Teeth parte del mito de la vagina dentada. En algunas culturas se cree que, algunas mujeres, poseen tal anomalía, y solo pueden tener relaciones sexuales con un hombre, llamémosle héroe, que sea él elegido para tan particular misión. Partiendo de dicho elemento mitológico, Lichtenstein confecciona una trama que tiene mucho más que ver con películas como May (May, 2002) que con otras tipo La lengua asesina (La lengua asesina, 1996). Y eso, obviamente, es un punto a su favor. Luego ya habría que pensar en porqué la trama tiene algunos altibajos o en porqué el tono, en ocasiones, se torna confuso (algo a lo que se arriesgaban al intentar mezclar el drama realista con el desmadre gore), dando la sensación de que el guión no sabe exactamente como avanzar. Por ultimo, añadir una apreciación personal. Sabemos que Tiburón (Jaws, 1975) puede crear (y creó) en muchos espectadores un terrible pánico al mar, que la reciente Reflejos (Mirrors, 2008) intenta causar ese miedo, pero trasladado a los espejos, o que Hostel (Hostel, 2005) ídem con las excursiones turísticas por la Europa del este…entonces ¿es Teeth la película definitiva para provocar miedo en cuanto a las relaciones sexuales?
Lo mejor: Su actriz protagonista, Jess Weixler, magnifica en cada rol del personaje, y que haya alguna escena de castración que, inesperadamente, sorprende por su explicitud.
Lo peor: Cuando, en la segunda mitad, comienza el humor negro, las piezas no terminan de encajar, confundiendo sobre los verdaderos intereses de la propuesta.
Valoración (0 a 10): 6,5
Trailer
martes, 4 de noviembre de 2008
Teeth (2007)
Una niña nace con el mal de la vagina dentada. Al crecer, ya en el instituto, se ha convertido en una conservadora radical, que proclama discursos sobre la pureza y aquello de llegar virgen al matrimonio. Es entonces cuando conoce a un chico con el que empieza a tener deseos nada puros. Aunque finalmente se raja, el chico continúa con intención, e intenta violarla. Intenta más que nada, porque su vagina le arranca el pene de un mordisco. Es entonces cuando la asustada joven comienza a investigar sobre lo que la sucede.
A la hora de escribir el guión de una película como Teeth, se pueden tirar por dos vías radicalmente opuestas. Por un lado, se puede escoger lo más obvio. Esto es, el gore, el cachondeo y, quizás, la típica película de adolescentes. Pero si los responsables le echan pelotas al asunto, y deciden, con mucho riesgo, meterse de lleno en el terreno dramático de la situación, la propuesta puede salir de lo más curiosa e inesperada. A vista de los resultados, Mitchell Lichtenstein, que además de escribir el libreto se ha encargado de dirigirlo en esta, su opera prima, ha tirado por ambos derroteros. Y la cosa es que no le ha salido mal el experimento. Cuando Teeth, en su primera mitad, muestra los componentes puramente dramáticos, nos resulta, por difícil que parezca, verosimil (algo a lo que ayuda la magnifica interpretación de su protagonista, Jess Weixler), mientras que, ya entrados en la segunda mitad, nos despacha con lo que todos estábamos esperando; humor negro, unas cuantas castraciones con ajustadas dosis de gore, y, finalmente, una conversión en cine de justicieros con reminiscencias, a su modo, de La violencia del sexo (I Spit your Grave, 1978).
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2 comentarios:
La ví en Sitges hace dos años y no es una gran pelicula, pero tiene momentos geniales.
Salu2!
pero esta peli ya esta en dvd? la llevo esperando tiempo.
Salu2
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