martes, 7 de septiembre de 2010

7 Days (Les 7 jours du talion, 2010)


Lo normal sería acompañar a la pequeña Jasmine al colegio. Pero esta vez, acostumbrados a que en la zona nunca suceda nada extraño, sus padres, Bruno y Sylvie, deciden dejarla ir sola y aprovechar la ocasión para tener intimidad. Pasadas varias horas, una llamada a la puerta irrumpe en la tranquilidad. Un niño, compañero de Jasmine, la lleva a casa los deberes, pues ésta no se ha presentado en clase. Los padres acuden a la policía y tras una búsqueda en un bosque de los alrededores, descubren a la pequeña muerta, con signos de asfixia y violación. La policía encuentra al asesino, pero los abogados cifran su pena de cárcel en quince o veinticinco años. La desesperación y la irá que siente Bruno le harán ir más lejos de lo que jamás, como hombre pacifico, hubiese imaginado. Trazará un plan para secuestrar al asesino en su traslado y, durante siete días, torturarlo como venganza por sus actos.

Queda demostrado, una vez más, que los distribuidores, el gobierno o un ente malvado que quiere acabar con el cine, la tiene tomada con el cine de género de calidad. Al menos, en lo que respecta a que lo veamos los españoles. Si no fuese por Internet posiblemente nunca hubiese podido conocer la joya que nos ocupa. Y es que esta producción francesa, adaptación de la novela del muy popular por allá Patrick Senécal (que también se ha encargado de escribir el guión), es una de las mejores películas de este 2010. Lo es porque, tratando un tema tan usado como la venganza de un padre por el asesinato de su hija, llega mucho más lejos, tanto con nosotros, espectadores, como en lo puramente artístico. Su director, Daniel Grou, ha conseguido mezclar a la perfección lo macabro del torture porn extremo y el intimismo del cine de autor más reflexivo. El ritmo es siempre pausado. Obligadamente pausado. Grou no ha querido hacer de la venganza del padre un entretenimiento ni un espectáculo. No quiere que disfrutemos con ello, aunque estemos de acuerdo en que el asesino pedófilo debe pagar por lo que ha hecho. Lo que pretende, y consigue, es que la agonía de los personajes (todos, tanto el padre como la madre de la niña, el policía que lleva el caso y el propio pedófilo) sea nuestra durante casi dos horas. Hacernos, por ende, reflexionar con ella, hacernos preguntas. Al igual que el padre convertido en justiciero, contemplamos su causa con sentimientos cómplices, para, según avanza el relato, empezar a dudar sobre si sus actos hacen bien alguno a los que le rodean y siguen vivos. Y claro, a él mismo.


Grou se vale de silencios desesperanzadores para que nos hagamos esas y otras preguntas. Entre tanto, se recrea (algunos pensarán que de forma gratuita, aunque es totalmente necesario para comprender la violencia psíquica por la que pasa el personaje principal) en unas escenas de tortura bastante crudas y no aptas para cualquier espectador. Más extremas si cabe debido al hiperrealismo del conjunto y a la ausencia total de concesiones edulcoradas y “peliculeras”. En todo caso, mal hecho (a lo mejor no en el sentido comercial) por parte de la distribuidora el promocionarla con la mención de sagas como Saw (2004-¿?), pues esto no tiene absolutamente nada que ver. Es justo lo contrario, pues como ya comenté, aquí la violencia no es mostrada para disfrutar a modo de divertimento (que no es nada malo, pero siempre dentro de su contexto como obra) sino para sacar conclusiones. Y de paso, llevarte una buena patada en los huevos. Así es como se siente 7 days con la acertada ausencia de banda sonora, una dirección planeada al milímetro y unas brutales interpretaciones. Destacar a Claude Legault encarnando al padre (atención cuando descubre el cadáver de la hija o cuando se reencuentra con ella en una alucinación). Lo dicho, de lo mejor del año.

Valoración (0 a 5): 4,25

2 comentarios:

Rafael dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rafael dijo...

EXCELENTE PELICULA.MUY RECOMENDABLE. DEMAS ESTA DECIR QUE LA DESCRIPCION EN EL BLOG ES ACERTADA. SALUDOS CINEFAGOS!