viernes, 3 de septiembre de 2010

Mini reseñas: Storm Warning (2007), 4bia (See prang, 2008), Grace (2009)


Jamie Blanks tuvo unos años de éxito con mediocres slashers como Leyenda urbana (Urban Legend, 1998) y Un San Valentín de muerte (Valentine, 2001). Pero, justo cuando empezó a pasar la nueva fiebre del slasher adolescente surgido a raíz de Scream, vigila quien llama (Scream, 1996), Blanks también se esfumó. Pasaron seis años hasta que le dio por volver a la dirección con Storm Warning (no confundir con un telefilme de titulo similar, con alienígenas y bastante morro). Y lo hizo a la grande, sin duda. Se dejó de tonterías para púberes con violencia de garrafón, para ofrecer este survival con paletos psicópatas que resulta efectivo en todo momento. Claro que no hay nada que no hayamos visto ya decenas de veces, pues la trama no guarda sorpresas ni giros argumentales de impacto. Pero lo que ofrece, lo ofrece bien. Desde el primer momento va al grano y nos pone en situación con una conseguida atmosfera de terror. Aunque tenemos que asistir entre tanto a los diálogos de besugo de la pareja protagonista de marras, todo empieza a ir in crescendo cuando se topan con los locos redneck de la zona. Y sobretodo, cuando los aparentemente pacíficos burgueses tienen que optar por ser más duros que los paletos para salir de allí con vida. En escasos ochenta minutos consigue, sin demasiadas pretensiones (las escenas duras del final siempre tienen un halo más festivalero que dramático) un muy decente ejemplo de survival por encima de la media de estos años, junto a una genialidad (superior, eso sí) como fue Eden Lake (2008). Blanks realizó, poco después de Storm Warning, un remake (que reseñaré dentro de poco) de Largo fin de semana (Long Weekend, 1978). Valoración (0 a 5): 3,25


Aunque la han vendido como una reunión de talentos tailandeses dentro del cine de terror, 4bia no es tal. Sus cuatro directores (uno para cada historia) no han demostrado mucho hasta ahora: Banjong Pisantanhakum y Parkpoom Wongpoom han realizado las estimable Shutter (2004), para cuatro años más tarde revolverse en la mierda con su innecesario remake americano. De Paween Purikitpanya y Yongioot Thongkongtoon poco se sabe más allá de que el primero dirigiese la imposible de conseguir Body (2005) y el segundo comedias adolescentes. Pero que no sean exactamente maestros del terror no quiere decir que hayan hecho un mal trabajo. Los cuatro segmentos son interesantes y guardan una calidad heterogénea, algo que es poco usual en este tipo de propuestas. Pese a que se recurre a los tópicos del terror oriental moderno vistos mil veces. Las historias son independientes, aunque el hilo argumental, llevado a su modo por cada una, es el mismo: la venganza de los muertos. Así, en el primer segmento tenemos a una joven encerrada en casa que contacta con el móvil, vía sms, con un misterioso chico; la segunda es la parte más sangrienta y loca, con unos mini-adolescentes que sufrirán en sus carnes (nunca mejor dicho) la ira de un pardillo al que mataron por accidente; la tercera nos lleva a un bosque donde acampan otros adolescentes, que quedarán acojonados ante el inquietante regreso de uno de ellos que creían ahogado mientras hacían rafting; por ultimo, una azafata se las verá en pleno vuelo con el cadáver de una mujer cuyo marido le fue infiel con ella. Valoración (0 a 5): 3,25


Grace viene a ser una versión “menos fantástica” de aquel pequeño clásico titulado Estoy vivo (It´s Alive, 1974), que contó con un mediocre remake hace dos años. Aquí, una mujer también tiene a un bebe con instintos truculentos, pero no es un asesino en sí, sino que necesita beber sangre en lugar de leche materna. Tampoco es un bebe con aspecto de mutante con colmillos, ni salta de la cuna a matar a gente con una agilidad propia de atleta (que no se veía explícitamente, pero se daba a entender en el citado remake de Estoy vivo). De ahí que la propuesta resulte menos convencional, aunque no del todo satisfactoria: la trama a veces parece no ir a ninguna parte y el ritmo durante el desarrollo peca de lento en ocasiones. No obstante, su director, un joven por ahora desconocido llamado Paul Solet, se las arregla para dosificar los momentos de impacto (atención al parto en la bañera o cuando la madre despierta, tras quedar inconsciente, para comprobar que el bebe no está mamando leche precisamente) y hacer creíble la horrible situación, pese a que el guión (firmado por el propio Solet) meta entre medias algunas subtramas un tanto innecesarias por poco desarrolladas. Todo ello hace una película irregular, aunque curiosa de ver. Por cierto, Grace fue vista el año pasado en el festival de Sitges, pero no se ha conocido estreno comercial ni distribución alguna posterior en España. Valoración (0 a 5): 2,75

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