miércoles, 29 de diciembre de 2010

Guapos extraterrestres adolescentes, feos fanáticos religiosos y macarras en busca de venganza

Michel Bay, en tareas de productor, vuelve a las andadas con una de ciencia ficción y acción adolescente, con caras guapas y música moderna. Eso parece ser I Am Number Four, en cuyo reparto el único que me suena es Timothty Olyphant y tras cuyas cámaras se encuentra D.J. Caruso, el de Disturbia (2007). La historia nos cuenta algo así como que un joven extraterrestre está siempre huyendo de malvados enemigos, enviados para acabar con su miserable vida. Su día a día es un no parar de cambios de identidades y mutaciones varias. El caso es que, su llegada a un nuevo lugar, Ohio, traerá vivencias que no esperaba; encontrará el amor, así como nuevas habilidades para el combate. Claro que, como reza el titulo, él es el número cuatro, y si uno sabe un poco de matemáticas, supondrá que habrá otros números por ahí que tarde o temprano harán ruido.


Con menos efectos especiales y música más tranquila (al menos en el  teaser) llega lo nuevo de Kevin Smith tras las cámaras. Y no, esta vez no nos ofrecerá otra comedia cansina sobre el complejo mundo de las relaciones de pareja, ni  tampoco trabajará moviendo la cámara mientras algunas estrellas lean sin ganas las frases del guión, como en Vaya par de polis (Cop Out, 2010), estrenada aquí, aunque cueste creerlo (o tal vez no), directamente en video. Red State, que así se titula su nuevo trabajo, pinta mucho mejor. Al menos, más original de lo que es habitual en la otrora promesa del cine indie. Tanto, que Smith se ha pasado al cine de terror, y además, según parece, un terror duro e híper-realista. Así, Red State nos contará como unos chavales bastante salidos contactan con una prostituta  madura que les garantiza una fiesta sexual por todo lo alto en su mansión. Al llegar allí, en lugar del sexo, les ofrecerán una dura (y dicen que muy cruel y sangrienta) batalla contra una fuerza divina con una lista de objetivos muy particular.


El tercer trailer en discordia es el de Drive Angry…en 3d, por supuesto. Se trata del enésimo intento anual de Nicolas Cage por recuperar el magnetismo taquillero perdido. Yo creo que su problema empieza a parecerse al de gente como Robert De Niro, que o bien ya tienen suficiente pasta y les ha dado por tomar el pelo a los sufridos espectadores, o bien es que tienen como agente a su peor enemigo. Este año, Cage tendrá la oportunidad con Season of a Wicth, que no pinta nada bien, o con esta película un poco macarra, con tipos duros, chupas de cuero y una tía buena como Amber Heard haciendo poses. El trailer propone, al menos, un entretenimiento decente; algo que aún queda en duda, pues en la silla del director está nada menos que Patrick Lussier, el mismo de San Valentín sangriento3d (My Bloody Valentine 3d, 2009). ¡Ah! La trama va de un un tipo duro (Cage, claro) que busca venganza por la muerte de su hija y la desaparición de su sobrino. Sus enemigos no serán simples mortales, sino demonios aún más duros que él.

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