Después del genial díptico formado por La casa de los mil cadáveres (The House of 1000 Corpses, 2003) y Los renegados del diablo (The Devil´s Rejects, 2005), me da la sensación de que al bueno de Rob Zombie se le ha ido un poco la cabeza. Veamos, cuando se supo que sería el encargado de dirigir el remake de La noche de Halloween (Halloween, 1978) pude suspirar con alivio. Un Halloween moderno con el estilo que Zombie imprimió a sus dos primeras obras podría ser una delicatessen del cine de terror. Claro que, cuando llegó Halloween, el origen (Halloween, 2007), salvo por la excepcional primera media hora a modo de precuela, el resto no dejaba de ser un slasher repetitivo que copiaba, sin mucha gracia, lo que ya vimos en la de Carpenter. Pese a ello, y pese a la opinión generalizada no tuvo el pulgar levantado, se convirtió en un éxito al recaudar 80 millones de dólares en todo el mundo, contando con un presupuesto de 15 millones. La secuela, por tanto, no se haría esperar. Quedaba en duda que Zombie aceptase llevarla a cabo, aunque, supongo, las negociaciones para su contrato fueron lo suficientemente estimulantes. No me refiero a dinero, que también, sino que, vista Halloween II, se nota que la condición principal del director fue hacer lo que le diera la gana. Esto hubiera sido buena noticia, pues estando libre de obligaciones de los mandamases podríamos ver un Zombie desatado y personal como el de antes. Ahora bien, aunque haya hecho lo que le ha salido de sus partes íntimas, lo ha hecho mal.
Halloween II, que casi nada tiene que ver con Halloween 2 ¡Sanguinario! (Halloween II, 1981), comienza fuerte. Al igual que el remake, sorprende con unos primeros minutos de impacto, interesantes, atmosféricos y muy brutos. A partir de ahí el guión (firmado por el propio Zombie) se va desinflando sin vuelta atrás. Nos presentan el drama personal de Laurie, que ahora ya sabe que es la hermana del psicópata Michael Myers, y que éste (supuestamente muerto en la primera, pero cuyo cuerpo no ha sido encontrado) volverá en la noche de Halloween para hacerla una visita. Hasta aquí todo bien. Lo que ocurre es que a Rob le da por meter cada dos por tres imágenes oníricas de la madre de Michael (Sheri Moon Zombie) en plan espíritu, y por convertir de la noche a la mañana al Dr. Loomis (Malcolm McDowell) en un arrogante showman mediático. Se podría entender como una reformulación de la saga, pero lo cierto es que los cambios únicamente suponen alargar la trama más de la cuenta. Y es que siempre he pensado que un slasher, salvo excepciones, no debe superar los 80-90 minutos, y Halloween II se va hasta los 105 minutos (en la versión estrenada en cines, pues la del director es de dos horas) sin nada que contar desde el primer tercio.
No todo es malo. Se le agradece a Rob que no se abstenga de mostrar imágenes duras. Los asesinatos de Michael, pese a poco originales, resultan brutales. Se agradece por tanto que piense en el aficionado adulto al cine de terror, y no le de por fabricar pastiches adolescentes. Halloween II es malsana, tiene buena atmosfera y algunas buenas interpretaciones (en especial Brad Dourif), pero no basta para olvidar el tedio y el desvarío propuesto. A propósito...¿qué ha sido del tema principal de la banda sonora?
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2 comentarios:
Simplemente terrible. Pero aun asi, me veria la hipotetica tercera parte, solo si vuelven a Laurie la asesina y se olvidan de Michael.
Aunque "Halloween II" es un filme fallido en muchos aspectos, me pareció una propuesta interesante y sin duda uno de los filmes de "Halloween" más únicos y diferentes (sin contar la 3era parte, que yo odié).
A mí me gustaron más cosas de las que consideré fallidas. Pero también soy un grandísimo fan de "Halloween".
Saludos
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