lunes, 9 de marzo de 2009

Los crimenes del museo de cera (House of Wax, 1953)


Tras sufrir la perdida de sus creaciones de cera debido a un incendio intencionado, un artista, dado por muerto, decide salir a la luz abriendo un nuevo museo, en el que se recrean famosos crímenes. Las extrañas desapariciones de los cadáveres de victimas de asesinato recientes, llevan a la policía hasta dicho museo, en el cual, algunas figuras de cera muestran un gran parecido con dichas victimas.

En los cincuenta, ante la amenaza que supuso la aparición de los televisores, el cine se vio obligado a encontrar nuevas formas de atraer espectadores a las salas. Las tres dimensiones fueron, al menos hasta la aparición del Cinemascope, un invento efectivo para determinadas películas, aunque por aquel entonces las gafas de cartón de sobra conocidas hoy día, esas que disponen de una lente azul y otra roja, provocaban terribles dolores de cabeza a los valientes que se arriesgaban a probárselas. Los crímenes del museo de cera puede considerarse la más popular, o en todo caso una de las más populares películas de aquella década que se estrenaron en dicho formato. Su éxito fue inmediato (en Estados Unidos recaudó veintitrés millones de dólares de la época, contando con un presupuesta de tan solo un millón), y su protagonista, el mítico Vincent Price, superó el peldaño definitivo hacia su estrellato dentro del género de terror.
Los crímenes del museo de cera, remakeada de forma muy libre en La casa de cera (House of Wax, 2005), se trata, a su vez, de un remake de Los crímenes del museo (Mystery of the Wax Museum, 1933).

Los crímenes del museo de cera es una buena película, aunque los fan (áticos) del cine clásico se han encargado de subirla a los cielos, sobretodo en las ultimas dos décadas. Más que una película de terror, lo que nos ofrece, basándose en los cimientos del género, es una historia de amor imposible (la del protagonista, reciclado en villano de la función, hacia una de sus creaciones de cera) que nos lleva a los derroteros del psycho thriller clásico (que no tiene nada que ver con el moderno) y las correspondientes investigaciones policiales. Quizás algo desfasada hoy día en cuanto a su tempo narrativo, más teatral que cinematográfico, o ciertas ideas ingenuas del guión, lo que ha envejecido salvajemente bien es su estética, su dirección artística y varios de sus trucajes visuales. También cabe destacar al citado Vincent Price y su gran interpretación, que soporta gran parte del peso de la función, asi como la curiosidad que supone ver al no menos grande Charles Bronson, casi irreconocible, en el que fue uno de sus primeros papeles.

Lo mejor: Vincent Price, la dirección artística y el maquillaje.

Lo peor: Ideas de guión un tanto ingenuas y desfasadas si la película es vista hoy día por primera vez.

Valoración (0 a 10):
6,5

Trailer

1 comentario:

Hombre Lobo dijo...

Curiosamente, el original del 33 es mucho mejor. Esta lo que tiene de superior es únicamente la presencia de Vincent Price, que le da caché a cualquier película en la que aparezca. Pero en fin, sí es verdad que tiene muchas muestras de esa "ingenuidad" típica de los cincuenta.

Un saludo.