sábado, 26 de septiembre de 2009

Desembarco español en las salas


Se avecina un mes de octubre cargadito de algunas novedades esperadísimas, y también de otras que no pintan mal. Pero lo realmente curioso es que se han puesto de acuerdo para estrenar, durante este mes, las nuevas películas de terror de prometedores directores españoles, ya sean producidas en nuestro país o fuera de él. De este modo, podremos ver la ansiada Rec 2 (foto), secuela del gran éxito a todos los niveles que supuso Rec (2007), con unos cuantos millones más de presupuesto, y dicen, mucha acción, más gore, más personajes con destino incierto y unas cuantas sorpresas argumentales que se han guardado, y muy bien, bajo llave hasta el estreno. Las primeras impresiones están siendo positivas, y ya se habla de una franquicia que continuará aunque sus principales responsables, Jaume Balegueró y Paco Plaza, se bajen del tren después de ésta; Desde Estados Unidos nos llega lo nuevo de Jaume Collet-Serra, afincado allá desde hace unos cuantos años, y que se estrenó en el largo con otra de terror, La casa de cera (House of Wax, 2005), un slasher más disfrutable de lo que aparenta. Su nueva película es La huerfana (Orphan), thriller con elementos de terror psicológico que ha hecho una decente taquilla de 41 millones de dólares. Además, las críticas han sido más benevolentes de lo habitual en este tipo de producciones.

En un ámbito más minoritario llega Infectados (Carriers), cinta de terror apocalíptico dirigida por los hermanos Pastor, Alex y David. Pese a contar con nombres conocidos en su reparto, como el ascendente Chris Pine o Piper Perabo, ha pasado desapercibida en su estreno americano.
Apartándonos del género de terror, otro español que vuelve a las andadas es Alejandro Amenabar. Esta vez deja a un lado sus historias con elementos de género para adentrarse con Ágora (foto) en un fresco histórico que se promete lleno de épica y reflexiones filosóficas. Su presupuesto es de cerca de 60 millones de dólares, que no es nada comparado con los 175 millones de Alejandro Magno (Alexander, 2005) o los 200 millones de Troya (2001), pero es bastante más de lo que hace unos años pensábamos que podría manejar un cineasta español.

1 comentario:

ethan dijo...

La verdad es que esperamos la de Amenabar con ansia, por cierto es curioso como su "Mar Adentro" va perdiendo con los años...
Saludos!