martes, 29 de septiembre de 2009

Primeras reacciones poco entusiastas con Avatar


Se ha puesto la cosa un poco tibia por Internet. Las expectativas eran, y son, desmesuradas, y esto siempre es algo que puede jugar en contra. Avatar era, y sigue siendo, una de las películas más esperadas de este 2009. Lo que ocurre es que, a raíz del primer y ansiado trailer, las opiniones han sido menos entusiastas de lo previsto. La culpa de ello la tiene el pasado de su director, el (casi) siempre genial James Cameron (foto). Avatar significa el regreso de Cameron no solo al cine (producciones IMAX a parte) tras doce años, sino también al género con el que ha conseguido la mayoría de sus adeptos, la ciencia ficción. Con obras maestras como Aliens, el regreso (Aliens, 1986) o Terminator 2, el juicio final (Terminator 2: Judment Day, 1991) uno espera otra cosa a lo visto en el trailer. Aunque no creo que haga falta recordar que su última película, y mayor éxito, fue Titanic (1997). Por ello, entendamos ésta nueva película como una mezcla de sus intereses de siempre (llegar al máximo en la tecnología, hacer cine-espectáculo a lo grande) pero alienados por lo que pide hoy en día el público en masa. Me explico. Avatar cuesta (y aún no hay presupuesto cerrado) la friolera de 300 millones de dólares, a los que habrá que sumar la gigantesca publicidad. Si echamos una vista atrás, no hay a penas películas de tales características que, con una calificación R, hayan sido mega éxitos rotundos. Y aquí lo que importa, está claro, es que sea rentable. Por tanto, era de esperar que lo que nos ofreciese Avatar se distanciase de la ciencia ficción adulta y compleja, o al menos de la violencia y la oscuridad presente en sus anteriores trabajos en el género.

Todo esto viene a cuento, más que nada, por las reacciones surgidas en un pase de prensa reciente. En él, se mostraron dieciséis minutos de película (en 3d, obviamente) a unas cuantas decenas de afortunados. Las reacciones fueron algo frías. Nadie duda de que estamos ante un espectáculo bien realizado, y que en tres dimensiones tendrá momentos para recordar. Ahora bien, lo que también fue casi unánime es que Cameron parece querer emular al George Lucas reciente. Muchos colores chillones, acción y aventura familiar, diseño de alienígenas infantil y cosas similares. No obstante, hay que seguir pensado que tan solo son unos minutos, y obviamente, que solo son un puñado de opiniones que no tienen la verdad universal. Pero si que tengo la sensación de que para disfrutar plenamente de Avatar, al menos los que somos seguidores de su director, vamos a tener que bajar un poco las exigencias y pensar en un divertimento sólido, bien realizado, y visualmente muy espectacular, y no en una obra de ciencia ficción que intercale profundidad con entretenimiento a partes iguales.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Desembarco español en las salas


Se avecina un mes de octubre cargadito de algunas novedades esperadísimas, y también de otras que no pintan mal. Pero lo realmente curioso es que se han puesto de acuerdo para estrenar, durante este mes, las nuevas películas de terror de prometedores directores españoles, ya sean producidas en nuestro país o fuera de él. De este modo, podremos ver la ansiada Rec 2 (foto), secuela del gran éxito a todos los niveles que supuso Rec (2007), con unos cuantos millones más de presupuesto, y dicen, mucha acción, más gore, más personajes con destino incierto y unas cuantas sorpresas argumentales que se han guardado, y muy bien, bajo llave hasta el estreno. Las primeras impresiones están siendo positivas, y ya se habla de una franquicia que continuará aunque sus principales responsables, Jaume Balegueró y Paco Plaza, se bajen del tren después de ésta; Desde Estados Unidos nos llega lo nuevo de Jaume Collet-Serra, afincado allá desde hace unos cuantos años, y que se estrenó en el largo con otra de terror, La casa de cera (House of Wax, 2005), un slasher más disfrutable de lo que aparenta. Su nueva película es La huerfana (Orphan), thriller con elementos de terror psicológico que ha hecho una decente taquilla de 41 millones de dólares. Además, las críticas han sido más benevolentes de lo habitual en este tipo de producciones.

En un ámbito más minoritario llega Infectados (Carriers), cinta de terror apocalíptico dirigida por los hermanos Pastor, Alex y David. Pese a contar con nombres conocidos en su reparto, como el ascendente Chris Pine o Piper Perabo, ha pasado desapercibida en su estreno americano.
Apartándonos del género de terror, otro español que vuelve a las andadas es Alejandro Amenabar. Esta vez deja a un lado sus historias con elementos de género para adentrarse con Ágora (foto) en un fresco histórico que se promete lleno de épica y reflexiones filosóficas. Su presupuesto es de cerca de 60 millones de dólares, que no es nada comparado con los 175 millones de Alejandro Magno (Alexander, 2005) o los 200 millones de Troya (2001), pero es bastante más de lo que hace unos años pensábamos que podría manejar un cineasta español.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El motorista fantasma tendrá secuela, o reboot, o algo...

Efectivamente. Aunque no es un notición en exclusiva, pues ya se sabe hace tiempo, pero El motorista fantasma (Ghost Rider, 2007) tendrá secuela. Los motivos no son muy claros. La película fue un mojón de nauseabundo hedor, y en taquilla tampoco ingresó lo esperado en todo el mundo. Supongo que las posteriores ventas en video fueron lo suficientemente suculentas. El caso es que el proyecto ya es una realidad, pero aquí vienen las diferencias en la gestación. Nicolas Cage repetirá como (poco adecuado) protagonista, aunque él mismo ha dicho que está más interesado en empezar más o menos desde cero que en una secuela. Un reboot, vaya. Visto así, la idea no sorprende, pues en Hollywood es lo que está de moda. Pero es que ¡estamos hablando de una película estrenada hace dos años y pico! y que, para colmo, ¡contará con el mismo actor de protagonista! Queda claro que Cage se dio cuenta de la basura en la que se metió y ahora quiere intentar quitarse el mal olor. Sea secuela, reboot o remake “mejorado”, lo que parece seguro es el cambio de director. Cuidado, no os hagáis ilusiones. Mark Steven Johnson –que también dirigió Daredevil (2003)- dicen será sustituido por…David S. Goyer. Y éste es un tipo capaz de escribir el guión de El caballero oscuro (The Dark Knight, 2008), pero también de dirigir cosas como La semilla del mal (The Unborn, 2009) o de destrozar una franquicia con Blade: Trinity (2004).

miércoles, 23 de septiembre de 2009

The Spirit (2008)


Denny Colt era un ejemplar policía. Tras ser asesinado, vuelve de la muerte convertido en The Spirit. Ahora, la ciudad le pertenece desde las sombras, y el crimen tiene un peligroso enemigo. El regreso de su amor de la adolescencia, Sand Saref, le introducirá en una investigación para descubrir si en realidad es una asesina. Al mismo tiempo, Spirit tiene que combatir a Pulpo, un psicópata con oscuros propósitos.

Cuando Frank Miller se unió a Robert Rodriguez para dirigir la interesante Sin City (2006) no fueron pocos los que aplaudieron a rabiar su trabajo, y le encumbraron, de pronto, como un prometedor director de cine. Tal apoyo, y el éxito de la película, supusieron el empujón definitivo para que Miller, genio de los cómics, diera por fin el salto, en solitario, a la gran pantalla. Para tal cometido, decidió adaptar la obra maestra en viñetas de su reconocida fuente de influencias, Will Eisner. Se trata de The Spirit, una serie creada en 1940, que fue publicada en algunos periódicos de Estados Unidos. Para su traspaso al celuloide, Miller capta cierta esencia de la obra, para alejarse después en tratamiento de los personajes y añadir una estética neo noir calcada a la de la citada Sin City. El resultado, pese a no ser tan malo como muchos apuntaron en su (fracasado) estreno, se resiente de varios males, que evidencian la gran capacidad de su autor para el mundo de novela grafica, aunque no precisamente para un gran proyecto cinematográfico. El cine y el cómic, aunque complementarios, son diferentes. The Spirit, la película, es muestra de ello.

Lo peor no es que su protagonista, Gabriel Martch, tenga menos carisma que un saco de patatas. Tampoco que el trabajo de las espectaculares féminas (Paz Vega y Eva Mendes a la cabeza) se encuentre desaprovechado. El principal problema es el guión. No encontramos ningún clímax, ninguna escena especialmente reseñable. Es un encadenado de situaciones, varias de ellas alargadas hasta la saciedad, que parecen decirnos que con ser bonitas visualmente nos tiene que valer. De ahí que no haya ritmo en la narración, que el final sea igual de emocionante que cualquier escena del nudo. Salvo extraviados momentos de lucidez (el flashback que recuerda la juventud y primer amor del protagonista), todo se ingiere visualmente, sin atisbo de alma. Incluso las apariciones estelares de un Samuel L Jackson disfrutando en su papel de villano no llegan a ser del todo disfrutables. Lo que nos queda, por tanto, es lo mínimo esperable: una elegante saturación de imágenes visualmente notables. Un ejercicio, valido para algunos, decepcionante para otros, de saber hacer técnico, superficial, pero carente de sustancia. Solo envoltorio, vaya.

Lo mejor: Lo esperable. Todo lo relacionado con el apartado visual, incluso la banda sonora tiene sus buenos momentos. Y claro, al menos para el espectador masculino, el plantel de mujeres que asalta la mayoría de los fotogramas.

Lo peor: Un guión mediocre y la falta de carisma de gran parte del reparto. Es un juguete bien muy bonito, aunque poco practico.

Valoración (0 a 10): 5

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Nuevo proyecto para Paco Plaza

Paco Plaza es uno de los valores en alza del cine español. Mejor dicho, uno de los pocos. A punto de estrenar la esperadísima Rec 2, de nuevo co-dirigida junto al no menos prometedor Jaume Balagueró, se confirma que su siguiente proyecto tras las camaras será dentro del género de terror. Se trata de la puesta en largo de Maldito viernes, un magnifico falso trailer (lo podéis ver abajo) que se curró para el interesante festival Teaserland. La cosa va de vampiros, y Plaza comenta que pretende dar un soplo de aire fresco al subgénero, tal como recientemente lo hizo esa obra maestra titulada Déjame entrar (Lat den ratte komma in, 2008).
Por otro lado, Plaza comentó que, aunque ni él ni Balagueró tengan ganas de más Rec, Filmax tiene el poder para hacer lo que le salga de las pelotas con la franquicia. Esto quiere decir que si la secuela tiene el éxito esperado no tardaremos en ver una tercera, aunque dirigida por otro u otros.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Punisher: War Zone (2008)


Frank Castle, más conocido como Castigador, continua su particular lucha contra el crimen tras ver como asesinaban a su familia. Esta vez su mira está puesta en el mafioso Billy Russoti, el cual, tras perder una pelea contra Castle queda desfigurado, pasándose a llamar Jigsaw. La intención de Russoti para hacerse con la ciudad, y de paso acabar con su verdugo, es componer un ejército con las bandas que ejercen su poder en cada territorio.

El castigador es, al menos bajo mi punto de vista, uno de los más interesantes superhéroes (o antihéroes) salidos de las viñetas. Pese a ello, su traspaso al celuloide nunca ha sido redondo. Punisher (1988), que en Estados Unidos no conoció estreno en cines, se trató de una serie B correcta, aunque poco trascendental, con un Dolph Lundgren acertado como justiciero. La primera aportación con mayores pretensiones fue El castigador (The Punisher, 2004), que decepcionó bastante. La mejor factura, y los rostros más destacados (John Travolta ejerció de villano) no fueron suficientes para salvar una película que, aunque entretenida, se apartaba del espíritu transgresor y violento del personaje. Demasiado soft y bienintencionada. Tal como ha sucedido con otras recientes adaptaciones de personajes de cómic, Batman, Superman o Hulk entre ellos, se ha intentado reiniciar la franquicia. La estrategia de la propuesta que nos ocupa consiste en acercarse sin miedo a la oscuridad del personaje, no escatimar en la violencia necesaria y presentar a un protagonista menos hablador, menos carismático, pero más efectivo en su trabajo. Aunque el resultado ha sido mejor de lo esperado, y sobretodo superior a las dos anteriormente citadas, Punisher: War Zone ha sido olvidada tanto por los fans como por el público general, por lo que, a priori, ya nos podemos olvidar de nuevas entregas.

Punisher: War Zone es un proyecto relativamente arriesgado. A sabiendas de los riesgos el presupuesto no ha superado los 40 millones de dólares. No hay nombres conocidos en el reparto, es poco accesible al público no amante del cómic, y su violencia es por momentos brutal. A saber, actos de canibalismo, disparos a bocajarro, explosiones craneales, etc. Es lo que necesitaba una adaptación del popular castigador, y por una vez lo han conseguido. Ahora bien, en conjunto, la película no llega a destacar en nada salvo en lo citado. Funcionalmente dirigida por Lexi Alexander, que se dio a conocer con la inglesa Hooligans (2005), e interpretada también de modo funcional por Ray Stevenson (perfecto en presencia, aunque se podía haber sacado más del personaje), Julie Benz o el villano de la función, Doug Hutchison, transformado en una especie de Joker (el de Heath Ledger) de segunda división. No obstante, Punisher: War Zone se ve sin problemas, cumple con lo mínimo que se la puede pedir (frialdad justiciera, entretenimiento y algo de nostalgia) y resulta más gratificante que el resto de aproximaciones al personaje. Quizás algún día nos llegue la definitiva.

Lo mejor: Por fin se ha comprendido, o al menos en gran parte, el espíritu del cómic. La violencia campa a sus anchas, sin moralejas ni discursos políticos. Es una buena película de justicieros, y no aburre en ningún momento.

Lo peor: Que pese a los esfuerzos, tendremos que seguir esperando para ver una adaptación que, en su conjunto, se aleje de simple corrección.

Valoración (0 a 10): 6,5

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martes, 15 de septiembre de 2009

San Valentín sangriento 3d (My Bloody Valentine 3d, 2009)

Un asesino masacra a varios jóvenes en unas viejas minas. Diez años después, uno de los jóvenes, el único que, aún quedándose en la mina logró salir con vida, vuelve al pueblo donde sucedió. Su intención es vender la mina, pues es propietario de acciones de la misma. El reencuentro con su ex pareja y otros conocidos que le acompañaron en el brutal suceso se une al comienzo de una nueva oleada de muertes, que tienen como sospechoso al mismo asesino de hace diez años.

Esto de las tres dimensiones tiene su lado nostálgico. Que tiempos aquellos en los que la ingenuidad nos hacia creer que El gran tiburón (Jaws 3d, 1983) o Pesadilla final, la muerte de Freddy (Freddy´s Dead: The Final Nightmare, 1991), con sus ramplones efectos tridimensionales, eran toda una experiencia cinematográfica. Desde entonces, la tecnología ha avanzado, y esas molestas gafas de colorines que se necesitaban para ver las escenas cumbre de dichas películas, se han perdido en el tiempo. Acudí al cine a ver San Valentín sangriento (My Bloody Valentine) con la única motivación de comprobar tan nostálgico efecto visual en una película de terror de las de ahora. Y obviamente, para comprobar, cines IMAX a parte, como ha avanzado realmente la tecnología del celuloide en este campo. No obstante, para comprender realmente el cambio, tenemos Up en cartelera, o habrá que esperar a otras como, sobretodo, la esperadísima Avatar, cuyo trailer, también en 3d, se puede disfrutar en el pase de la película que nos ocupa.

San Valentín sangriento es un remake de la película homónima de 1981. Aquella, pese a no ser gran cosa, es uno de los slashers más recordados de la época dorada del subgénero. Para los aficionados, claro. No obstante, aunque sea un remake, y aunque muchos de los espectadores que irán a verla no conocen el original, no hace la menor falta. Hablamos de un slasher calcado, determinados elementos a parte, a la mayoría de lo que hemos visto año tras año en la gran y en la pequeña pantalla. Cualquiera que se produce actualmente lleva consigo dicho parentesco, o más bien deja vu. Es por ello que hacer paralelismos y/o comparaciones con la obra original resulta tarea absurda, además de aburrida. Este remake mantiene la línea del reciente Viernes 13 (Friday the 13th, 2009), es decir, una vuelta a los tiempos hardcore del subgénero: asesinatos bastante sangrientos, pocos prejuicios a la hora de mostrar desnudos y sexo, etc. Lejos del tono soft y pastelazo posterior a Scream, vigila quien llama (Scream, 1996), pero contando con la misma estructura y (manoseadas) soluciones de guión.

Hablamos de una película que se puede ver de dos formas. Dentro de estas dos formas, puede pasar de ser curiosa, simpática, entretenida, a ser directamente prescindible. Si la vemos en 3d, el formato para el cual está ideada, resulta una experiencia, sino cien por cien gratificante, al menos interesante como golosina visual (ver, pasar el rato sin problemas, olvidar). Ahora bien, sin este detalle, se transforma en otro mediocre remake sin mayor aliciente que algunas rebuscadas muertes teñidas de gore. Más aún cuando el supuesto giro final inesperado no es más que el refrito del mismo giro que hemos visto una y otra vez de unas décadas a esta parte.

Lo mejor: Ver los sangrientos asesinatos en tres dimensiones.

Lo peor: Lo mediocre que es en realidad si dejamos pasar las artimañas visuales.

Valoración (0 a10): 5,5 (3d); 3,5 (2d)

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lunes, 14 de septiembre de 2009

Dragonball Evolution (2009)


Tras morir su abuelo y maestro, Goku coge su testigo para defender una bola de dragón. Se trata de una de las siete que hay esparcidas por el mundo. El poder que otorga poseer dichas bolas es perseguido por Piccolo, un ser con oscuros planes para el mundo.

Puede que Dragonball: Evolution sea la película peor criticada pero, sin embargo, más vista de los últimos años. No hay casi nadie que la defienda, pero, aunque sea para insultarla, la han visto millones y millones de personas. Parece, por tanto, que estemos hablando de un gran éxito de taquilla, pero tampoco. La mayoría de la gente que la ha visto, a juzgar por las pobres cifras que ha recaudado, se la han bajado de Internet antes o después del estreno en cines. Es curioso, porque puede que se termine convirtiendo en uno de esos clásicos del culto más trash (aunque sea una producción supuestamente A), de esos que nadie se quiere perder pese a su olor a churro. Tiempo al tiempo. Actualmente vemos este extraño subproducto como lo que es: un fallido intento de crear una franquicia cinematografía basándose, solo por encima, en los famosos personajes que fliparon a toda una generación. Ese intento de evitar ser fieles al espíritu de la saga, para, de este modo, hacer una película familiar que pueda ver cualquiera aunque nunca haya oído hablar de la obra precedente, huele a podrido desde el primer fotograma. Pero vayamos por partes.

Bola de dragón (Dragon Ball) es un manga creado, en 1984, por Akira Toriyama. Sus personajes adquirieron verdadera fama al ser traspasados a la televisión, a lo largo de dos series que dieron pie a diversos programas televisivos, una interminable lista de videojuegos, alguna que otra película que no tuvo demasiada suerte y más cómics. El clamor popular pedía desde hace años una buena adaptación a la gran pantalla, y los nombres para hacerse cargo de ella han abarcado una lista bastante amplia. Se llegó a tantear a directores como Robert Rodríguez, los hermanos Wachowski o Roland Emmerich, pero, no se sabe muy bien porqué, se decantaron por James Wong, conocido por ser responsable de Destino final (Final Destination, 2000) o El único (The One, 2001). El tema del presupuesto también causó más de un quebradero de cabeza. Se llegó a afirmar que se trataba de una superproducción de más de 100 millones de dólares. Cuando, al estrenarse, sonó el fiasco, se apresuraron a corregir esos rumores y decir que tan solo costó 45 millones. Viendo el resultado, es mucho más creíble esto último, aunque vete a saber que ha hecho con el dinero esta gente.

Nunca he sido fan de la saga. A decir verdad, solo he visto, sin continuidad, algunos episodios de las series, he jugado a varios videojuegos y tengo en casa cogiendo polvo una de las películas chungas (no oficiales, supongo) que hicieron. No obstante, comprendo la irritación de pelotas de muchos fans. Vista como una película a parte, no sembraría tanto desprecio, pues, aunque mala, no me parece algo insultante. Ahora bien, estar basada en una las más populares obras del manga es lo que tiene. Incluso sus responsables estarían al tanto de la que les caería encima, pero buscaron al caballero Don Dinero de forma errónea. Los efectos especiales son de tercera, los interpretes, a parte de estar mal escogidos, resultan mediocres, y tanto el guión como la dirección son meramente funcionales. No se han esforzado en ningún aspecto, como si la hubiesen hecho de carrerilla para intentar solucionar dudosos problemas económicos. No es peor que un Mortal Kombat (1995) o un Dead or Alive (DOA, 2006), pero se esperaba como uno de los blockbusters punteros de los últimos años, y finalmente ha sido un producto que podría haber firmado Uwe Boll sin miedo a despeinarse.

Lo mejor: Solo dura setenta minutos (sin contar los créditos finales), por lo que no se pierde mucho el tiempo. Aburrir no aburre, e incluso puede ser una gran peli-birra para ver con los colegas.

Lo peor: A parte de que, en su conjunto, es mala sin discusión, el contraste de las expectativas con lo que finalmente vemos es abrumador.

Valoración (0 a 10): 3,5

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martes, 8 de septiembre de 2009

La taquilla juega con Gamer

Fin de semana con recaudaciones bastante pobres. Tampoco se puede decir que hubiese un estreno con potencial, pero se aspiraba a más. La apuesta de género se encontraba en Gamer, el nuevo delirio híper vitaminado de los directores de Crank: Veneno en la sangre (Crank, 2007) y Crank: Alto voltaje (Crank: High Voltage, 2009), ésta última pendiente de estreno en España. La apuesta, a medio camino entre la acción y la ciencia ficción, no pretendía comportarse como un blockbuster, pero si sumar una cifra superior a los 15 millones de dólares en su estreno. Ni el gancho de Gelard Bulter en el rol principal ha conseguido llamar la atención. En el fin de semana su recaudación ha sido de 11 millones, y no hay mucha esperanza en cuanto al boca a boca, por lo que es probable que sufra para llegar a los 28 millones. Es una cifra que no sorprende al ver el descenso de la casi todas las propuestas del top ten. Si ha habido una sorpresa, esa es Destino final 4 (The Final Destination). Puede que gracias a su presencia en cines 3d su descenso haya sido de solo un 43%, sumando unos excelentes 50 millones en diez días. Lo tendrá fácil para ascender hasta los 70 millones, confirmándose como la más taquillera de la saga.

domingo, 6 de septiembre de 2009

The Fourth Kind, Paranormal Activity, Rec 2…el falso documental toma el control del cine de terror

Desde este momento The Fourth Kind se convierte en una las películas que espero con más ansias. Debe ser que soy un loco de esto del falso documental, pero las películas de este subgénero, citar Rec (2007), Monstruoso (Cloverfield, 2008) o El proyecto de la bruja de Blair (The Blair Witch Proyect, 1997), suelen encandilarme. Ya había leído buenas cosas a cerca de ésta propuesta, que ha sido vista en algunos festivales, y el trailer no hace más que confirmar que estamos ante una de las películas de terror más sugestivas del año, o al menos eso espero. El único pero lo pondría en la elección de los intérpretes. Hay nombres conocidos, sobretodo Milla Jovovich, y siempre me he pensado que en este tipo de producciones es mejor evitar pasear estrellas reconocibles. La sensación de realidad que se pretende, es más efectiva de ese modo. No obstante, mantengo mis expectativas altas. En Estados Unidos se estrena en noviembre, pero en España no hay fecha confirmada.



Otra, de estilo similar, que me tiene mordiendo uñas desde hace un tiempo, es Paranormal Activity. Su distribución es un misterio. En Estados Unidos se vió hace dos años en el Scream Film Festival, pero, que yo sepa, no ha tenido estreno comercial. Sin embargo, si nos fiamos de la pagina IMDB, el mes que viene se estrena en los cines de Bélgica. De España, como suele ocurrir, nada se sabe. Por Internet hay algunas copias circulando, aunque prefiero esperar, solo un poco, por si esta vez nos dan una alegría. Si en The Fourth Kind nos hablan de un experimento en el que participa gente que dice ser secuestrada por alienígenas, en Paranormal Actitivity nos sumergen, cámara en mano y situada en puntos concretos, en una casa donde acontecen poltergeist. Hay que reconocer que el trailer da bastante cangela.



Para cerrar el post, hablaré, más que nada como recordatorio, de Rec 2. Se trata, sin lugar a dudas, de la película española más esperada del año. Algunos ya la han podido ver en el festival de Venecia, y la mayoría de las opiniones son positivas. El listón que sus mismos directores, Jaume Balagueró y Paco Plaza, dejaron con la primera parte en un lastre difícil de llevar. El trailer es espectacular, y promete emociones fuertes, por lo que espero que todo haya salido bien, y no frustren las expectativas de todos los que aplaudimos a rabiar aquella genialidad hace a penas dos años. El guión ha sido guardado bajo llave. Poco se sabe de ella, salvo que Manuela Velasco volverá a tener presencia, aunque dudo que como protagonista, y que la acción regresa en falso directo, pero esta vez desde varios puntos de vista, y no solo el del cámara y la reportera. El mes que viene podremos disfrutarla en cine.

viernes, 4 de septiembre de 2009

La matanza (House of Blood, 2005)


Un autobús que traslada de prisión a un grupo de criminales sufre un accidente al chocar con el coche de un hombre. Este hombre, medico de profesión, es secuestrado por los presos con la intención de que cure a uno de ellos, que ha sido herido de gravedad. En su huida, deciden esconderse en una extraña casa situada en un bosque. Los presos intimidan y amenazan a la familia que habita el lugar, sin saber que, en realidad, no se trata de seres tan humanos e inofensivos como parece.

Del arsenal de ponzoñosa mierda que factura desde hace años el ultragore alemán, siempre hay excepciones. Las películas de uno de sus más, digamos reputados, directores, Olaf Ittenbach, suelen ser algo más digeribles para el cerebro. Para los no entendidos, comentar que el termino ultragore no quiere decir que, necesariamente, se trate de las películas más truculentas que uno pueda encontrar. Sin ir más lejos, la cumbre del cine gore, Braindead, tu madre se ha comido a mi perro (Braindead, 1992) arroja a pantalla más litros de sangre y trozos de casqueria que la mayoría de estos productos alemanes. La diferencia se encuentra en que aquella obra maestra de Peter Jackson no se toma en serio así misma. Es puro cartoon, puro cachondeo, pura exageración premeditada. Por ello, es una película que muchos espectadores no aficionados pueden disfrutar. El ultragore alemán es todo lo contrario. Se toman en serio sus tramas, sus efectos toscos. Están creadas para impactar por medio de lo malsano, de un pretendido realismo. En este sentido, Ittenbach ha intentado ir un poco más allá. El amaestrado director, ya no es el mismo que hiciera su obra magna, The Burning Moon (1993). Se ha suavizado (o lo han suavizado) de forma considerable. House of Blood sigue su línea más reciente, haciendo especial hincapié en la correcta La legión de los muertos (Legion of the Dead, 2001).

House of Blood no deja de ser la enésima revisión de la serie b terrorífica de siempre. La trama, pretensiones absurdas incluidas, ya está muy manoseada. Es un reboot de lo que ya conocen todos, incluidos los que creen que Saw (2003) es la película más cruel de la historia. El único cambio lo encontramos en que, por moderado que parezca, esto sigue siendo ultragore alemán. El rollo malsano se degusta a lo largo del metraje, los efectos de maquillaje son sucios, la cámara es prácticamente amateur. La trama se divide en dos partes, aunque básicamente son lo mismo. En la primera, los presos que escapan del autobús que los traslada, secuestran a un medico y lo llevan a la casa donde encontraran la muerte a manos de siniestras criaturas. A continuación, al medico lo secuestra otro grupo, aun más cafre, de presidiarios, y vuelta a empezar. Ittenbach hace esto, supongo, a modo de metáfora. Pero en una película de este tipo, tan poco sutil, andar con divagaciones vitales y pseudo poéticas me parece ñoñeria mal expuesta. Me parece bien que intente crear, innovar o como lo quiera llamar, pero House of Blood solo funciona en las partes que ya esperamos: la lucha de los presos con las criaturas, las sangrientas operaciones sin anestesia, etc. El resto, bulto para alargar la duración más de la cuenta y darle el capricho a Ittenbach de parecer un autor serio.

Lo mejor: Los momentos gore, algunas partes de la banda sonora, y la sensación malsana que recorre la trama.

Lo peor: Los venazos prepotentes que le den de vez en cuando a Ittenbach, intentando vender una historia de amor ridícula o un entramado argumental que se pretende poético y “con mensaje” y tan solo resulta obvio.

Valoración (0 a 10): 5

Trailer

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cuarteto de oro en la taquilla de Estados Unidos


La taquilla en Estados Unidos lleva una racha de lo más interesante. No solo por las buenas cifras (las mejores en muchos años, pese a la tan cacareada crisis del sector), sino también por los estrenos que las acompañan. Solo hay que echar un vistazo a las cuatro películas que encabezan el top ten: Destino final 4 (The Final Destination) (foto), Malditos bastardos (Inglorious Basterds), Halloween 2, y Distrito 9 (District 9). Todas con calificación R, es decir, para mayores de 18 años, y dos de ellas, Malditos bastardos y Distrito 13, han recibido algunas de las mejores críticas en lo que va de año. Además, las cifras que han cosechado son mayores de lo que se esperaba de ellas, salvo en el caso de Halloween 2, que se sitúa dentro de lo previsto.
Este fin de semana se han estrenado a la vez Destino final 4 y Halloween 2. No se que habrá llevado a sus distribuidoras a dicha competencia, pero la cosa no ha salido nada mal. Ambas son esperadas propuestas de terror, aunque la primera está dirigida a un público más amplio. De ahí que en estos días haya vencido sin problemas. Destino final 4 contaba además con el añadido del 3d. Los 28 millones recaudados son varios más de los que se esperaba, y la confirman como la película más exitosa de la saga en su estreno. Si todo va bien, los 60 millones no tendrían que ser una cifra difícil de alcanzar e incluso superar. Por su parte, Halloween 2 no tenía las 3d, y su público tira más hacia el sector fan que hacía el general. No obstante, los 17 millones recaudados son una cifra correcta. Se quedará lejos de los 58 millones que hizo Halloween: El origen (Halloween, 2007), pero dado su presupuesto (20 millones) todo sigue bajo control.

Malditos bastardos y sobretodo Distrito 9 (foto) se han convertido en dos de los fenómenos inesperados del verano. De la primera decir que no pocos analistas aseguraban que se trataba de un fiasco comercial en potencia. Se trata de una película bélica, con dos horas y media de metraje, mucha violencia y, según los que la vieron en festivales previos, poco accesible al paladar popular. Al final, no solo ha sido un éxito, sino que ha superado las expectativas más optimistas. Los excelentes 73 millones que acumula tras diez días se suman a unas críticas espectaculares, tanto de la prensa como del público, que en IMDB le otorga un 8,7 de media. El caso de Distrito 9 es aún más inesperado. Presentada como una pequeña película de ciencia ficción, con solo 30 millones de presupuesto, ha conseguido, sin embargo, hacerse grande mes tras mes. La inteligente campaña viral por Internet y el posterior boca a boca han terminado haciendo de ella un autentico hit. En IMDB tiene un 8,6, la crítica se ha rendido a sus pies, y ya se ha convertido para muchos en un clásico instantáneo. La cifra final en Estados Unidos, para ambas, se prevé entre los 110 y 120 millones.

Crank 2: Alto voltaje (Crank 2: High Voltage, 2009)



El matón a sueldo Chev Chelios ha conseguido sobrevivir a una espectacular caída desde…un avión (¡!). Su corazón estaba envenenado, por lo que debía estar siempre con la adrenalina al máximo para seguir vivo. Chelios es llevado a un quirófano chino, donde le extraen el corazón y se lo cambian por uno con motor eléctrico y que necesita, efectivamente, electricidad para seguir bombeando. Durante la operación, aun drogado, se queda con un rostro. Es de esperar que en cuanto recobre el conocimiento y escape del quirófano buscará venganza contra él, aunque solo es una pequeña pieza de un entramadazo de mafiosos sin escrúpulos que le quieren muerto.

Crank: Veneno en la sangre (Crank, 2006) se convirtió inmediatamente en una película de culto. A veces sucede con algunas películas que, aunque en la taquilla no las hagan demasiado caso (recaudó en todo el mundo 42 millones de dólares), y aunque parte del público y la critica las considere insultantes, van creciendo sin prisa pero sin pausa desde el día del estreno, y sobretodo a partir de su salida en formato domestico. Esto se debe a que son propuestas con algo provocador, a veces original, algo que no gusta a muchos pero que, en cambio, apasiona a otros. Esos otros van extendiendo entre los suyos el boca a boca, hasta que, al cabo de unos meses, te plantas en IMDB y te das cuenta que aquel pequeño estreno ya ha sido votado por más de sesenta mil personas. Crank: Veneno en la sangre tuvo esa suerte, y gracias a ello se dio luz verde a la secuela. En ella se han reunido los principales valores del primer delirio. Los guionistas y directores Mark Neveldine y Brian Taylor, que este mismo mes estrenan Gamer, otra de acción desenfrenada, ahora con Gerald Butler como antihéroe. Jason Stathman repite el que es posiblemente su mejor personaje de acción hasta el momento, y también regresa Amy Smart, más ligera de ropa, interpretando a su novia.



La primera parte fue todo un chute de adrenalina. Una película de acción con presupuesto ínfimo (solo 12 millones de dólares) que, pese a ello, se vale de la astucia de sus responsables con la cámara, y de la magnifica labor en la sala de montaje, para crear un experimento tan divertido como grotesco, cafre, macarra e incorrecto. Esa total ausencia de moralidad es solo una cuarta parte de la montaña rusa bizarra y desaconsejable para mentes estrechas que se puede ver en Crank 2: Alto voltaje. Conscientes de que el factor sorpresa ya no estaba de su lado, Neveldine y Taylor han jugado al más difícil todavía. Si en la primera había escenas surrealistas y carentes de sentido, aquí prácticamente todo el metraje es consecuencia de lo ilógico. No hay guión, ni es necesario. Se le deja a Stathman correr por un escenario abierto con múltiples posibilidades. No por casualidad, ver Crank 2: Alto voltaje es similar a pegarse unos vicios con videojuegos como Saints Row o el más famoso GTA, es decir, los denominados sandbox. Puedes ir por una ciudad a tus anchas, matando, intimidando, robando coches, destrozándolos y, claro, también cumpliendo objetivos. Lo que hace Statham durante noventa minutos.

Más que secuela, Crank 2: Alto voltaje es un remake con algunas variantes. El protagonista pasa de tener que chutarse adrenalina de cualquier modo a tener que, literalmente, enchufarse. Necesita descargas eléctricas para mantener en activo su nuevo corazón (la operación que le realizan durante los primeros minutos es de lo más divertido que he visto en mucho tiempo). Por lo demás, el desarrollo es el mismo. Incluso el clímax final es bastante parecido, pero se guardan un as en la manga para los últimos, digamos tres minutos, que viene a ser el final rotundo y transgresor que hubiera necesitado Se busca (Wanted, 2008). A todo esto añadamos nombres conocidos en papeles secundarios o cameos, pasándoselo pipa, como Corey Haim, Bai Ling, la cantante Geri Haliwell o el recientemente fallecido David Carradine.

Lo mejor: Jason Stathman, Amy Smart, y el par de huevos que le han echado los productores al poner dinero para que tal delirio se estrene en miles de salas. La dirección y el montaje vuelven a destacar.

Lo peor: Al no haber factor sorpresa, los noventa minutos de metraje solo son una constante de lo que ya conocemos, pero con mayor incorrección política. Cuando a la media hora ya se esté curado de espanto, es posible que se pierda algo de interés por el resto.

Valoración (0 a 10): 7,5

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