miércoles, 28 de octubre de 2009

Book of Blood (2009)


Un estudiante, con supuestas dotes de clarividente, es convencido por su profesora, interesada en fenómenos paranormales, para ir a una casa donde cree que hay una fuerza oculta. Su intención es que se manifiesten a trabes de él. Una vez en la casa, los muertos se empiezan a pronunciar en un medio poco convencional, el cuerpo del joven.

La carrera cinematográfica del genio, en la literatura, Clive Barker, es de lo más irregular. Las adaptaciones de sus relatos, también. Puede que sea un escritor muy difícil de adaptar al cine, o puede simplemente que no han dado con cineastas adecuados. Las dos son buenas opciones, a la vez que compatibles. El caso es que, al menos, la mayoría de ellas no han tenido grandes estudios detrás, por lo que la libertad ha podido ser mayor para plasmar algo de su rareza. Así ha sucedido recientemente con la interesante El tren de la carne de medianoche (The Midnight Meat Train, 2008), que ni siquiera ha llegado a nuestras pantallas, o así sucede ahora con sus dos ultimas, y casi simultaneas adaptaciones, Dread (2009) y que la que nos ocupa, Book of Blood. La distribución no las ha acompañado, pero tal vez gracias a ello están más cercanas al material original. No obstante, aún reconociendo el intento, Book of Blood dista bastante de ser redonda, tanto como adaptación como por película “a parte”. Interesante en ocasiones, algo inquietante en otras, agradablemente bruta en momentos dosificados, se resiente de un tono cercano al telefilme, y de una falta de garra, no preocupante, pero si desconcertante.

Es la adaptación de dos relatos de Barker. Se trata de Jerusalem on Street y Book of Blood. Lo más interesante se encuentra en los primeros y últimos minutos. No obstante, en los relatos de Barker, en ocasiones sucede lo mismo. Arrancan con fuerza, se pliegan y mantienen más o menos cautelosos durante el desarrollo para, finalmente, crecer en un clímax de horrores mil y truculencias destructivas. El prologo de la película es intenso y bien construido. Los últimos minutos, aunque parezca que existen tres finales diferentes, son sangrientos, extraños e imprescindiblemente desesperanzadores. El resto, pues un thriller de suspense, ajeno a sobresaltos fáciles, pero solo parcialmente interesante. Lo relación entre los personajes principales, la profesora y su alumno, guarda buenos momentos, aunque otros algo difuminados por lo poco tratado de sus perfiles. Algunos efectos especiales sobran, por digitales y poco creíbles, aunque el maquillaje y el gore, menos de lo esperado, están bien trabajados (el protagonista convertido en libro humano, o la chica arrebatada de su piel).

Valoración: 6,5/10

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