Al grano. Anderson no se ha ido de la Tierra, aunque muchos lo prefieran, sino que tiene que en su agenda varios proyectos. Como director, regresará a la saga Resident Evil con Resident Evil: Afterlife. Anderson se desligó, en labores de dirección, después de la primera entrega. Ahora, como suele pasar, ha querido volver a hacerse cargo. Milla Jovovich seguirá luchando con los zombis, y tambien repetirá Ali Larter, vista en la tercera. El fichaje más importante es el de Wentworth Miller, el prota de esa magnifica serie que es Prison Break (2005-2009). Además, para no desentonar de la moda, ya se ha anunciado que podremos verla en tres dimensiones; Más allá de Resident Evil, y de la dirección, Anderson estará, como productor, en Pandorum, de próximo estreno en España y que ya ha podido verse en Sitges. También pone pasta para la adaptación del videojuego Castelvania, un proyecto que se ha ido posponiendo desde hace años y que, a estas alturas, aunque anunciado, está en la cuerda floja. Esto le mantendrá ocupado hasta 2011. Despues, ya ha confirmado que le gustaría realizar una secuela de La carrera de la muerte. Los motivos no los tengo claros, puesto que aquella no fue un éxito en taquilla ni ha causado ninguna sensación entre el público. Cosas de Anderson.
viernes, 16 de octubre de 2009
De Anderson, Boll, y sus respectivas cosas
El otro día, leyendo una revista, me encontré con una curiosa publicidad. Una página estaba dedicada al lanzamiento en dvd, por si a alguien le interesa, de la nauseabunda En el nombre del rey (In the Name of the King: A Dungeon Siege Tale, 2007). Pues bien, la publicidad tenía la típica frase haciendo referencia “Del director de…”, y atención lo que me encontré. La frase rezaba, textualmente, “Dirigida por Uwe Boll, un experto en crear originales adaptaciones de videojuegos (“Alone in the Dark”, “Postal”). Y tan panchos. El caso es que eso me recordó a Paul W. Anderson (foto), y me dije, qué estará haciendo este tío ahora. Y esto viene a cuento porque Anderson, según muchos, es algo así como el hermano mayor de Uwe Boll. Es decir, un director trash que va detrás de adaptaciones de videojuego o que, directamente, hace cine-videojuego, aunque con algo más de presupuesto y, no me sean, también talento. El caso es que le tengo aprecio a Anderson. Mortal Kombat (1995) me trae buenos recuerdos de la adolescencia, Horizonte final (Event Horizon, 1997) es una joyita infravalorada, y Resident Evil (2002) (foto abajo) y La carrera de la muerte (Death Race, 2008) son muy entretenidas. Vale, Alien contra depredador (Alien vs Predator, 2004) es un insulto a los fans de ambas sagas, y Soldier (1998) resultó fallida. Pero coño, las demás cuentan.
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