En tiempos en los que Eragon (2006), La brújula dorada (The Golden Compass, 2007), Un puente hacia Terabithia (Bridge to Terabithia, 2007), Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian (The Chronicles of Narmia: Prince Caspian, 2008) o Corazón de tinta (Inkheart, 2008) han fracasado, cada una a su modo, en la taquilla (en la mayoria de casos solo en la de Estados Unidos), la franquicia de Harry Potter es la única que sigue congregando multitudes en las salas. La fantasía familiar basada en conocidos libros de aventuras ya pasó a mejor vida hace un tiempo, por mucho que en Hollywood se empeñen año tras año en probar suerte. Haciendo caso omiso de la realidad, Harry Potter y el misterio del príncipe, que ya es la sexta entrega de la saga, ha arrasado en su primer fin de semana recaudando 79 millones de dólares. A esto hay que sumarle los espectaculares 80 millones que amasó en los dos días previos, lo que hace un total de 159 millones en solo cinco días. Estos datos ascenderán hasta cerca de los 200 millones al final de la semana. Muy mal le tenía que ir en las próximas semanas para que no llegase en Estados Unidos a un mínimo de 300 millones. Aún con estas cifras, Harry Potter se ha quedado a varios millones de lo que recaudó en el mismo tiempo Transformers 2: La venganza de los caídos (Transformers 2: Revenge of the Fallen, 2009), que a estas alturas ya va camino de unos impresionantes 400 millones y se confirma como el hit del año (con permiso de la próxima Avatar de James Cameron, claro).
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