martes, 1 de junio de 2010

Detrás la mascara, el encumbramiento de Leslie Vernom (Behind the Mask: The Rise of Leslie Vernon, 2006)



¿Qué tienen en común Ocurrió cerca de su casa (C´est Arrivé Pres de Chez Vous, 1992)  y Scream, vigila quien llama (Scream, 1996)? A primera vista poco o nada, más allá de que en ambas haya un asesino haciendo su “trabajo”. Pero ¿que pasa si las mezclamos? Entonces se empiezan a contemplar varias cosas muy interesantes en cuanto a similitudes. Eso es lo que han visto, con talento y buen ojo, los responsables de este Detrás de la cámara. Por un lado se lleva al territorio realista, exprimiendo el recurso del falso documental, el tema de los asesinos en serie de las películas. Incluso se citan, como reales dentro de esa, valga la redundancia, realidad creada en su contexto, famosos psycho killers como Michael Myers o Jason Vorhees. A partir de ahí, viajamos en el reportaje morboso que graba una joven periodista con ganas de éxito, siguiendo los planes de un psicópata. Durante el comienzo y el desarrollo asistimos, como si de un libro de instrucciones se tratase, a como el tipo en cuestión va a llevar a cabo su siniestro plan. Elige a una chica virgen (ya se sabe, la heroína de muchos slasher) y a su grupo de amigos activos sexualmente (entre los que suelen estar la jefa de las animadoras, el jefe del equipo de fútbol…). Los entresijos de cómo suceden las cosas, a priori improbables, que vemos en las películas, son explicados de forma creíble y entretenida, ya que el asesino, interpretado por un notable Nathan Baesel, pone tanto entusiasmo y carisma que termina, mal que pese, cayendo bien.


Durante el largo clímax final, la estructura cambia de golpe. Lo que hasta entonces era un falso documental se convierte en un slasher convencional en el que se ejecuta todo lo planeado anteriormente. Tal vez hubiese sido mejor terminar con el psicópata alejándose en la oscuridad, conocedores de lo que está por suceder. Sea como sea, es un divertido golpe de efecto, con giros argumentales, humor negro y algo de gore. Como apuntaba, una especie de mix entre Ocurrió cerca de su casa, aunque menos sórdida y más “festivalera”, y los juegos referenciales que Kevin Williamson escribió para la exitosa Scream. No hay que tomársela en serio ni en broma. Se puede decir que Detrás de la cámara es un regalo para los fans del cine de terror, y concretamente del subgénero que toca, buscando siempre la complicidad y conocimiento de ellos. De ahí que tengamos en un agradecido papel secundario a Robert Englund (cuyo Freddy Krueger también se cita en la trama) o la no menos mítica pitonisa de Poltergeist (1982), Zelda Rubinstein, en su ultima actuación para cine antes de fallecer durante este 2010.

Valoración (0 a 5): 3,5



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