miércoles, 27 de mayo de 2009

Zombi: La creazione (2007)


Una mujer sale con vida de una explosión en un buque de salvamento. Dicha superviviente cuenta que se encontraba en una isla que no aparece en los mapas, en la cual fueron atacados por zombis. El único que cree tan extrana historia es el dueño de una empresa farmacéutica, que la convence para que viaje de nuevo a la isla, junto a un grupo de soldados.

El bueno de Bruno Mattei nunca se cansa. A sus ochenta tacos, el tío sigue haciendo subproductos exploit con zombis y mucha hemoglobina. La verdad es que Mattei no tiene nada que hacer si lo comparamos con otros directores italianos del terror sanguinolento de su época, como Lucio Fulci, Dario Argento (que nunca ha sido santo de mi devoción, pero le reconozco algo de talento) o incluso Lamberto Bava, que tiene mucha mierda en su haber, pero que coño, ha dirigido Demons (Demoni, 1985). Pero Mattei, dentro de sus muchas aburridas y mediocres caspas, tiene alguna cosa destacable, como Apocalipsis caníbal (de 1980, y conocida con otros muchos títulos, entre ellos Virus o Apocalypse domani). Siempre ha hecho basurilla, vale, pero lo de esta última película roza el esperpento y el morro más extremo. También conocida como Zombies: The Beginning (si la queréis buscar por Internet es más fácil de este modo), la cosa en cuestión lo que ofrece es un calco, casi plano por plano, de Aliens, el regreso (Aliens, 1986), incluso utilizando exactamente los mismos diálogos de varios momentos de aquella obra maestra.

Todo muy trash, pero sin gracia, pues parece una película amateur hecha por algún chaval acompañado de amiguetes. Y Mattei ya no es un chaval, no. Lo único que se puede destacar de esta broma pesada son algunos trucajes gore efectivos. Los hay cutres pero que dan mal rollo (el enano haciendo de niño, criatura extraña o algo), malsanos por mugrientos y decadentes (el clímax final) o extrañamente currados (el parto del zombi –una de las muchas copias de la citada Aliens, el regreso-). Algunos alicientes que no son suficientes para salvarnos de la tocada de cojones de hora y media que supone el engendro. Dudo que Mattei haya pagado algún tipo de derecho a James Cameron, por lo que, como se de cuenta (cosa que también dudo, pues no todos están tan locos como yo para buscar y ver tales porquerías), la broma le puede salir cara.

Lo mejor: Algún efecto gore curioso.

Lo peor: Todo lo demás.

Valoración (0 a 10): 1

Trailer

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