viernes, 17 de septiembre de 2010

Macabre (Darah, 2009)


Un grupo de amigos se apiadan de una joven autoestopista que dice haber sido robada. La llevan a su casa y, en señal de agradecimiento, les invita a entrar para conocer a su familia y cenar con ellos. Durante la cena son drogados y secuestrados, a la espera de servir para unos fines poco pacíficos.

Anoche me dí una de esas sesiones que seguro le gustan mucho a nuestro ministerio de cultura. Bromas a parte, lo cierto es que encadenar una pareja tan cruenta formada por la que nos ocupa, Macabre, y una barbaridad de la que hablaré dentro de unos días, Grotesque (Grotesku, 2009) es como una inyección de insensibilización para esto de la violencia en el cine. El terror extremo oriental, en este caso de Tailandia, ha demostrado varias veces que cuando se desata no hay quien les gane. No obstante, no se puede hablar de Macabre sin nombrar sus dos obvias influencias que está constantemente batiendo en una coctelera: La mataza de Texas (The Texas Chainsaw Massacre, 1974) y el nuevo cine de terror francés denominado Novelle horreur vague. Y de éstas últimas, A´l intérieur (2007) y Frontiere (s) (2007) de cabecera. A grandes rasgos, no es más que eso: una mezcolanza de influencias extranjeras hechas propias a partir de una vibrante dirección de los Mo Brothers, que se inician en esto de reventar cabezas. Lo bueno es que dicha mezcolanza es bastante entretenida, potente y está construida con tanta seguridad que finalmente no tiene tanto que envidiar a sus modelos. Pese que a los directores (también guionistas) les da meter en escena, por la mitad del relato, a una patrulla de policías idiotas a modo de remedo cómico... que no hace gracia. O salvo que las connotaciones sobrenaturales están un poco metidas con calzador y se podría pasar sin ellas.


Pero si uno ve Macabre con los ojos de un aficionado del gore y las emociones fuertes, sin hacerse demasiadas preguntas e intentar disfrutar predispuesto, la experiencia es grata. Muy grata. Tanto que los últimos treinta minutos hablan por sí mismos: una carnicería non-stop e in crescendo donde no faltan disparos a bocajarro, cortes de cuchillo, gritos histéricos, decapitaciones y desmembramientos varios. Rodados con un magnifico tempo de la acción que, en la hora anterior, sufría de ciertos altibajos. De todos modos, a diferencia por ejemplo de Grotesque, el salvajismo de Macabre es perfectamente asumible y disfrutable como divertimento. Es, al fin y al cabo, puro desvarío festivalero. Lo que no quita para sea un producto igualmente extremo. Las interpretaciones no son nada del otro jueves, aunque cabe destacar a la villana, con el pérfido y a la vez bonito rostro Shareefa Daanish, emulando, a su modo, a la sensacional Béatrice Dalle de la citada A´l intérieur. Por cierto, la película está basada en un corto igualmente poco sutil que dirigieron los MO en 2007. En lo que a mí respecta, espero impaciente su próximo proyecto.



1 comentario:

MIssterror dijo...

Pues también estoy de acuerdo con tu exposición cor respecto a "Macabre",aunque difiero en una cosa,el ,para mí, forzadísimo papel de Sareefa Dannish está a años luz de la excelente Beatrice Dalle

saludos