A Jude Law debe gustarle aquello de ser “veneno para la taquilla”. Y yo aplaudo el riesgo del hombre, porque además es buen actor. Incluso tratándose de películas comerciales, cuando le ha dado por adentrarse el la ciencia ficción lo ha hecho con todos los riesgos al alcance. De ahí que interpretarse al robot gigolo de esa incomprendida obra maestra que es Inteligencia artificial (AI, 2001). Ahora le ha dado por uno de los productos de acción futurista más desconcertantes del Hollywood reciente. Al menos, como dije, dentro de lo que llamamos mainstream. Y es que la película que nos ocupa, adaptación (a su modo) de la novela de culto Repossession Mambo, podrá ser mejor o peor, concretamente regular, pero desde luego sus responsables se han arriesgado. Partiendo de una historia muy similar a la de otro salto al vacío reciente, aquel Repo! The Genetic Opera (2008) que se le encaprichó a Darren Lynn Bousman, Repo Men nos cuenta las hazañas de un currela cualquiera. Claro que, el trabajo que desempeña es el de recolectar corazones, hígados o riñones a aquellas personas que les fueron transplantados previo pago y ahora no pueden hacer frente a la deuda. Tal como nos explican al principio: “Si no puedes pagar tu casa, el banco te la quita”. Pues, si no puedes pagar tus órganos, ídem. Y lo hace desde una crítica social y la presentación de personajes de lo más ambiguos moralmente. Nunca se decanta por un género concreto. A veces es una comedia negra, otras una de acción, otras un drama, otras un thriller. Todo ello envuelto en un entorno futurista aderezado con gore sin ningún tipo de prejuicios.
Repo Men, que ha dirigido con algo (pero no mucho) de estilo el novato Miguel Sapocknich, nos presenta, ante todo, un curioso juego moral con los personajes. Al que vemos como presunto héroe (Jude Law) es, en realidad, un asesino de la compañía que saca los órganos sin cortarse un pelo. Cuando su particular mundo se vuelve contra él (se la transplanta un corazón que luego, efectivamente, no puede pagar) cambian los registros y lo contemplamos como “el bueno” en lucha contra sus antiguos socios de trabajo. Y digo “el bueno” porque sus intenciones son bondadosas: salvar a una mujer, acabar con la compañía y, de paso, claro, salvarse así mismo. Es, por tanto, bastante ambiguo su calidad de héroe, o más bien antihéroe, pero ahí reside uno de los principales puntos de interés y riesgo del relato. Le acompaña un divertido Forrest Withaker como compañero de fatigas, y una poco acertada Alice Braga como mujer a salvar. Y bueno, entre tanto sale Liev Shreiber esperando a cobrar el cheque. Lo malo de Repo Men, lo que hace que no llegue a ser lo buena que podría haber sido, es su falta de ritmo en algunos pasajes y la sensación de que la interesante premisa no se encuentra en ningún momento bien desarrollada. A cambio nos regalan al principio y al final algunas escenas de acción bien resueltas y llenas de hemoglobina. Para el resto de dilemas más profundos mejor leer el libro o esperar otra adaptación.
Valoración (0 a 5): 2,5
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