Aunque de vez en cuando surjan buenas cosas en esto del remake, siempre hay que andar con cuidado. Si además el remake en cuestión es un producto para video club y con claros síntomas de terror salchichero, el cuidado debe ser mayor. Cuando en 1974 se estrenó la película original, que funcionara bien y se recuerde con nostalgia y simpatía responde a una serie de factores propios de la época. Es decir, no es que fuese gran cosa, pero en su día se trataba de una idea original, con una atmosfera malsana e incluso cierta crítica a determinados sectores. Una película así, con un bebe asesino que pega bocados a sus victimas y se mueve por ahí como si fuera el muñeco diabólico, hoy en día queda obsoleta si es tomada en serio. Hombre, si el guión es bueno y el director tiene talento, he visto cosas más rocambolescas tomadas en serio que han salido bien. Pero no es el caso. Hablamos de un producto salchicha (cartel sugerente con el UNRATED o UNCUT al lado del titulo, pensado para exhibición domestica) que no obstante ha sido dirigido por Josef Rusnak, el mismo tipo tras las cámaras de aquella interesante Nivel 13 (The Thirteenth Floor, 1999), aunque luego se especializó en estos derroteros. Pues eso, que Rusnak y el resto han decidido tomársela en serio, sin una gota de humor negro, ni de crítica acida (más allá de un flash back explicativo que convierte la película en un alegato anti-aborto) y con algunas escenas gore que cambian la artesanía de la original por la truculencia estilizada.
Pese a lo que parezca por mis anteriores líneas, Está vivo, versión 2008, no me ha parecido una aberración. De hecho, podría esperarse algo mucho peor. Que, pese a olvidable, no sea dañina durante el visionado, lo consiguen una serie de cosas decentes. Esto es, dirección, fotografía, banda sonora, interpretaciones, etc. Todo está correcto, decente. Más de lo que se suele ver en este tipo de subproductos. Aunque quizás de ser todo más cutre y casposo ahora estaríamos hablando de una disfrutable peli-birra en lugar de una película corta en sus pretensiones…aunque decentemente realizada. Por cierto, una cosa que no me ha gustado es que el bebe se ve muy mono en los momentos que no ataca. Su apariencia monstruosa es una transformación posterior y breve, al contrario que en la original. Precisamente el hecho de ver al bebe siempre con sus dientes afilados y su aspecto deforme conseguía transmitir una sensación de mal rollo constante. Aquí eso se ha perdido en beneficio del supuesto impacto de digitalizar la cara del bebe de vez en cuando, lo que queda un tanto ridículo. Otro por cierto, la protagonista es Bijou Phillips, a la que algunos recordareis como una de las bonitas victimas de Hostel: Part II (2007).
Valoración (0 a 5): 2
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