martes, 2 de septiembre de 2008

Underworld: Evolution (2006)


“En su lucha, la guerrera vampira Selene debe afrontar un nuevo enemigo, pues el que creía el primer inmortal verdadero no es Marcus, el rey de los vampiros, sino Alexander, padre de éste. Alexander planea liberal a su hermano William, un licántropo, para juntos dominar el mundo”.

Esto es otra cosa. Cuando hace ya cinco años se estrenó Underworld y entré en el cine con unas expectativas moderadamente altas para ver una espectacular lucha entre vampiros y hombres lobo, no me imaginaba que esa película me iba ocasionar pasar dos de las horas más aburridas que recuerdo en una sala de cine. Esa fue razón suficiente para que, tres años después, no se me pasase por la cabeza pagar de nuevo la entrada por ver Underworld: Evolution. Y no ha sido hasta ahora, en casita y debido a un repentino venazo, que me dio por ver dicha secuela, la cual estaba cogiendo polvo en la colección de descargas. Sin fiarme un pelo di al play y me reservé los prejuicios para comprobar si esta vez la cosa había cambiado y sus responsables se habían puesto las pilas para ofrecer lo que ya debía tener la primera: más acción (y mejor realizada), más enfrentamientos entre los dos mitos del cine de terror, y por supuesto, más ritmo y menos tedio. Para mi sorpresa, Underworld: Evolution es todo eso. El argumento vuelve a importar un carajo, algo que suponía, pero consigues olvidar ese detalle con un ritmo incesante, efectos visuales mucho más trabajados, y cinco o seis escenas de acción bastante dignas.

Al igual que en la primera, Len Wiseman se pone tras las cámaras, poco antes de saltar definitivamente al estrellato de los nuevos directores americanos con la entretenida cuarta entrega de Jungla de cristal. También tenemos a la guapísima Kate Beckinsale como vampira guerrera. No es buena actriz, pero su rostro en primer plano vale más en una película así que muchas grandes interpretaciones. Tampoco hace gran cosa artísticamente su compi de aventuras, el hibrido entre vampiro y hombre lobo Scott Speedman, y aquí ya no entro a debatir si su rostro en primer plano ofrece algún otro aliciente. También sigue Wiseman con la fotografía azulada que utilizó en la anterior entrega, y que en parte también añadió como prueba de autoría en La jungla 4.0. Lo demás, como dije antes, se completa con mucha acción (no me fije en el reloj, pero me da que a penas pasaban diez minutos entre una set piece y otra), efectos visuales notables (las transformaciones de los licántropos siguen resintiéndose de desasido CIG, pero a cambio, cuando estos ya están transformados, el diseño es muy potente) y cine de evasión que no engaña a nadie.

Lo mejor: Las escenas de acción, en su mayoría bien realizadas, algunos efectos visuales, y la presencia física de Kate Beckinsale.

Lo peor: Que el argumento no importa, por lo que, aunque sean pocos momentos, todo lo que no tiene que ver con el espectáculo resulta entupido y totalmente vacío.

Valoración (0 a 10): 7

Trailer

2 comentarios:

Sir Laguna dijo...

Pues a mi me gusto muchisimo, lo que si me molesto es la cantidad de incongruencias argumentales respecto a la primera parte, que tambien me gusto muchisimo.

John Trent dijo...

Yo si había fallos argumentales respecto a la anterior ni me entere, porque no me acordaba casi de ni un solo plano de la primera. En serio, me pareció un horror. Pero como he dicho, esta la supera con creces.