, espectacular) Olga Kurylenko como nueva chica Bond, lleva recaudados en Estados Unidos 108 millones de dólares con diez días en exhibición. De este modo, Quantum of Solace tiene todas papeletas a la hora de hacerse con el primer puesto de la saga en cuanto a taquilla se refiere, superando los 163 millones que recaudó Casino Royale (ídem, 2006) por estas tierras, a los que habría que sumar los casi 600 sumados en todo el mundo. En la taquilla mundial, esta nueva aventura lleva casi 400 millones amasados, por lo que superar los 600 será tarea fácil.

viernes, 21 de noviembre de 2008

La divertida noche de los zombis (Return of the Living Dead Part II, 1988)


Unos vertidos químicos provocan que los muertos vuelvan a la vida con ganas de hincharse a cerebros humanos. Varios personajes, entre ellos una pareja de ladrones de tumbas, una joven con su hermano pequeño y el técnico de la televisión por cable, y un excéntrico doctor tendrán que enfrentarse a las consecuencias.

¡Cerebros, cerebros! Que recuerdos me trae esta película. Cuando aun no sabia ni lo que era el cine de zombis , y me hacia caca en la cama con las cuchillas de Freddy Krueger, vi en un pase televisivo La divertida noche de los zombis, y me acojonó lo suyo. Basta decir que, vista hoy, es obvio que la película no tiene ninguna intención de provocar terror, sino todo lo contrario. Su mismo titulo (al menos la traducción que hicieron en España) lo asegura. Y es que esta secuela de El regreso de los muertos vivientes (Return of the Living Dead, 1985), que ya de por sí contaba con bastante humor negro, es un despiporre general basado en los tópicos del cine de zombis. Pero no por ello deja de mostrar su aprecio por el mismo. Aquí los no muertos hablan (más que nada para pedir su alimento favorito, los cerebros humanos), se entretienen viendo videos de gimnasia, conducen coches, y se mueven como si se hubiese apoderado de ellos el espíritu del videoclip Thriller, de Michael Jackson.

Dan O´Bannon, director de la primera, deja aquí la labor para Ken Wiederhorn, conocido más que nada por dirigir, producir y escribir algunos episodios de la serie televisiva Las pesadillas de Freddy (Freddy´s Nightmares, 1988-1990). Esta claro que Wiederhorn no es O´Bannon, y la película se resiente un poco en la comparación. Con todo, y pese a la irregularidad en algunos momentos, La divertida noche de los zombis tiene momentos muy buenos, que se dan, sobretodo, en la primera media hora. Los dos ladrones de tumbas (encarnados, a modo de homenaje cómplice, por los protagonistas de la anterior entrega), la presencia del primer zombi (con la mítica frase “Quiero tu cerebro”), la cabeza rebanada de una zombi, que sigue con vida dentro de la bolsa, o la aparición de un delirante mad doctor. Aunque no sea nada del otro jueves, y aunque pese más su recuerdo nostálgico a fecha de hoy que su propia calidad, no hay duda de que estamos ante una comedia de terror entretenida y bastante simpática.

Lo mejor: Los primeros treinta minutos.

Lo peor: Algunos chistes prescindibles por repetitivos.

Valoración (0 a 10): 6,5

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jueves, 20 de noviembre de 2008

Saw V (2008)


Nuevas victimas del asesino del puzzle, que, aun muerto, ha dejado su legado para que otros continúen su plan, aparecen en un habitáculo lleno de trampas mortíferas. El agente de policía Strahm continúa la investigación, que cada vez le lleva más cerca de la verdad.

La brutal escena con que da comienzo Saw V es sin duda el mejor inicio de la saga. Pero ¿que encontramos en los noventa minutos restantes? Lo cierto es que, pese a ese prometedor arranque, esta quinta (y no definitiva) entrega de la serie de terror cinematográfico más popular de la década asume sin remedio la decadencia en la que va cayendo película tras película. Si la cuarta no se tenia en pie, y ya ni siquiera las escenas truculentas servían para salvar la papeleta, en esta nueva aventura del amigo Jigsaw (que ya esta más muerto que un animal disecado, pero que aun así tenemos oportunidad de ver en flash backs) en ésta no tenemos ni buenas escenas de tortura marca de la casa. El guión se sostiene más en lo que Jigsaw planeó junto al nuevo villano (y aquí, quien haya visto la cuarta, debería dejar de leer), que no es otro que Mark Hoffman, el policía que llevaba el caso de dicho asesino. Esta vez tenemos a cinco victimas encerradas en el habitáculo de las trampas, que, como ya sabemos, irán cayendo poco a poco en el orden que más o menos esperamos. Unos collarines rebana cabezas, una bañera eléctrica o una habitación expuesta al fuego son algunos de los juegos a los que deberán enfrentarse si quieren llegar al final.



En esta nueva entrega, David Hackl, hasta ahora responsable de producción y segunda unidad de la saga, se encarga de la dirección, sustituyendo a Darren Lynn Bousman, quien desde la segunda parte se había mantenido fiel al puesto. Por tanto, no hay a penas cambios en el estilo visual, ni en el montaje. Todo esta calcado de lo visto anteriormente (la atmosfera sucia pero estilizada, la trama policial intermedia entre los crímenes, el twist final pretendidamente inesperado, etc). Por lo que queda claro que Hackl se ha limitado a poner la cámara en el lugar oportuno conociendo de sobra lo que los asiduos a pagar la entrada están dispuestos a ver, sin intención de renovar la franquicia. Como curiosidad, citar la presencia de Julie Benz, notable actriz televisiva vista en series como CSI: Miami (ídem, 2002-¿?) o la gran Dexter (ídem, 2006-¿?), que hace poco también pudimos ver en la gran pantalla con la genial John Rambo (Rambo, 2008).

Lo mejor: Los primeros cinco minutos.

Lo peor: Que ya nada sorprende ni entretiene como al principio. Todo sucede según lo previsto sin ninguna intensidad, y por no haber, ni siquiera hay buenas escenas gore quitando el comienzo.

Valoración (0 a 10): 4

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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Hancock (2008)


John Hancock es un vagabundo que vive en continuo estado de resaca tirado en cualquier banco de la calle. Pero lejos de su apariencia, en su interior guarda poderes con los que, de vez en cuando, combate el crimen de la ciudad. Pese a ello, sus actos de justicia suelen terminar de forma desastrosa, por lo que la gente cada vez arroja mas odio sobre su figura. Todo cambiara cuando conozca a un hombre, el cual, tras ser salvado por Hancock, le ayudará a cambiar de imagen para poder ser aceptado como lo que es: un superhéroe.

Los superhéroes son el género de moda en la actualidad. Da igual que sus hazañas estén basadas en un popular cómic, o bien partan de un guión original, como es el caso. En este año que se encuentra a punto de terminar, algunas de las películas más taquilleras tienen a uno en sus fotogramas. El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008), Iron Man (ídem, 2008), basadas en personajes de DC y Marvel, respectivamente, han triunfado sin discusiones, no solo a nivel comercial, sino también critico. Otras como Hellboy II: El ejercito dorado (Hellboy II: The Golden Army, 2008) se han quedado en tierra de nadie en las taquillas, pero han cosechado aplausos por doquier. Y no nos olvidemos de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (Indiana Jones and the Kingdom of Crystal Skull, 2008), en la que, por mucho que su protagonista no tenga poderes, se adueña por completo de la condición de héroe. Es por ello que una propuesta como Hancock, que además cuenta con la estrella más infalible en las taquillas de la actualidad, Will Smith, partía desde su concepción con la aureola del éxito masivo. Y obviamente, en ese sentido, no ha defraudado, tal como confirman los 614 millones de dólares que ha amasado alrededor del mundo.

A primera vista, cualquiera pensará que estamos ante una comedia con ínfulas gamberras que se encarga de parodiar en cine de superhéroes. Pero no os engañéis. En realidad Hancock únicamente utiliza la comedia como punto de partida, en los, digamos, primeros treinta minutos. Después se convierte, casi de sopetón (sobretodo en el clímax final) en un drama que tiene más que ver (salvando las distancias) con El protegido (Unbrekable, 2001) que con el género heroico más mainstream o la comedia de acción que imperaba minutos atrás. Y eso esta muy bien. El problema es que, en solo ochenta minutos, y con un guión no del todo bien articulado, no llegamos a tener la suficiente afinidad con el personaje, en el sentido más humano, como para sentirnos atrapados por el mensaje. Y es que si estos errores se hubiesen pulido (en alguna ocasión da la sensación que la película se hizo a marchas forzadas y con problemas en el montaje) podríamos estar ante una verdadera sorpresa. No obstante, Hancock es una propuesta divertidísima, con una química inesperada entre sus dos protagonistas: Will Smith, siempre carismático y que ya ha demostrado de sobra que también es buen actor, y una Charlize Theron que no solo invade la pantalla con su presencia física, sino que también avanza a pasos agigantados como actriz a tener en cuenta.

Lo mejor: Entretenida es poco. Hancock se pasa volando, sin dejar que mires al reloj en ningún momento. Además, tanto Will Smith como Charlize Theron están de notable. Los primeros minutos tienen algunos gags realmente graciosos, y en contra de lo esperado, no se trata de una parodia de los superhéroes, sino de una película de los mismos hasta cierto punto original.

Lo peor: El guión no se extiende lo suficiente como para involucrarnos del todo en el giro de los acontecimientos. La mezcla de comedia y drama podría haber sido redonda con un poco más de trabajo.

Valoración (0 a 10): 7

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sábado, 15 de noviembre de 2008

Nicolas Cage estará en Kick-Ass, adaptación del cómic de Mark Millar

Después del éxito de Se busca (Wanted, 2008), adaptación del cómic homónimo escrito por Mark Millar, los estudios han visto las posibilidades de la obra de dicho autor en su traspaso al cine, por lo que ya están preparando la puesta en carne y hueso de otro de sus cómics más populares, Kick-Ass. La curiosidad es que será protagonizada por Nicolas Cage (foto), encarnando a un tipo que, un buen día, decide hacerse un traje y trabajar de superhéroe. Claro que, sin poderes y sin más avales que su traje a modo de pijama, las cosas no le saldrán tan bien como imaginaba. La propuesta está siendo dirigida por Matthew Vaughn, responsable de Stardust (ídem, 2007), y se estrenará el año que viene.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Confirmadas las tres secuelas de Crepúsculo antes de su estreno en cines

A poco de estrenarse en los cines de todo el mundo, Crepúsculo (Twilight), basada en la novela de Stephenie Meyer, ya tiene confirmadas tres entregas más que adaptaran el resto de la franquicia literaria, y que responden a los títulos de, en este orden, Luna nueva, Eclipse, y Amanecer. De gran popularidad, los libros cuentan una historia de amor entre un vampiro y una humana, que, cual Romeo y Julieta, pronto se verá complicada. Esta saga es, para el mundo de los vampiros, lo que Harry Potter ha sido para de la fantasía familiar todos estos años. Con legiones de fans, sobretodo adolescentes, Crepúsculo parte, sin necesidad de presupuestos millonarios ni de un trailer impactante (de echo, es una birria) como una de las producciones más esperadas de la temporada. Es por ello que los que ponen la pasta han sabido ver el futuro negocio y no han tardado en adquirir los derechos de la serie. Ahora habrá que esperar para ver si han tenido buen ojo y todo este boom no queda solo en los libros, lo cual, a fecha de hoy, dudo bastante.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Xtro (1983)


Un hombre es abducido, delante de su hijo, por una nave extraterrestre. Tiempo después, los alienígenas vuelven a la Tierra devolviéndole a su vida anterior, al lado de su familia. Pero, poco a poco, irán descubriendo que, en su regreso, ha traído un plan oculto de parte de otro planeta.

Todos los cinéfagos que nacimos allá por los ochenta tuvimos infancias, en el ámbito cinematográfico, que hoy se revelan como nostálgicas. En el apartado de criaturas viscosas y alienígenas varios, siempre dentro de la serie b y z, nos acechan recuerdos, llenos de magia y acojone, de películas como Criaturas asesinas (Return of the Aliens: The Deadly Spawn, 1983), La grieta (The Rift, 1990), Critters (idém, 1986) o Los payasos asesinos del espacio exterior (Killer Klowns from Outer Space, 1988), que vistas ahora, siendo adultos, siguen resultando divertidas (en algunos casos, como Criaturas asesinas, totalmente a reivindicar) pero ya no causan el mismo efecto, ni se ven tan increíblemente buenas (pues tampoco tienen intención de serlo) como antaño. Y por supuesto, ya no nos causan pesadillas noche tras noche. Xtro comparte club con las películas citadas, así como con otras tantas que no cito, pues ocuparía varias reseñas. Vista hoy, no es de las mejores, pero tampoco de las peores. Digamos que, en sus momentos buenos sigue siendo muy buena, pero en los malos, es terrible.

Xtro es destacable por varias cosas. Obviamente, lo es por la nostalgia que supone su visionado, a lo que ayuda tener la estética de ese añorado cine de terror cien por cien ochentero. Pero también lo es por sus (en ocasiones) geniales FX, que nos regalan momentos brutales como el embarazo repentino y posterior parto de una mujer, victima de los alienígenas, que sorprende sobretodo porque de su cuerpo no sale un bebe, sino un adulto, más concretamente el padre del niño protagonista, abducido al comienzo de la trama. También tenemos un enrarecido clímax final “con sorpresa” en el que los huevos que han sido dejados en casa de los protagonistas por parte de los alienígenas guardan una sangrienta sorpresa. En la parte negativa tenemos una narración un tanto desconcertante, que pasa de géneros (de la ciencia ficción al drama familiar, del drama familiar al terror, del terror al fantástico, del fantástico a la comedia gore, etc) de forma un tanto abrupta y no siempre interesante. Su director, Harry Bromley Davenport, realizó dos secuelas poco afortunadas.

Lo mejor:
Algunos FX, y por supuesto, la presencia física de una joven Mariam d´Abo.

Lo peor: Que no resulte todo lo entretenida que podría haber sido, debido a varios altibajos en el guión.

Valoración (0 a 10): 6

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lunes, 10 de noviembre de 2008

The Fall se estrena en España...con dos años de retraso


En el festival de Sitges del 2006 la otorgaron el (discutido) premio a la mejor película. Se estrenó el mismo año en los cines americanos, y en los de medio mundo. Pero ya sabemos que Spain is different. Por eso, The Fall, la segunda película del enigmático Tarsem Singh tras la muy potente visualmente (poco más) La celda (The Cell, 2000), va a conocer nuestras salas este próximo viernes, con dos añitos de demora. Lo aviso, más que nada, porque el estreno llega un poco de sopetón y sin publicidad. The Fall, que aquí conoceremos con el subtitulo El sueño de Alexandria, narra la historia de un doble de escenas de riesgo cinematográficas que, debido a un accidente, ingresa en un hospital, en el cual conoce a una niña, ingresada por una fractura de brazo, con la que entabla una amistad. A raíz de esto, cierran una promesa: contarse la historia más maravillosa del mundo. Y esto quiere decir que, a través de la imaginación, en algo similar a lo que sucedía en Big Fish (Big Fish, 2003), viajarán por mundos cotidianos pero plenos de elementos fantásticos.

Speed Racer (2008)

Tras la muerte de su hermano, Rex, legendario piloto de carreras de coches, el joven Speed Racer se propone alcanzar el sueño de ambos, logrando salvar, al mismo tiempo, el negocio familiar, el corrupto mundo de las carreras automovilísticas, y por ultimo alzarse como vencedor de la gran carrera del país conocido como The Crucible, en la que murió Rex. El único obstáculo entre Speed y dichos sueños es Empresas Royalton, competencia de su familia en el mundo automovilístico, que tras ser rechazados por Speed para trabajar con ellos, harán todo lo posible para que no consiga sus objetivos.


Speed Racer fácilmente será recordada como la película maldita de los hermanos Wachowsky. Y quien sabe si quizás por ese motivo, al igual que sucedió con una película de características similares, Tron (Tron, 1982), con el tiempo surja un culto alrededor de ella. Después del gran éxito de la trilogía que comenzó con Matrix (Matrix, 1999) y que continuó con las decepcionantes Matrix Reloaded (Matrix Reloaded, 2003) y Matrix Revolutions (Matrix Revolutions, 2003), estos dos hermanos estaban a prueba para su próximo proyecto tras las cámaras, y saltándose todas las previsiones, decidieron dar un giro a su carrera y meterse de lleno en el cine familiar. Eso si, sin olvidarse de su megalomanía visual, contemplada sobretodo en la citada trilogía. De echo, en Speed Racer juegan continuamente al “más difícil todavía” en cuestiones técnicas. Como resultado, nos ofrecen un espectáculo tan abrumador, exagerado y pretendidamente épico (por grande, y en cierto modo, largo) que su mayor virtud consiste precisamente en dejar a poca indiferente, ya sea para bien, o para mal.

Speed Racer es la adaptación de la popular serie de animación japonesa, aquí conocida como Meteoro, y que estuvo en antena entre 1.967 y 1.968, con un total de 52 episodios. Más tarde se crearon secuelas como Speed Racer X o Las nuevas aventuras de Meteoro, que no terminaron de cuajar entre el publico. Esta adaptación en live action, aunque anunciada a bombo y platillo como uno de los platos fuertes del año, terminó convirtiéndose en uno de los fiascos comerciales del mismo, recaudando tan solo 84 millones de dólares alrededor del mundo, con un presupuesto de 120. Por ello, la idea de los Wachowsky sobre crear una franquicia quedó empañada demasiado pronto. Así mismo, mucha gente no tragó con la propuesta. ¿Adelantada a su tiempo? No creo. El problema de Speed Racer es que no sabe muy bien hacia que lugar ir. Al igual que la citada Tron, pone su mira en el mercado familiar, y en los niños principalmente, pero, a lo largo de sus excesivos 135 minutos, apabullan de tal forma con tanta información visual que los propios niños no entenderán un carajo y terminarán con dolor de cabeza. Y en el caso de los adultos, la ñoñeria y el pastel son tan agudos en no pocos momentos que, muchos, dejaran de prestar atención tras los primeros treinta minutos.

Opiniones del resto a parte, lo que el aquí firmante puede decir de su experiencia con Speed Racer es que, probablemente, dadas las mínimas expectativas que tenia antes del visionado, pienso que no hay para escupirla de ese modo. De acuerdo, la sobran treinta minutos. De acuerdo, satura demasiado con un espectáculo que, por otro lado, resulta monótono en sus escenas de acción. Pero el caso es que esta película tiene algo que me hace no poder ser severo con la reseña. Puede ser su apartado visual, que, con todo, se queda en la retina bastante tiempo después de haberla visto. Puede que sea la labor, siempre excelente, de intérpretes como Susan Sarandon, John Goodman o incluso Matthew Fox, o puede que simplemente sea porque, durante algunas escenas, he disfrutado como un niño. Haciendo la suma de estas cosas, Speed Racer sigue sin llegar a ser del todo destacable, pero sin duda puede ser recordado como un intento curioso, arriesgado, y quien si sabe si muy interesante dentro de una década, de crear un nuevo modelo de blockbuster para todos los públicos.

Lo mejor: Se la han trabajado mucho en el apartado visual, ofreciéndonos por momentos una autentica experiencia.

Lo peor: Que se alargue más de la cuenta, que se pase de ñoñerias y utilice demasiados recursos humorísticos tan facilotes y pasados de rosca al mismo tiempo (¡!) que terminen por quedar en ridículo en lugar de provocar la sonrisa cómplice.

Valoración (0 a 10): 6

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martes, 4 de noviembre de 2008

Teeth (2007)


Una niña nace con el mal de la vagina dentada. Al crecer, ya en el instituto, se ha convertido en una conservadora radical, que proclama discursos sobre la pureza y aquello de llegar virgen al matrimonio. Es entonces cuando conoce a un chico con el que empieza a tener deseos nada puros. Aunque finalmente se raja, el chico continúa con intención, e intenta violarla. Intenta más que nada, porque su vagina le arranca el pene de un mordisco. Es entonces cuando la asustada joven comienza a investigar sobre lo que la sucede.

A la hora de escribir el guión de una película como Teeth, se pueden tirar por dos vías radicalmente opuestas. Por un lado, se puede escoger lo más obvio. Esto es, el gore, el cachondeo y, quizás, la típica película de adolescentes. Pero si los responsables le echan pelotas al asunto, y deciden, con mucho riesgo, meterse de lleno en el terreno dramático de la situación, la propuesta puede salir de lo más curiosa e inesperada. A vista de los resultados, Mitchell Lichtenstein, que además de escribir el libreto se ha encargado de dirigirlo en esta, su opera prima, ha tirado por ambos derroteros. Y la cosa es que no le ha salido mal el experimento. Cuando Teeth, en su primera mitad, muestra los componentes puramente dramáticos, nos resulta, por difícil que parezca, verosimil (algo a lo que ayuda la magnifica interpretación de su protagonista, Jess Weixler), mientras que, ya entrados en la segunda mitad, nos despacha con lo que todos estábamos esperando; humor negro, unas cuantas castraciones con ajustadas dosis de gore, y, finalmente, una conversión en cine de justicieros con reminiscencias, a su modo, de La violencia del sexo (I Spit your Grave, 1978).

Teeth parte del mito de la vagina dentada. En algunas culturas se cree que, algunas mujeres, poseen tal anomalía, y solo pueden tener relaciones sexuales con un hombre, llamémosle héroe, que sea él elegido para tan particular misión. Partiendo de dicho elemento mitológico, Lichtenstein confecciona una trama que tiene mucho más que ver con películas como May (May, 2002) que con otras tipo La lengua asesina (La lengua asesina, 1996). Y eso, obviamente, es un punto a su favor. Luego ya habría que pensar en porqué la trama tiene algunos altibajos o en porqué el tono, en ocasiones, se torna confuso (algo a lo que se arriesgaban al intentar mezclar el drama realista con el desmadre gore), dando la sensación de que el guión no sabe exactamente como avanzar. Por ultimo, añadir una apreciación personal. Sabemos que Tiburón (Jaws, 1975) puede crear (y creó) en muchos espectadores un terrible pánico al mar, que la reciente Reflejos (Mirrors, 2008) intenta causar ese miedo, pero trasladado a los espejos, o que Hostel (Hostel, 2005) ídem con las excursiones turísticas por la Europa del este…entonces ¿es Teeth la película definitiva para provocar miedo en cuanto a las relaciones sexuales?

Lo mejor
: Su actriz protagonista, Jess Weixler, magnifica en cada rol del personaje, y que haya alguna escena de castración que, inesperadamente, sorprende por su explicitud.

Lo peor: Cuando, en la segunda mitad, comienza el humor negro, las piezas no terminan de encajar, confundiendo sobre los verdaderos intereses de la propuesta.

Valoración (0 a 10): 6,5

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domingo, 2 de noviembre de 2008

Remake de La rebelión de los simios a la vista

Vale que aquel mediocre remake (más bien reinvención) de El planeta de los simios (Planet of the Apes, 1968) que Tim Burton realizó hace siete años, fuera un éxito comercial a tener en cuenta, al recaudar 362 millones de dólares alrededor del mundo. Muy bonitas las cifras, cierto. Pero, sin embargo, la mayoría de la gente salió echando pestes de los cines, y prácticamente todos los aficionados están de acuerdo en que es, de lejos, la peor película de su director. En una situación más benevolente por parte del publico, la secuela no se hubiera hecho esperar, pero hasta ahora nadie había mencionado nada sobre dar luz verde a su continuación…y repito, hasta ahora. Efectivamente, si pensabais que los simios del futuro ya habían quedado olvidados, al menos dentro de las salas de cine, estabais muy equivocados. Y es que según comentan por determinados sitios, el remake de La rebelión de los simios (Conquest of the Panet of de Apes, 1972) podría ser una realidad de aquí a unos años. Ya existe, o eso dicen, un guión, obra de Rick Jaffa y Amanda Silver, de los que os puede sonar aquella simpática monster movie titulada The Relic (The Relic, 1997). Por cierto, el titulo del filme será Geneis: Apes.

La cosa (The Thing, 1982)


Un grupo de trabajadores que se encuentra en la Antártida descubre una nave especial sepultada en la nieve desde hace años. El casos se impondrá en el grupo, cuando una forma de vida alienígena comience a secuestrar sus cuerpos para crear copias perfectas de los mismos, por lo que ninguno de ellos se puede fiar del resto.

Ya con dos clásicos del género a sus espaldas, La niebla (The Fog, 1980) y la película que le confirmó, de forma temprana, como uno de los talentos del cine de terror moderno, La noche de Halloween (Halloween, 1978), John Carpenter se involucró en su proyecto más ambicioso no solo hasta la fecha, sino de toda su carrera. La cosa, remake de El enigma de otro mundo (The Thing from Another World, 1951), se introducía, a su modo, en la moda del cine de terror con alienígenas agresivos que había instaurado Alien. El octavo pasajero (Alien, 1979), siendo, probablemente, el mejor sucedáneo hasta la fecha. No obstante, la palabra remake debería ir entrecomillada, pues La cosa despliega sus cartas de forma libre y eficaz, convirtiendo aquella ingenua serie B de los cincuenta en un atmosférico relato con varios momentos gore (pedazo trabajo que se marcó el amigo Rob Bottin) que aseguran no pocos escalofríos (a saber, la autopsia, el ataque a los perros, la prueba de sangre, la operación con sorpresa o el clímax final). Momentos, todos ellos, que Carpenter narra de una forma tan precisa, pausada pero siempre interesante, que consiguen de La cosa una de esas películas en las que miras el reloj, esperando que el tiempo pase despacio, para poder seguir disfrutando.

Lo curioso es que la primera vez que vi La cosa, siendo aun adolescente, me dejó indiferente. Un tiempo después, en una segunda oportunidad, volvió a resultarme poco destacable. Pero, cosas de la vida, con los años, y sobretodo con mi mayor conocimiento del cine de género, y de la filmografía de Carpenter en particular (no por nada es el titulo de este blog), conseguí ver La cosa con unos ojos muy diferentes. Tanto, que hoy en día es una de las imprescindibles de cabecera. Y que decir de Kurt Russell, actor icónico, que, aunque a veces muy ninguneado por gente sin criterio, tiene en su haber personajes tan míticos como el que nos ocupa, o los de Snake Pliskeen, de 1997 Rescate en Nueva York (Escape from New York, 1981), el Jack Burton de Golpe en la pequeña China (Big Trouble in Little China, 1986), todas de Carpenter, o recientemente uno de los personajes que más ha bordado en toda su carrera, el sorprendente Stuntman Mike del segmento Death Proof de Grindhouse (Grindhouse, 2007).

Lo mejor: La meticulosa dirección de Carpenter, la atmosfera fría e inquietante que nos acecha cada minuto, Kurt Russell, y, por supuesto, los excelentes fx made in Rob Bottin, que se encuentran por derecho propio entre los mejores trucajes cinematográficos de la historia.

Lo peor: No se pueden sacar cosas realmente malas de esta película. Por decir algo, puede que la trama, en algunos momentos, tenga algún tiempo muerto prescindible (algo normal en el cine de Carpenter, por otro lado), pero nada que perjudique el conjunto.

Valoración (0 a 10): 8,5

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