sábado, 30 de octubre de 2010

Piranha 3d (2010)


Tras una serie de temblores submarinos se han liberado cientos de pirañas prehistóricas con ganas de alimentarse. Su particular autoservicio se encuentra en el Lago Victoria, lugar en el que muchos jóvenes se han reunido para celebrar una fiesta.

La de Alexander Aja es una carrera extraña. Pese a haberse instalado en el fácil mundo del remake, ha mantenido casi siempre una serie de valores propios, una especie de autoria que lo diferencia y, a la vez, una inteligente aproximación para con las películas que "actializa". Más allá de revisar éxitos pasados para amasar dinero rápido, ha contribuido a aquello por lo que un remake podría ser necesario; mejorar la obra original. De este modo, tras darse a conocer con la excelente (pese a su discutido giro final) Alta tensión (Haute Tension, 2003), firmó, ya en Estados Unidos, Las colinas tienen ojos (The Hills Have Eyes, 2006), que junto a aquella constituyen dos de las propuestas del género de terror más potentes de los últimos años. Por supuesto, superó a la bastante correcta obra original dirigida por Wes Craven en 1977.

Su siguiente película, la regulera Reflejos (Mirrors, 2008), remake de El otro lado del espejo (Geoul sokeuro, 2003), hizo pensar que había sucumbido a lo mainstream, cediendo gran parte del talento rompedor que le caracterizó en las dos anteriores. En realidad fue una niebla que no ha tardado en disiparse con Piranha 3d.

De nuevo un remake, en este caso de Piraña (Piranha, 1978), pequeña cult movie que en su día dirigió un jovencísimo Joe Dante. Pero esta vez el resultado se encuentra más en la línea de Las colinas tienen ojos. Sin llegar a las cotas de calidad de aquella, Aja vuelve a poner toda la carne (nunca mejor dicho) en el asador. A priori, después de ver el trailer y viendo los primeros, digamos cuarenta minutos de la película, podemos pensar que se ha vendido a los intereses del cine de palomitas de usar y tirar; pero hay más que eso.

Bajo la premisa de pirañas asesinas digitales, tías buenas en bikini (y sin él), fiestas playeras con música chunda chunda y el uso de las tres dimensiones para sacar un dinerillo extra de las taquillas, Aja se vuelve a reír del falsamente acomodado americano medio y de las propias convenciones de los géneros. Salvando ciertas distancias, me recuerda un poco a lo que Paul Verhoeven hizo en su infravalorada Starship Troopers (1997); pone en pantalla muchos cuerpos y rostros jóvenes sin demasiado cerebro, instalados en un estado de bienestar similar al de Sensación de vivir (Beberly Hills 90210, 1990-2000), aunque con más sexo y palabrotas, para, literalmente, desmembrarlos en situaciones posteriores. Si Las colinas tienen ojos descuartizaba a la familia norteamericana de clase media, aquí se hace lo mismo, desde un punto de vista más festivo, con la nueva generación de adolescentes y eternos adolescentes.

Tampoco creamos que hay que hacer muchas lecturas de Piranha 3d. Pese a que lo comentado está ahí, no es menos cierto que Aja ha buscado, sin más, divertirse y divertirnos. A partir de su segunda mitad pone en imágenes puro de cine de festival, peli-birrero y cafre como pocos, y aquí es donde llega lo bueno; alrededor de veinte minutos de escenas sanguinolentas que no se acostumbran a ver dentro del cine comercial estadounidense. Puede que sobren ciertos actos heroicos de los personajes principales, y puede también que el guión tarde más de la cuenta en arrancar y por momentos parezca un nudity de video club. No obstante, solo por el último tercio vale la pena la pena echarla un ojo y, de paso, comprobar que su director sigue siendo uno de los mejores a la hora de plasmar la violencia en pantalla.

Las comparaciones con el original quedan en segundo plano. Son películas diferentes, unidas por el enemigo en cuestión (las pirañas) y que parte de la acción se desarrolla en un lugar similar. Todo lo que sucede durante el comienzo, desarrollo y final es prácticamente nuevo; no se han dedicado a calcar escenas ni frases. Podría pasar perfectamente como una nueva serie B con estas pequeñas criaturas como protagonistas, pero supongo que ser un remake proporciona una mayor publicidad gratuita en estos tiempos. Aja consigue una película mucho más potente que la original, sin prescindir del humor negro que ya caracterizaba aquella ni de, como apunté, dosis de carga social contra el ciudadano medio (tan propias también de Dante). Los efectos de maquillaje actuales hacen el resto (cuerpos partidos en dos, caras arrancadas, mordiscos de todos los niveles, decapitaciones y un largo etcétera).

En España aún no ha salido fecha de estreno, y la sombra de Saw VI (2009) empieza a pesar entre los aficionados. En mi caso, puede ver Piranha 3d en una copia de gran calidad, en versión original, sin ningún tipo de cortes y en una pantalla de considerable tamaño. Eso sí, sin las dichosas tres dimensiones, que a buen seguro funcionan de maravilla en las escenas cumbre y eliminan los defectos de algunos efectos digitales baratos (las pirañas cantan opera, así como la escena que abre la película).

1 comentario:

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Según me comentaron mientrasestaba en Sitges, se ve que la película está teniendo problemas de distribución en España. No parece que nadie haya comprado aún sus derechos para exhibirla por aquí.

Esta era una película ideal para verla en verano bien fresquito en una sala de cine. Estrenarla en invierno es una pifiada., aunque a este paso puede que se estrene en verano de 2011.

Saludos ;)