miércoles, 11 de marzo de 2009

Gran Torino (2008)


Para un anciano, veterano de guerra, que ha perdido recientemente a su mujer, su Gran Torino es lo único que le queda por lo que siente admiración. Cuando una banda asiática de la zona se lo intenta robar, conocerá a un joven que, junto a su familia, le harán cambiar su forma de entender algunas cosas.

Clint Eastwood es posiblemente el mejor actor vivo sobre la Tierra, y también uno de los mejores directores americanos. Por si eso fuera poco, se trata de los pocos cineastas que actualmente saben manejar el cine, en el sentido más clásico del término, sin por ello resultar desfasado o pretencioso. Un genio, sin duda. Y este Gran Torino no es más que la enésima confirmación de que, aunque ya se encuentre a punto de cumplir los ochenta años, sigue estando en plena forma, tanto delante como detrás de las cámaras. Y es que su nueva película, que se anuncia como la última en la que actuará, es un festín Esastwood en toda regla. Vemos en su personaje retazos de Harry El Sucio (Dirty Harry, 1971), también de aquél Sargento de hierro (Heartbreak Ridge, 1986) o del más sensible de Million Dollar Baby (ídem, 2004). Todo mezclado en un veterano de la Guerra de Corea, racista, malhablado y con muchas, muchas malas pulgas, que vive en una sociedad muy distinta a la que vio en su juventud. Un hombre cerrado, si, pero que encontrará, poco a poco, la paz que, aunque no lo reconozca, tanto anhela. Se puede decir que Gran Torino, pese a ser obviamente una buena película, no sería lo mismo sin él.

Gran Torino es ciertamente inclasificable dentro de su sencillez. Tiene elementos dramáticos, también cómicos, tiene un poco de película de justicieros, algo de acción, componentes sociales. Evidentemente, todo se centra en el racismo, aunque más bien en la tolerancia. Dividida en tres partes, Gran Torino nos muestra en principio una comedia agridulce, con un Eastwood desfasado soltando insultos racistas por doquier. Más tarde, pasamos a una película de profesor-alumno, hasta llegar a un último tercio más dramático y aparentemente justiciero, mucho más emotivo de lo esperado. En definitiva, Gran Torino es una fiesta para los fans del actor y director, una especie de homenaje a su carrera, un regalo para los que le han seguido y una muestra de que la edad no es problema para seguir siendo una estrella en toda regla -no como las estrellitas de barro que recorren Hollywood hoy día- y salir victorioso en el intento. Esperemos que su despedida sea una broma, y que tengamos más oportunidades de ver a este mito viviente en la gran pantalla.

Lo mejor: Clint Eastwood, Clint Eastwood…¿he citado ya a Clint Eastwood?

Lo peor: Que esta pueda ser su última incursión como actor.

Valoración (0 a 10):
8,5

Trailer

1 comentario:

lucideces dijo...

qué pasa john trent! compañero nocturno... esta peli la vimos aquí mis compis y yo una nochejejeje... me gusto bastante... hee leido tu post y la verdad es que creo que lo haces muy bien... espero que sigas con fuerza con tu blog... los chusticieros te agregamos a nuestros feeds para tenerte fichado jajaja... un abrazo!