
Por otra parte, este año nos deja un nuevo sabor agridulce. Se han estrenado buenas películas, un puñado de ellas bastante redondas, pero, como viene siendo habitual, la lista para evaluar lo mejor del año se queda corta, y algunas de las que entran, lo hacen simplemente porque no ha habido demasiada competencia. Esto es, que en un año bueno de verdad, algunas de esas películas se hubiesen quedado fuera del ranking más celebrado. Pero el cine, y para nada soy purista, va dando coletazos año tras año, contentándose, salvo, como ya digo, algunas excepciones, con regalarnos propuestas funcionales y a lo máximo entretenidas (de ver y olvidar), que dada la crisis de calidad del sector, se engrandecen. Ahí tenemos películas, tan solo correctas, que se han llevado aplausos por doquier: Iron Man y El increíble Hulk, ambas de la nueva y celebrada línea productora de Marvel, son dos de los casos más pronunciados.
Pero basta ya de rollos y pongámonos en materia con el repaso, en resumen y desde un punto de vista subjetivo (que también quiere decir que servidor no ha visto todavía varias películas que podrían estar entre lo mejor –Hellboy II: El ejercito dorado, 3 días, Soy un Cyborg, Sentencia de muerte- ni otras que, usando el coco, ya supongo que estarán entre lo peor –Santos, La momia: la tumba del emperador Dragón, El príncipe Caspian, Crepúsculo-, aunque probablemente, algunas de ellas las terminare viendo en casa (masoca que es uno). Por ultimo, avisar que en este resumen entran películas (dentro de los géneros de los que se habla en este blog: terror, fantástico, ciencia ficción, acción) estrenadas en España a lo largo del año, ya sea en salas de cine, directas a formato domestico o en televisión, independientemente de su año de producción o su fecha de estreno en otros países.

Pero no solo de Batman & Joker ha vivido 2.008, pues, a poca distancia, podemos encontrar una película prácticamente igual de sublime, y sin embargo mucho más pequeña, sin tanta publicidad y que, desgraciadamente, ha pasado inadvertida para muchos. Hablo de La niebla, la odisea terrorífica-social del gran Frank Darabont, a su vez adaptación de una de las novelas del rey del terror literario (Stephen King, obviamente). Espero que Darabont trabaje más sobre los textos del autor de La torre oscura, pues cada vez que lo hace (Cadena perpetua, La milla verde) lo clava. El director nunca ha ocultado ser fan acérrimo del cine de terror, y ha esperado al momento apropiado para, con un presupuesto bastante humilde, crear una obra maestra del cine de género moderno (aunque con aroma clásico). Una vuelta de tuerca al desastre apocalíptico previa cagada militar, con un Thomas Jane sorprendente (quien me iba a decir que el clon americano de Christopher Lambert seria capaz de conmoverme con una sola mirada), denuncia religiosa brutal, y unos veinte minutos finales que son, sin discusiones, de lo mejor que ha dado el cine de terror y la ciencia ficción en muchos años.Aunque no al nivel de estas dos grandes obras, también hemos tenido películas de gran calidad: Crows Zero, o como Takeshi Miike puede sorprender y entretener sin ser un plasta pretencioso; la esplendida campaña viral de J.J Abrams y su Monstruoso, que dio como resultado una igualmente esplendida película; las aventuras del resucitado (y en plena forma) Stallone con su brutal John Rambo; el nuevo justiciero moderno con rostro y cuerpo de Liam Nesson para la muy interesante Venganza; el Apocalipsis, de nuevo cebado con Gran Bretaña tras 28 días después (28 days later, 2003), en la sorprendente e infravalorada Doomsday. El día del juicio ; la divertidísima Wanted, que si no entramos en comparaciones con el glorioso cómic en el que se basa, incluso podría ser redonda; Las ruinas, o como el cine de terror mainstream, más o menos teen, aun puede ser capaz de sorprender y proponer cosas distintas (y más truculentas de lo esperado); la discutida, aunque innegablemente entretenida y nostálgica Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal; el crudo realismo, aunque no siempre contenido, de los crímenes de Matamoros en Borderland; el divertimento gore con coñas por todos lados de Atrapados; los prodigios visuales de Pixar y su carismático robot Wall-E; el digno entretenimiento teen a lo Karate Kid (ídem, 1985) en la era A todo gas, que es Never Back Down; o el resurgimento de pletórico Van Damme en la hominima JCVD.
LAS CIFRAS

La taquilla, pese a la crisis mundial y los bajones de la industria año tras año, no ha salido tan mal parada como era de esperar a lo largo del 2.008. Hasta la fecha (aunque quedan por terminar su recorrido comercial películas con tanto potencial como Crepúsculo o Quantum of Solace, mientras que El curioso caso de Benjamin Button o Bedtime Stories se lanzan a las salas los últimos días del año) cuatro películas han superado los 600 millones. Si hablamos de una recaudación superior a 300, que ya es considerado (aunque a veces depende del presupuesto de cada propuesta) un éxito a tener en cuenta, la cifra asciende hasta trece.
La vendedora, de lejos, ha sido El caballero oscuro. Aunque la favorita era la nueva entrega de Indiana Jones (segunda en el ranking con 783 millones) la fuerza arrolladora con la que desembocó en todo el mundo el hombre murciélago se quedo sin rivales a mediados de año. Y es que los 996 millones que ha amasado son tan espectaculares como inesperados. De acuerdo, todos sabíamos que seria un gran éxito, y más después de que Batman Begins recaudase 371 millones, que, aunque se trate de una cifra solo correcta (costó 150 millones), tuvo un gran éxito en formato domestico, y las opiniones del publico fueron de lo más favorable. Pero de ahí a recaudar alrededor de un 65% más que su predecesora hay un trecho. Y de situarse a más de 200 millones de Indy, otro.
Por orden descendente, estos han sido los resultados de las películas alrededor del mundo durante este año (y repito, dentro de los géneros de terror, fantástico, ciencia ficción y acción): Hancock (624) Iron Man (581), Quantum of Solace (535, aun en cartelera), Wall-E (507), El príncipe Caspian (419), La momia: la tumba del emperador Dragón (393), Wanted (342), 10.000 B.C (269), El increíble Hulk (262), Crepúsculo (232 aun en cartelera), Jumper (222), Viaje al centro de la Tierra (220), La conspiración del pánico (174), Monstruoso (170), El incidente (163), Las crónicas de Spiderwick (162), Hellboy II. El ejercito dorado (158), En el punto de mira (151), Bolt (134, aun en cartelera), El reino prohibido (128), Ultimátum a la Tierra (128, aun en cartelera), John Rambo (113), Saw V (103, aun en cartelera), Red de mentiras (101, aun en cartelera), La isla de Nim (99), Speed Racer (93), Max Payne (84), Los extraños (77), La carrera de la muerte (73), Asesinato justo (73), Reflejos (72), Babylon (71), Superhero Movie (71), X Files: Creer es la clave (68), Clone Wars (65), The Bank Job (63), Street Kings (63), Transporter 3 (58, aun en cartelera), Una noche para morir (57), The Eye (56), Atrapado en un pirado (50), Retratos del más allá (47), Llamada perdida (44), Protegidos por su enemigo (43, aun en cartelera), Never Back Down (41), Bangkok Dangerous (39), Cuarentena (37, aun en cartelera), 88 minutos (32), Mongol (26, aun en cartelera), Traidor (25, aun en cartelera), Gosht Town (24, aun en cartelera), Cuestión de honor (23, aun en cartelera), Las ruinas (22), Doomsday. El día del juicio (21), Rocknrolla (19, aun en cartelera), A ciegas (17, aun en cartelera), The Haunting of Molly Hartley (14, aun en cartelera), City of Ember (13, aun en cartelera).
El curioso caso de Benjamin Button (39 millones), Bedtime Stories (38 millones) y The Spirit (10 millones), se han estrenado el último fin de semana en Estados Unidos.
No voy a ir con el rollo de “como apesta la navidad”, “la navidad es para los conformistas”, “solo tiene afán capitalista”, tal como lo harían los típicos antisistema y góticos baratos. Me importa un carajo que este día se llame Navidad, o se llame Barrio sésamo, pero las cosas como son. Al igual que la mayoría, y que muchos de esos citados antisistema, me inflo a turrón, compro regalos, recibo con ilusión los míos, y seguro que, en estado embriaguez (real o mental), ponga algún villancico. Y quizá por eso cada navidad, en este nuevo blog o en los anteriores que tuve, me intento esmerar en un artículo dedicado a la misma (aunque sea a mi manera) con el que, de paso, hago mi particular regalo a los habitantes de este rincón de la red. Además, es un buen regalo, pues si no te gusta al abrir el paquete, con cerrar la pagina todos contentos. En caso de que te guste, te deseo feliz navidad.
Podemos aventurarnos junto a unos improbables cazadores de diablos (o del mismísimo Satanás, más concretamente). Tendremos posibilidad de pegar de hostias al palurdo de un programa televisivo a la zaga de Cuarto Milenio para sacarle como hacer un ritual demoniaco. También podemos felicitar la Navidad a un simpático vecino después de aplastarle un rifle en la cara, o podemos dejar hecho una mierda a un seguidor de Nostradamus mientras vamos hasta las cejas de mil sustancias de dudosa calidad. Seremos satánicos, ¡pero de Carabanchel!
Si habéis sido malos, que sepáis que, por mucho dinero que tengáis, no podréis comprar a los fantasmas del presente, pasado y futuro. El único problema que tendréis no será que Papa Noel no os traiga regalos, sino que estos espectros llegaran a tu casa para enseñarte que estas siendo un maldito idiota en tu existencia sobre la Tierra. Nuestros ojos parecerán las cataratas del Niágara cuando nos veamos de pequeños frente a un televisor o cuando nuestro regalo de las navidades pasadas sea un trozo de chuleta. Sufriremos nuestra propia incineración siendo viejos y solitarios. Pero finalmente, más de uno comprenderá que, de vez en cuando, es loable ser bueno.
Cuidado si os alojáis para pasar la noche en un caserón junto a tus amigas. Puede que Papa Noel no sea el bonachón simpático que siempre imaginaste. Puede que ese gordo de traje rojiblanco sea un psicópata dispuesto a saciar su sed de venganza. Entre sus aficiones esta la de comerse a familiares más locos que él para desayunar, y perseguir jovencitas de buen ver escaleras arriba con un cuchillo del tamaño del pene de Rocco Sifredi. Terrible Navidad, ¿verdad?
Creáis o no en los monstruitos tener cuidado, pues se dice q en un vendedor de objetos estrambóticos ha comprado en una tienda de rarezas orientales una especie de peluche encantador que, si se moja o es alimentado después de medianoche, es capaz de crear de si mismo variedad de seres verdes horripilantes, y que para nada son tan amigos del humano como el primero. Si te encuentras cerca de una piscina o de un cine donde proyecten Blancanieves y los siete enanitos, empieza a correr.
Felices fiestas y nos vemos en el extenso repaso de lo que ha dado este 2.008 en el cine de terror, el fantástico, la ciencia ficción y la acción. Y recordar, hay que ser buenos…o no. 






La trama de Blood Feast es de lo más ingenua y esquemática, así comos sus diálogos y personajes. Pero es la excusa perfecta para llevar a cabo lo que Lewis pretende: hacer que los espectadores (de la época) se tapen los ojos con unas torturas, amputaciones y demás lindezas que hasta ese momento no se habían visto en la gran pantalla. Incluso hoy en día, una película como Blood Feast es bastante más gore que la mayoría de las producciones truculentas que llegan a las salas, aunque lo desfasado de sus trucajes la hace perder impacto. No obstante, en su día causó un gran revuelo, e inicio una andadura que varios que muchos siguieron posteriormente. El gore había nacido. En a penas sesenta minutos, Lewis se las arregla para dejar varios momentos en la memoria del aficionado: el primer crimen en la bañera, la lengua arrancada de cuajo, o el final, menos explicito de lo esperado, en el camión de basura, hacen de Blood Feast una película que, con sus limitaciones, ha de estar en la estantería de todo fan del subgénero.


Jason Statham es una de esas estrellas del cine de acción de moderado presupuesto que, como The Rock, o en la pasada década Van Damme y Steven Seagal, protagoniza películas como churros, pero sin conseguir grandes éxitos comerciales. Precisamente, la saga iniciada por Transporter (ídem, 2003) y continuada con Transporter 2 (ídem, 2005) y la tercera entrega que nos ocupa, es la que le ha reportado, dentro de sus limites, sus mayores triunfos comerciales. En sus cinco primeros días, Transporter 3 ha conseguido en Estados Unidos unos correctos 18 millones de dólares, que son dos más de los que recaudó la segunda entrega en sus primeros tres. Se podría pensar que tal cantidad no da para mucho, pero al tratarse de una producción más bien modesta (40 millones) no lo tendrá difícil para dar beneficios con la recaudación mundial. Además, si por algo Statham, como los anteriormente citados, sigue haciendo película tras película, es porque sus propuestas venden en dvd cantidades lo bastante atractivas, al igual que funciona sin problemas en el video club o los pases televisivos.