Star Trek es uno de los casos más curiosos e interesantes de analizar del mundo televisivo. Nunca una serie emitida con más pena que gloria a nivel de audiencias había conseguido un masivo culto y éxito posterior como el de ésta producción. El universo de Star Trek fue creado por Gene Roddenberry, un tipo que venia de luchar en la Segunda Guerra Mundial y había trabajado como policía. De su mente surgió una historia en la cual el mundo aún conservaba la esperanza de paz, el optimismo, al contrario de lo que sucedía en el que nos toca vivir. Los tripulantes del Enterprise, una sofisticada nave espacial, se dedicaban a viajar por el espacio encontrando nuevos planetas y viviendo aventuras y enredos personales. Aunque la serie no triunfó en números de share, la cantidad de fanáticos fue tan grande que, pese a la cancelación, la historia de Star Trek no había hecho más que comenzar. No solo se emitieron siete series más a lo largo de la historia (incluida una de animación), sino que se convirtió en una exitosa franquicia cinematográfica. Y de esto hace más de cuarenta años.
Abrams se encuentra más cómodo emulando a George Lucas y a Steven Spielberg que siguiendo el camino iniciado por Roddenberry. Por ello, no hay tanta (supuesta) profundidad. Encontramos una película de aventuras bien realizada, a ratos espectacular, a ratos épica. Los efectos especiales son excelentes, así como la banda sonora, y hay varias set pieces que dejan en ridículo lo visto anteriormente en la franquicia. Sin embargo, Star Trek no es tan buena como muchos la pintan. El entusiasmo que ha despertado, tanto en crítica como en público, es desmesurado. Otro de esos casos de mucho ruido y algunas nueces, que se dan debido a la poco afortunada media de calidad del blockbuster actual. La realidad es que, después de un vertiginoso comienzo, y previo a un clímax final de altura, contémplanos un nudo menos interesante de lo pretendido. Hay situaciones un tanto forzadas (más agujeros negros en el guión que en el espacio exterior) y algún que otro personaje alienígena que pretende hacer competencia, en ñoño, al terrible Jar Jar Binks.
Lo mejor: Los primeros cuarenta y cinco minutos son magníficos. Algunos actores defienden bastante bien su mítico personaje, como Zachary Quinto en el rol de Spock, pero sobretodo Eric Bana como el maléfico romulano Nero. Abrams dirige con soltura y sentido del espectaculo las escenas de acción, y la banda sonora, sin ser fiel al original, cumple en todo momento.
Lo peor: Aquello de mucho ruido y solo varias nueces. Parecía un acontecimiento, ya fueras trekkie o iniciado, pero es tan fácil de ver como de olvidar.
Valoración (0 a 10): 6,5
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