En la noche de graduación, los zombis empiezan a salir de sus tumbas y se dirigen al instituto. Un grupo de amigos fanáticos del cine de terror, un gamberro que los zurraba, una joven, su amiga y su ex novio y un grupo de rock se enfrentarán a la amenaza mientras el resto se divierten en la fiesta…mientras puedan.
Se dice que al mismismo Sam Raimi le gustó tanto esta película que decidió distribuirla a través de su compañía, Ghost House Pictures. Sin duda, un dato a tener en cuenta. Aunque cuidado, porque Spielberg, se dice, quedo tan asustado con Paranormal Activity (2007, estreno comercial en 2009) que la dio el bombo necesario para su lanzamiento, así como un tal David Lynch o un tal Quentin Tarantino hicieron de padrinos para Eli Roth en Cabin Fever (2003) y Hostel (2005), respectivamente. Pero, ¿tienen algo de especial tales películas para tanto bombo por parte de cineastas de excepción? Bajo mi punto de vista, no mucho. Sea como sea, siempre es una publicidad que ayuda a que el producto en cuestión genere más interés del que gozaría sin su nombre detrás. Dance of the Dead tampoco tiene nada especial.
Estamos ante uno de esos casos que se denomina, para bien o para mal, como “película simpática”. Se notan las buenas intenciones, el conocimiento del género -en este caso, concretamente el subgénero de zombis- y las ganas de los responsables. Al fin y al cabo, es un producto pequeño que se vale de eso, de la simpatía para con el aficionado cómplice. El mismo que disfruta con películas como, por ejemplo, La divertida noche de los zombis.
Dance of the Dead, no confundir con la aburridísima aportación de Tobe Hooper a la primera temporada de Maestros del terror (Masters of Horror, 2005-¿?), siempre opta por ser una comedia de terror, pese a que en ocasiones puntuales parece mostrar un toque más dramático que, justo después, acaba en broma. Todo incluido en una típica teen movie de instituto, con los típicos frikis que terminan por ser los heroes para las reinas del baile y demás.
Los personajes son, en ese sentido, estereotipos confeccionados a medida. Por momentos funcionan. Está la chica guapa y sensible, las chicas guapas fiesteras, los aficionados al cine de terror que se alejan de la fiesta de graduación, los chicos guapos populares, el macarra que pega a los frikis pero luego se une a ellos contra los zombis y resulta más bueno de lo que parecía, etc.
Curioso que lo mejor termina siendo el único personaje adulto importante en la trama; un profesor de gimnasia con instintos belicistas que a veces resulta muy gracioso. El resto cumplen más o menos. Hay alguna buena escena gore (los dos zombis enrollándose), pero en general es bastante soft para ser una pequeña producción de muertos vivientes “no mainstream”. Se puede ver sin problemas mientras te comes una hamburguesa del McDonalds.
1 comentario:
No me convenció demasiado, aunque me entretuvo.
Saludos ;)
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