Machete, ex policía federal de México, se ve obligado a aceptar la oferta de trabajo de un misterioso medico, cuyos planes son asesinar al despiadado y racista gobernador McLaughlin. Preparado para disparar, Machete descubre que ha sido engañado y ha caído en una trampa, pero consigue escapar. En su regreso, se unirá a una vendedora de tacos, en realidad súper heroína de la revolución, una joven agente de la CIA y a su propio hermano, un cura que no tiene objeción en apretar el gatillo, para alentar al pueblo y combatir a los enemigos que pronto están por llegar.
Me gusta lo que hace Robert Rodríguez. Al menos, la mayoría de lo que hace. Siempre he pensado, leyendo sus entrevistas o escuchando las charlas en los extras de sus películas, que es uno de esos tipos con los que cualquier aficionado a esto del cine de fantástico y de acción lo pasaríamos en grande tomando unas cervezas. Digamos que su cine, sin ser, salvo excepciones, sobresaliente ni notable, encierra esa magia de lo que está hecho de y para cinéfagos, pero sin llegar a usarlo para buscar únicamente la complicidad y evadir la falta de talento. El tío sabe lo que se hace, se lo guisa todo (dirige, produce, escribe, monta, crea efectos especiales) sin pasarse de los días de rodaje previstos ni del presupuesto asignado, por pequeño que sea.
Ahora bien, su dedicación y profesionalidad unidos a su gran baza, el citado elemento cómplice con los aficionados, el ser “uno más de nosotros”, no siempre termina en pantalla como, probablemente, él lo concibe en su mente. Si bien Desperado (1995), Abierto hasta el amanecer (1996), Sin City (2005) y Planet Terror (2005) muestran lo mejor de Rodríguez, casualmente (o no) casi siempre ha sido en colaboración, mayor o menor, con su amigo Quentin Tarantino u otros, y cuando se ha quedado solo ante el peligro – The Faculty (1998) o Spy Kids (2001) y sus secuelas- han salido sus debilidades. Es ahora con Machete, con cierto mecenazgo de Tarantino, pero ésta vez más ausente del proyecto, donde vuelven a vislumbrarse esas dificultades para brillar como tal vez él desea. Porque Machete, con sus cosas buenas, que las tiene, no deja de ser una propuesta fallida.
Machete surgió de un fake trailer que el mismo Rodríguez dirigió para Grindhouse (2007). En aquel curioso, y en ocasiones brillante, díptico formado por la citada Planet Terror y Death Proof, dirigida por Tarantino, se pudo ver, entre otros, el prometedor y por entonces falso avance de lo que sería una historia de venganza, violencia, chicas guapas y tiros a bocajarro protagonizado por el ya actor de culto Danny Trejo, uno de los interpretes fetiche de Rodríguez. La idea, según el director, gustó tanto al público que le paraban por la calle para preguntarle cuando haría esa película. Dada la expectación, decidió juntarse con algunos de los actores que aparecían en el fake trailer (Chech Marin y Jeff Fahey, además de Trejo) y unirles a un reparto peculiar y espectacular a partes igual (Steven Seagal, Jessica Alba, Michelle Rodríguez, Robert De Niro, Don Johnson, Tom Savini, Lindsay Lohan) y ponerse manos a la obra con la puesta en largo de esos escuetos dos minutos.
Tras mucho prometer, después de crearnos grandes expectativas sobre lo que se prometía un autentico festival cinéfago tan divertido como cafre y desfasado, la cosa se ha quedado a medias. Podría pensarse que lo que funciona en dos minutos no tiene porque hacerlo en hora y media; pero el proyecto tenía potencial y, parecía, estaba en las manos adecuadas. ¿Qué ha pasado entonces con Machete? En mi opinión, se han relajado demasiado.
Los primeros diez minutos son brutales. La puesta en escena y el montaje nos llevan de nuevo a ese Grindhouse del que surgió, en forma y esencia, el proyecto. La violencia es explicita y exagerada a la par que sanamente divertida, y los personajes se sienten carismáticos (atención a la aparición de Steven Seagal balbuceando mexicano). Los títulos crédito que le siguen a dicho arranque son magníficos.Todo nos prepara para una posible cult movie de sesión de madrugada pelibirrera. Justo aquí el frenesí se detiene. Los rostros conocidos y las tías buenas entran y salen de la pantalla, sueltan sus diálogos carentes de interés y nos mantienen a la espera de nuevas fechorías sanguinolentas de nuestro amigo Machete. El ritmo va decayendo, pues Rodríguez (aquí en cooperación con Ethan Manquis) no sabe sacar el amplio jugo de ese reparto. Vale, hay actrices guapas, estrellas del pasado para deleite (inicial) de la platea y frases lapidarias; pero, sin ir más lejos… ¡lo que hubiera hecho con este material Tarantino! Y dejamos de lado que Trejo en sus roles secundarios siempre está muy bien, pero aquí le queda grande el peso protagonista. Creo que, aunque en menor medida, me pasó algo similar al terminar de ver Los mercenarios (The Expendables, 2010).
Todo es cool, creado para el verdadero aficionado, con estrellas de antes y ahora, frases chungas…pero falta algo. Más brillo en el conjunto, ganas por hacer que sea una experiencia más allá de un producto entretenido del montón. A diferencia de la macho movie de Stallone, en Machete las escenas de acción si están bien dirigidas y montadas (aunque la lucha katana-machete de Seagal y Trejo se queda un tanto ortopedica), pudiéndose disfrutar sin necesidad de tomarte después una aspirina. Sin embargo, faltan más de esas escenas (demasiado dosificadas en el desarrollo y que solo estallan en el clímax final) y ese sentimiento verdaderamente grindhouse que tenía el fake trailer. Luego podríamos entrar en que el guión es más profundo de lo que parece (la acida crítica a la política republicana y su radical modo de frenar la inmigración en la frontera), y de sí Machete es una película racista con los americanos (lo cual es una sandez, pues solo se detiene en un perfil concreto de americano) o si es machista (que lo es, aunque de ese modo moderno consentido por las propias mujeres).
3 comentarios:
Creo que es la primera peli que parte de un falso trailer o me equivoco??
A ver si la puedo ver pronto, ahora que ya que acabado con el Festival de Sitges.
Saludos ;)
Antoine, con todas las miles de películas que se han hecho desde que empezó esto del cine, no puedo asegurarte nada. Que yo conozca, si.
Pliskeen, en el cine ya estará en salitas de esas como el salón de mi casa, pero vamos, por la red circula un Dvd en V.O.S bastante bueno. Ahora, si estás en contra de eso…jaja. Yo soy partidario siempre de ir al cine, ojo, pero pagar 8 euros por ver la película en una pantalla poco más que mi TV, los asientos pegajosos (de palomitas, espero) y chavales haciendo ruido…
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