domingo, 18 de octubre de 2009

Troll 2 (1990)


Una familia se muda, mediante un intercambio, a una granja situada en un pequeño pueblo. El hijo pequeño recibe visitas de su abuelo fallecido. En dichas visitas, es avisado del peligro que corren en el pueblo, pues sus habitantes son trolls camuflados bajo apariencia humana.

El fenómeno que acompaña tan casposa película para muchos es inexplicable. Para mí también. Troll 2, orgullosa de ostentar el titulo de “la peor película de la historia”, se ha convertido en Estados Unidos en un “espectáculo” de sesión golfa. Aunque hayan pasado unos cuantos años desde su estreno, es ahora cuando se la está dando tanta presunta importancia. Pero creerme, no hay para tanto, ni para bien ni para mal. Al igual que sucedió con una de las cult movies por excelencia, The Rocky Horror Picture Show (1975), grupos de frikis bastante extremos se unen, a modo de fiesta, para echarse unas risas y sentirse orgullos de su condición. Los acompañantes para la función son líquidos y alimentos verdosos, como los que vemos en la película, y también están los que se disfrazan de troll y tonterías similares. Lo que llevan haciendo los fanáticos de La guerra de las galaxias durante décadas, aunque en plan cutre.

Troll 2 es más mala que hacer tragar excrementos a tu mejor amigo, pero aún así, las hay peores, muchas. El fenómeno no ha surgido porque sea insufrible, sino porque es considerada una buena mala película como pocas. Aquí también discrepo. Precisamente, diversión no hay mucha. No tiene gracia. Incluso me atrevo a decir que, aunque también sea un cagarro, la primera es mejor y más divertida como mala película. No obstante, las cosas como son, Troll 2 tiene una de las escenas más míticas del trash. El momento en el que uno de los personajes grita, al saber que los trolls tienen intenciones de comérselo después de convertirle en planta (¡!). El gritito, largo y falso, es una de las cumbres del bochorno cinematográfico. Y lo es precisamente porque no está preparado, no es malo a posta. No es como las defecaciones para mongoles del también escaso de neuronas Pedro Temboury -el de Karate a muerte en Torremolinos (2003)-. Al menos en este sentido cabe tener cierta simpatía a la película. Bueno, ya puestos, reconozco que la macabra “sorpresa” final (en la que contemplamos otro risible grito sobreactuado) es cojonuda. La inesperada trascendencia de la película ha sido capaz de hacer que alguien dedique su tiempo a hacer un documental sobre ella. Se trata de Best Worst Movie (2009), en la que hacen acto de presencia muchos de los que tuvieron que ver con el engendro. Algunos se habrán dedicado al cine porno, otros recogerán cartones, y otros darán conferencias para esos fans que comen alimentos verdes. La verdad es que no dudo que tal documental sea más interesante, y posiblemente entretenide, que la película en cuestión. De hecho, escribiendo esto me han entrado ganas de verlo. Espero, si es que lo encuentro y me atrevo a verlo, no transformarme en una ladilla verdosa, o peor, en una planta dispuesta para ser devorada por los malvados enanos del bosque.

Mítico y bochornoso grito

1 comentario:

Sir Laguna dijo...

La verdad... a mi si me parece divertidisima de lo mala que es, y me la repito cualquier dia sin dudarlo, escenas como esa del grito me hacen reventar de risa cada vez!

Mi reseña, mucho mas positiva http://cinedehorror2.blogspot.com/2009/08/troll-2.html.

Por cierto, el director de Best Worst Movie es el mismo niño de la pelicula.