viernes, 27 de junio de 2008

Malefíque (2002)

“En una siniestra prision en la que encuentran alojados cuatro presos de la más diversa índole, aparece un libro con inquietantes escritos. El libro parece ser el legado de otro preso que cumplió condena en esa misma prision, y que mediante sus textos consiguió escapar sin ningun tipo de plan. Pronto, los cuatro presos comprenderán que leer lo que en él está escrito les conducirá a una libertad muy diferente de la que pensaban”.

El director Eric Valette se dio a conocer en los circuitos del terror mainstream con el fracasado (e innecesario) remake de la película japonesa Llamada perdida, que en su día fue dirigida por el inclasificable Takeshi Miike. Pero unos años antes de ser fichado por Hollywood, éste cineasta francés estuvo tras las cámaras de Malefíque, el mojón que hoy nos ocupa, que sin embargo ha sido tomada como objeto de culto por algunos aficionados. La cosa no hay por donde cogerla, pero su premisa y algunos detalles de la trama dejan con la sensación que de este tinglado podría haber salido un estimulante ejercicio de horror claustrofóbico. Obviamente, no ha sido así. De influencias (y aspiraciones) Lovecraftianas, lo que en realidad propone Malfíque es un aburrido pseudo horror porn, sin la suficiente sangre y acción como para ser entretenida, ni la suficiente calidad artística para resultar interesante.

Tras un comienzo prometedor, con una ambientación malsana y gore explicito, asistimos después a una larga hora y media de diálogos tediosos, con un guión absurdo que no impregna ritmo en ningun momento o una dirección vacía con pretensiones autorales. Pese a todo, durante el nudo de la historia podemos encontrar algunos momentos destacables (una de las muertes, espectacularmente retorcida) o el clímax, en el que, dentro de un surrealismo prácticamente onírico, los personajes se encuentran con situaciones harto curiosas. Digamos que el giro final, dentro de lo ridículo que pueda parecer, tiene su gracia.

Lo mejor: Momentos aislados, como alguna que otra muerte de lo más sádica o los curiosos últimos minutos.

Lo peor:
La historia es aburrida, y está contada sin sentido alguno del ritmo.

Valoración (0 a 10):
2

Trailer

1 comentario:

Pliskeen (David Ribet) dijo...

La historia prometía bastante pero desde los personajes, los hechos que oucrren hasta el final son absurdos.

Una película tonta donde las haya.

Saludos ;)